La Real ha disfrutado de un fin de semana espléndido, en el que su victoria en Madrid se ha visto redondeada por los tropiezos de Atlético y Athletic, que le aúpan a la tercera plaza, con dos puntos de ventaja sobre las colchoneras y tres sobre las rojiblancas. Pero el equipo donostiarra quiere posponer la resaca festiva para, a ser posible, agrandarla. Mañana reciben al Real Madrid en Zubieta (19.00) para disputar el partido aplazado de la 11ª jornada y tienen todo por ganar.

Y es que el equipo sabe, por un lado, que todo lo que sume afianzará su tercera posición. Pero el encuentro, además, le permite seguir avanzando en la mejora competitiva con la que se ha comprometido con la llegada de José Luis Sánchez Vera al banquillo y que, destaca el técnico madrileño, empieza a ser patente en los dos últimos meses. Los cuatro encuentros que disputarán Real y Real Madrid en dos meses, desde la semifinal de Supercopa del pasado 23 de enero al choque liguero de la segunda vuelta del próximo 30 de marzo, se presentan como un test espléndido para comprobar su evolución frente al segundo clasificado de la Liga F. Uno de los «dos grandes equipos de esta competición», destaca Sánchez Vera.

También un rival al que las donostiarras plantaron cara en la semifinal de la Supercopa aunque acabaran cayendo, principalmente por la calidad individual de las madrileñas. «Tenemos cuatro enfrentamientos con el Real Madrid en poco tiempo. Si en los cuatro somos capaces de mantener un ritmo, un nivel competitivo como en Supercopa, podremos sacar valoraciones de si realmente hemos crecido y que no se quede en una situación aislada. Es verdad que las muestras del equipo en diciembre y enero a nivel de solidez, de confianza, de bloque, ese nivel colectivo de ver y decir buff ha cambiado mucho este equipo, las estamos teniendo –ha destacado–. Pero mañana hay que jugar y ver si esa distancia se va reduciendo o no. Y el Real Madrid es uno de los dos grandes de esta Liga».

En este sentido, asume que, además de la mejoría que pueda estar experimentando su equipo conforme avanzan las semanas, para ganar un encuentro de estas características, también tiene que haber «colaboración» rival. En la semifinal de Supercopa «estuvimos muy bien y aún así o ganamos», recuerda el entrenador madrileño. «Esa es la realidad. Es un equipazo. En estos partidos se tienen que dar muchas cosas. Que el Real Madrid no esté todo lo acertado, tú sí, que se den muchas situaciones de juego para que con equipos tan potentes puedas conseguir un resultado».

El marcador final, en cualquier caso, preocupa lo justo a un entrenador que piensa en el proyecto de forma global. «Estamos intentado dotar al equipo de una riqueza táctica diferente para competir porque pensamos mucho en el medio y largo plazo –explica–. Un equipo que tiene una propuesta clara de modelo, que intenta recuperar y tener la pelota pero no tienen por qué identificarse con ningún dibujo. Sí creo en muchas situaciones, qué tengo que hacer para recuperar la pelota cuanto antes y cuando la tengo cómo puedo hacerle daño al rival... Y cada partido tiene sus condicionantes. Cómo podemos hacer para aumentar el nivel individual de las futbolistas, ubicarlas para sacar su mejor versión porque es importante no encasillar y en eso estamos trabajando». También obteniendo frutos que pasan, por ejemplo, por la solidez del equipo. «El otro día me comentaba Elene que llevamos ocho o nueve jornadas con la portería a cero. Para estar cerca de los grandes, esa versión tan abierta, ofensiva, no basta si no tienes la otra, la defensiva, la de saber ordenarte, esos momentos que no tienes el balón. Tienes que saber competir noventaytantos minutos y creo que el equipo lo está haciendo».

Con ganas de «molestar»

Lo demostró el sábado ante el Madrid CFF, un partido del que Sánchez Vera salió muy satisfecho. También porque aupó a la Real a la tercera plaza, que ahora ocupa en solitario, aunque no piensa demasiado en esa circunstancia. «No hay un objetivo deportivo marcado por el club –explica–. Yo sí quise ser top6, volver a que la Real sea un equipo regular y continuado en el tiempo. Los partidos que yo miraba ayer eran el del Tenerife, Granada... para ver a qué distancia está el séptimo». De hecho, cree que «seguramente en la jornada 30, los puestos de Champions será para Barcelona, Real Madrid y Atlético».

Pero como nunca se sabe y a todo el mundo agrada un caramelo, más con sabor europeo, el técnico madrileño está feliz de ver a esta Real «incordiona». «A ver qué somos capaces de hacer. De momento la Real molesta. Mucha gente querrá que gane mañana el Real Madrid y eso nos alegra, nos gusta, nos reconforta. Lo intentaremos y si lo conseguimos perfecto y si no, a preparar el partido del sábado igualmente». En el vestuario «no hablamos de clasificaciones, de resultados, pero sí de las sensaciones de los dos últimos meses –insiste–. Empezamos a encontrar sentido a las cosas que hacemos y sobre todo las jugadoras saben dar respuesta a por qué y para qué hacemos esas cosas. i eso viene acompañado de resultados, mejor. A disfrutarlo, a molestar hasta el final y ya veremos hasta dónde llegamos».

El futuro de Oihane Hernández

El Real Madrid, por su parte, llega a la cita habiéndose dejado puntos en Liga solo ante Barcelona, Atlético y, contra todo pronóstico, Eibar. El viernes goleó al Espanyol (5-0) para asegurar una segunda plaza que difícilmente le quitará nadie y echar tierra sobre la contundente y enésima derrota ante el Barcelona en la final de la Supercopa. También como Oihane Hernández como protagonista de la rumorología. La lateral vizcaina ha perdido muchísimo protagonismo esta temporada –apenas ha disputado 434 minutos, lo que también le está dificultando entrar en los planes de Montse Tomé, que le ha dejado fuera de sus dos últimas convocatorias– y podría estar negociando su salida para marcharse a la NWSL estadounidense.