A última hora del martes, pocas horas antes de que un juzgado emitiera una orden de detención formal contra él, el exministro de Defensa de Corea del Sur, Kim Yong-hyun, trató de quitarse la vida antes de que carceleros del centro Dongbu de Seúl lo impidieran.

Kim, considerado una pieza clave del plan para decretar el estado de excepción en el país asiático, se encuentra ahora en una celda especial y su vida no corre peligro.

Con el arresto formal de Kim, las pesquisas en torno al presidente, al que se investiga también por insurrección y al que se ha prohibido salir del país, pueden acelerarse.

La policía registró ayer varias sedes policiales –y arrestó a los principales responsables de la Agencia Nacional de Policía y de la Policía Metropolitana de Seúl– además de la Oficina Presidencial, donde se encontró con resistencia por parte del servicio de seguridad presidencial para acceder al despacho del mandatario.

Los agentes buscaban las actas de la reunión que celebró el Gabinete de Yoon antes de proclamar la ley marcial el pasado 3 de diciembre, un encuentro de cinco minutos y del que no se han encontrado registros.

Detención inminente

La Oficina para las Investigaciones de Corrupción dejó la puerta abierta a pedir el arresto urgente sin orden judicial del presidente dada la gravedad de los delitos. Los presidentes en Corea del Sur no pueden ser enjuiciados durante su mandato, con la excepción del delito de insurrección, castigado con penas de cinco años a cadena perpetua o la pena de muerte (existe una moratoria desde 1997).

Kwak Jong-eun, que hasta el viernes era el comandante de los «boinas negras«, la unidad de operaciones especiales que fue enviada a la Asamblea Nacional, contó que el propio Yoon le dijo por teléfono «forzad las puertas y sacad a los parlamentarios a rastras» para evitar que votaran a favor de revocar la ley marcial.

La principal formación opositora, el liberal Partido Democrático (PD), tiene previsto presentar hoy mismo una nueva moción de censura que sería  votada el sábado. El gobernante y conservador PPP iniste en  una dimisión «ordenada» de Yoon en primavera. Sin embargo, varios diputados del PPP podrían acabar sumando los sufragios necesarios para que sea cesado.