El pacto en la cúpula del PNV entre los tres principales posibles candidatos a presidir el partido, por el que Andoni Ortuzar y Markel Olano han dejado el camino libre a Aitor Esteban, supone que los afiliados del PNV solo podrán votar al actual portavoz del partido en el Congreso para que se ponga al frente del EBB.

Por otra parte, el lunes se conocerá la lista de personas que aspiren a formar parte de la dirección y que hayan pasado el cedazo de la Comisión Nacional de Garantías y Control del PNV, entre las que habrá que elegir a ocho burukides que conformarán el EBB junto a los presidentes de las ejecutivas territoriales.

Según se ha transmitido de forma oficiosa, en este terreno también hay un pacto entre las partes, que da lugar a una plancha de ocho nombres, y que además vienen ya cerrados por territorios y sectores. Por Bizkaia la integran Miren Martiarena, Manu Tejada y Andoni Busket, (sector Ortuzar) y Maite Ipiñazar (Esteban). Por Gipuzkoa: Markel Olano y Jon Ganbra. Desde Araba: Joseba Díez Antxustegi. Y como representante de Nafarroa: Javier Ollo.

La teoría es que en cada batzoki cada afiliado puede elegir libremente a los candidatos. Es más, el artículo 96.3 de los Estatutos del PNV, aprobados en 2020, recoge que «en el ejercicio del derecho de sufragio no se admitirán en ningún caso listas cerradas ni cualquier otro mecanismo que obligue a la afiliación a votar una lista en su totalidad».

Es cierto que la plancha que circula no supone una obligación, pero también lo es que facilita que el militante pueda optar por una lista única que completa los ocho cargos y entienda que no hay otra elección con posibilidades reales.

En este contexto, el sector crítico con el actual aparato del partido y con este tipo de pactos de las élites, entiende que la forma de evidenciar una denuncia de esta situación interna es votar a personas que están fuera de esa especie de candidatura oficial.

En su caso, proponen el apoyo a Eneko Lekue, concejal de Etxebarri, que no logró los apoyos para optar a ser presidente del EBB, pero que sí puede ser votado para miembro de la Ejecutiva Nacional. Y lo miso ocurre con David Salinas de Armendariz y Olatz Jauregi.

«Democracia»

Dada la situación a la que se ha abocado a la afiliación jeltzale, llama la atención que Aitor Esteban encabezara el jueves su carta de aceptación de la presidencia con el párrafo de que «la democracia es un valor fundamental en nuestra sociedad y, por ende, en los partidos políticos. Es un orgullo ver que EAJ-PNV es uno de los pocos partidos en los que la participación de su afiliación cuenta realmente y en el que el diálogo funciona».

Si un posible fundamento de esa democracia es la posible elección entre distintos, tampoco encaja que Andoni Ortuzar renunciara a la segunda vuelta aduciendo que «ha surgido otra candidatura con la suficiente ambición para asumir la presidencia del EBB. Por muy bien y civilizadamente que queramos hacer un proceso de segunda vuelta con dos candidaturas enfrentadas, el riesgo de división en el seno del Partido sería alto y una irresponsabilidad».

Por su parte, el parlamentario y ex diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, renunció a la segunda vuelta afirmando que es «el momento de la participación de la militancia y de la unidad».

Los tres candidatos que han cerrado el pacto que deja muy poco margen a la elección de los afiliados, han hecho un llamamiento a la participación en la segunda vuelta. Cabe señalar que en la primera, aunque el PNV no proporciona datos oficiales, se puede determinar una abstención superior al 80% de la afiliación con derecho a voto.

La segunda vuelta tendrá lugar entre el lunes, 10 de febrero, y el día 26. El proceso finalizará el 29 y 30 de marzo en Donostia.