
La emergencia habitacional es un problema de primer orden para LAB, al ser causa del empobrecimiento de las y los trabajadores vascos. Por ello, ha comenzado a organizarse para combatir los problemas relacionados con la vivienda a través de su acción sindical.
LAB tomó hace ya un tiempo la decisión de organizarse y realizar acción sindical en el ámbito de la vivienda. En una comparecencia este jueves en Bilbo, la coordinadora general Garbiñe Aranburu, acompañada por integrantes de las asambleas creadas, ha expuesto cómo van actuar, partiendo del convencimiento de que si no se hace nada la situación empeorará.
Lo hará organizando y ofreciendo instrumentos de lucha. La central orientará también su acción sindical buscando «una salida colectiva a cada conflicto» que pueda surgir en materia de vivienda, sin olvidar la demanda de transformaciones más generales que persigan acabar con este grave problema.
Para Aranburu, el panorama al que se enfrenta la mayoría social es producto de las políticas impulsadas por los gobiernos que han considerado la vivienda un negocio más.
«Dejándola en manos del mercado, la imposibilidad de acceder a la vivienda se ha multiplicado, los precios no han dejado de subir y se ha convertido en motivo de empobrecimiento de cada vez más sectores de trabajadores y trabajadoras», ha denunciado.
La dirigente sindical ha expuesto que las y los trabajadores están inmersos en luchas por subidas salariales para redistribuir la riqueza de forma justa, pero que, al mismo tiempo, la cada vez mayor parte del salario se la comen los gastos de vivienda.
«Estamos conociendo los mayores beneficios empresariales de la historia y combatimos la riqueza que generamos en los centros de trabajo a través de la acción sindical. Los incrementos salariales obtenidos se ven reducidos por los crecientes gastos de vivienda», ha advertido.
En ese contexto, la central considera «necesario» llevar el sindicalismo también al ámbito de la vivienda, «para dar la batalla por mejorar las condiciones de vida en todos los frentes, del mismo modo que hacemos con el capital en los centros de trabajo».
Qué están haciendo
En esa línea, han ido dando pasos. Zuriñe González, componente de esas asambleas de vivienda, ha explicado cómo están activando y dando protagonismo a la afiliación en esta batalla. Ese trabajo, ha indicado, está dando sus frutos.
«Hemos hecho frente a las situaciones de dos miembros de LAB y sus familias que iban a ser desahuciadas en Nafarroa y se iban a quedar en la calle. En ambos casos, hemos conseguido parar los desahucios y conseguir nuevos acuerdos», ha desvelado.
Además, en Gasteiz, han mantenido diversas negociaciones consiguiendo contratos más ventajosos para algunos afiliados y afiliadas. Otra tarea que han abordado ha sido la de gestionar con entidades bancarias cientos de reclamaciones de gastos hipotecarios, recuperando miles de euros pendientes de devolución.
Asimismo, proseguirán adelante con su campaña ‘Langileen alde, etxebizitzaren negozioa eten!’, que reivindica que la vivienda sea un derecho en vez de un negocio. Además del control de precios, piden medidas que provoquen su descenso inmediato, así como la prohibición de los pisos turísticos. «De forma prioritaria, las viviendas deben ser para vivir y hay que aumentar el parque público multiplicando el alquiler social», han insistido.
El sindicato también exige que se pongan límites a la especulación y se apliquen los mecanismos que en estos momentos tienen los gobiernos para que la CAV sea declarada zona tensionada y la política fiscal sea a favor de las y los inquilinos.

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