Los dos actores del bipartidismo, mirando con lupa las contradicciones del bloque rival. Es el prisma con el que se ha vivido esta semana parlamentaria y que ha llevado a que el debate en el Congreso lo protagonicen dos temas que disparan choques ideológicos y tácticos en el interior del PSOE y el PP.

La andanada de diez preguntas que el Grupo Popular ha disparado este miércoles contra el Gobierno se ha centrado en la inestabilidad de la coalición de investidura y las disputas en el Consejo de Ministros, haciendo hincapié en la política de defensa y la posición frente a Ucrania y la administración Trump.

Desde el lado socialista se ha recordado que el socio preferente del PP en gobiernos autonómicos y ayuntamientos es aliado del trumpismo antieuropeo y también el sable ha querido horadar la contradicción entre la estrategia de Génova y la de los barones autonómicos frente a la condonación de 83.000 millones de euros que impulsa Moncloa, derivada de un pacto con Esquerra Republicana.

«¿Cree que su coalición con nacionalistas, separatistas, comunistas y Bildu es la adecuada para este momento de Europa?», ha preguntado Feijóo. «Sí», ha respondido Sánchez

«¿Cree que su coalición con nacionalistas, separatistas, comunistas y Bildu es la adecuada para este momento de Europa?», le ha preguntado Alberto Núñez Feijóo al presiente del Gobierno, quien ha respondido que «sí», seguido de cifras positivas de la economía del Estado español.

Citando la votación fallida de la proposición de ley del Suelo (impulsada por el PNV y PSOE), el líder del PP le ha recalcado que la mayoría que sostiene al Ejecutivo «se ha vuelto a romper» y que Sánchez «no tiene ni autoridad para cesar a los ministros que han votado en contra», en alusión a los de Sumar. «¿Quién cree que lo va a apoyar en su política de Defensa? Sus socios ya le han dicho que no. Como dijo su exrival en las primarias (Susana Díaz), ‘Pedro, tu problema eres tú’, ahora usted es el problema de todos los españoles».

El líder del PSOE ha respondido preguntándole a Feijóo si «de verdad se ha pensado» el voto en contra a la condonación de deuda a todas las autonomías y ha ironizado: «No le vaya a pasar lo mismo con las pensiones, que va a quedar atrapado por sus propias contradicciones».

Acto seguido le ha recordado que su asesor en política exterior (González Pons) tachó de «ogro naranja» a Trump y que su casi vicepresidente si gobernaba, Abascal, «está defendiendo los aranceles», por lo que le exige que «rompa con la ultraderecha, rompa con quienes quieren romper Europa».

El portavoz Borja Semper también ha preguntado a la ministra de Defensa, Margarita Robles, sobre quién pensaba que les va a apoyar cuando haya que subir el presupuesto de Defensa. «¿Lo hará Esquerra, Podemos, Bildu?», ha añadido. Y previamente los diputados más lenguaraces elegidos por Feijóo para ese papel, Miguel Tellado y Esther Muñoz, han atacado a la vicepresidenta María Jesús Montero por su vínculo con el gobierno andaluz al que tildan de «corrupto» y le han pedido responsabilidad por ello y el ‘caso Koldo’.

Esteban se va, Otero viene

También ha hecho referencia al rol en Europa el portavoz del PNV, Aitor Esteban, quien ha protagonizado el quizás único momento distendido del pleno. Tras preguntarle a Sánchez por cómo encarará un futuro para el que pidió «más Europa», ha sido aplaudido de pie por media bancada del PSOE y media de Sumar y ovacionado también por integrantes de ERC, a la vez que obtenía murmullos y abucheos desde las derechas.

Sánchez le ha agradecido su colaboración en estos años y ha opinado que las Cortes «pierden a uno de sus mejores oradores», aunque consideró que el PNV «gana un extraordinario presidente». «Espero que podamos seguir trabajando y cuente con que esta legislatura vamos a modificar la ley de Secretos Oficiales», ha cerrado el presidente del Gobierno, respondiendo así al pedido del jeltzale.

Esteban ha tenido este miércoles su última pregunta de control al Gobierno en su larga trayectoria como parlamentario (es el decano de la cámara y el único portavoz parlamentario que quedaba vigente desde los tiempos de Mariano Rajoy). Su último pedido a Sánchez fue por la ley de Secretos Oficiales, cuyo anteproyecto está todavía en la nevera del Congreso.

En breve conversación con NAIZ, Esteban ha confirmado que seguirá asistiendo a las sesiones hasta fines de marzo. «Sí, me he emocionado, no me esperaba el aplauso ni las palabras del presidente», ha dicho. En un pasillo ha sido saludado con afecto y un abrazo por el portavoz socialista y exlehendakari, Patxi López.

También ha sido un día especial para otro escaño correspondiente a Euskal Herria: ha sido la jornada debut del diputado Mikel Otero (ha sustituido a Iñaki Ruiz de Pinedo), quien ha preguntado al ministro de Memoria Democrática, Angel Torres, por el compromiso de financiar la creación del centro memorial Martxoak 3.

La cuestión de la deuda

La condonación de deuda autonómica para con el Estado parece que se convertirá en una nueva batalla parlamentaria entre los bloques. Vox se planta en el ‘no’ rotundo y el PP la critica, aunque todavía se niega a asegurar que no vaya a haber cambios con su posición (como acaba de haberlo con el real decreto ómnibus).

La condonación de deuda autonómica se convertirá en una nueva batalla parlamentaria. Vox se planta en el ‘no’ rotundo y el PP se lo piensa

El consejo interterritorial de Hacienda se reunirá este miércoles tarde y se espera que la ministra Montero lo ponga a debate. Allí el 50 por ciento de los votos corresponde a Hacienda, por tanto es imposible que se vea bloqueada la decisión (hay tres presidentes autonómicos socialistas, sin contar con Nafarroa en este caso).

Fuentes parlamentarias del bloque de investidura informaban a NAIZ de que todavía todo está «muy verde» porque hay discrepancias en torno a qué táctica legislativa seguir: algunos juristas creen que, por el tema que es, se requiere una tramitación vía ley orgánica, previa aprobación en el Consejo de Ministros y con la posterior gira del proyecto en todos los órganos consultivos. Este proceso alargaría meses la puesta en ejecución de la iniciativa. Otros, en cambio, creen que no hace falta eso y que puede resolverse solo con una decisión del Consejo de Ministros.

Otra arista de esto es la contradicción al interior de la coalición de Gobierno: en Sumar algunas voces han chirriado al conocerse la noticia. Son los diputados de Compromís y de la Chunta Aragonesista, pertenecientes al grupo confederal Sumar. Fuentes del mismo han confirmado a NAIZ que tras la reunión entre los diputados este mediodía se han acercado posiciones.

La calma a los diputados críticos ha llegado luego que Sumar acordara pedirle al PSOE algún compromiso con respecto a acelerar las conversaciones por la reforma en la financiación autonómica y, además, a exigir una «reestructuración de la deuda que quede pendiente», que rebaje los intereses a pagar y estire los plazos.