
La muerte a cuchilladas de la joven Yanely Gonzales en setiembre en Santutxu fue perpetrada por su pareja bajo los efectos de «un cuadro sicótico con pérdida de contacto total con la realidad», según un informe pericial adelantado por medios del grupo Vocento. En consecuencia, posiblemente no habrá juicio por el crimen.
El hombre había sido dado de alta el día anterior en el Hospital de Basurto, tras acudir a urgencias de Psiquiatría acompañado por la propia víctima y los padres de él. Presentaba «alucinaciones auditivas», con voces contra su pareja y percepción de que estaba siendo perseguido.
En un momento en que los padres habían ido a aparcar el vehículo cerca de la casa en que la pareja vivía, Pablo V.C., de 34 años, se abalanzó contra Yanely Gonzalez, de 31, la apuñaló reiteradamente y acabó con su vida.
Ya el día del crimen se avanzó que no constaban antecedentes ni registros de violencia de género sobre este hombre, aunque sí de que presentaba problemas psiquiátricos, según informó el Departamento de Seguridad de Lakua.
La víctima y el autor de la muerte tenían una relación de pareja larga, de doce años. El hombre presentaba trastorno sicótico por consumo de drogas ya antes, desde 2010.

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