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Buscan «atraer a nuevas generaciones» al sector de rederas para garantizar su futuro

La consejera de Pesca del Gobierno de Lakua, Amaia Barredo, ha destacado la necesidad de «atraer a nuevas generaciones» al sector de las rederas para revertir el envejecimiento del coletivo y «garantizar una sostenibilidad que sustente» la actividad pesquera vasca.

El encuentro de rederas vascas ha tenido lugar en Orio.
El encuentro de rederas vascas ha tenido lugar en Orio. (IREKIA)

En un encuentro este sábado en Orio con las rederas de la costa vasca presididas por Marian Uribeetxeberria, la consejera de Pesca del Gobierno de Lakua, Amaia Barredo, ha trasladado su reconocimiento a todo el colectivo «por ese gran y duro trabajo», y ha hecho una llamada a que les «sucedan» en esta labor, «siempre en las mejores condiciones y aprovechando cualquier avance técnico y formativo».

Acompañada por el viceconsejero de Pesca y Desarrollo Litoral, Leandro Azkue, el director de Desarrollo Litoral, Puertos y Asuntos Marítimos, Koldo Goitia, la directora de Pesca y Acuicultura, Ixone Soroa, y varios presidentes de cofradías de Gipuzkoa y Lapurdi, Barredo ha asistido a la Junta anual de las mujeres rederas que ha dedicado un homenaje a Rakel Irigoien, de Getaria, recientemente jubilada.

Según ha indicado el Departamento de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca, el colectivo de mujeres del sector pesquero vasco está compuesto por distintos subsectores que atienden a diversas necesidades productivas y funcionales de la flota pesquera: rederas, neskatilas y empacadoras.

Las tres asociaciones de mujeres del sector pesquero vasco, la Asociación Bermeoko Neskatila eta Saregin Autonomoen Elkartea, la Asociación Ondarruko Neskatilen Elkartea y la Asociación Saregin eta Kai Neskatileen Euskadiko Elkartea se aglutinan ahora en la Federación de Mujeres Trabajadoras del Mar de Euskadi, que representa a alrededor de 50 mujeres que realizan su trabajo en los puertos de Bermeo, Lekeitio, Ondarroa, Getaria, Orio y Hondarribia.

Barredo ha reconocido el trabajo de este colectivo y ha dicho que comparte su «preocupación por la necesidad de un relevo generacional y la importancia de todas las mujeres que trabajan en tierra para el sector. Son fundamentales y hay que atraer nuevas generaciones», ha indicado.

«Es preciso revertir la tendencia al envejecimiento del colectivo y garantizar una sostenibilidad que sustente la actividad pesquera vasca, y que forma parte del patrimonio cultural y económico de nuestras localidades costeras», ha añadido.

La consejera ha indicado que el reconocimiento de los coeficientes reductores «marca un antes y un después en la historia de las mujeres del sector pesquero: rederas, neskatillas y empacadoras». Según ha explicado, «se aplica el coeficiente reductor del 0,15% –es decir, que por cada 10 años trabajados se les adelanta la edad de jubilación 1 año y medio– y ahora se requiere un compromiso renovado para garantizar que este trabajo no solo sobreviva, sino que prospere».

Media de edad de 50 años

La media de edad del colectivo supera los 50 años y, en la última década, el número de rederas activas en Gipuzkoa ha caído más del 50%, pasando de más de 60 en 2016 a solo una treintena en 2024, «trabajadoras fundamentales para la flota de cerco de Gipuzkoa».

En Bizkaia, la profesión de redera ha experimentado «un notable retroceso debido a la limitada presencia de la pesca de cerco». Sin embargo, ha destacado, «todavía quedan algunas trabajadoras en Lekeitio y Bermeo, estas últimas vinculadas principalmente a otras artes de pesca, manteniendo viva una labor esencial en el sector pesquero».

Desde el Departamento de Pesca se puso en marcha el proyecto piloto ‘Programa Saretzen’ para captar, formar y capacitar a futuras rederas para los puertos de Gipuzkoa, donde a día de hoy se centra la flota de cerco y donde se están dando jubilaciones gracias al logro de las mujeres trabajadoras de la mar de la aplicación de los coeficientes reductores para reducir la edad de jubilación.

El proyecto se puso en marcha el 9 de enero de 2024 y finalizará el próximo 17 de abril. Ha supuesto obtención por parte de las personas participantes del certificado de profesionalidad de «confección y mantenimiento de artes y aparejos de pesca». Consta de una parte de formación teórica en aula, prácticas no laborales y, a posteriori, un contrato formativo para la obtención de la práctica profesional.

En el programa se inscribieron 13 personas y regularizaron su situación u obtuvieron el certificado cuatro mujeres que ya estaban en activo. Otras cinco siguen dentro del programa con un contrato formativo. Otra más ha sido contratada por una empresa armadora.