
Ecologistas en Acción, Sustrai y la Plataforma contra las Minas de Potasa en la Bal d'Onsella y Erreniega han calificado de «inadmisibles» las declaraciones de la lehendakari María Chivite en apoyo de la mina Muga proyectata por la empresa Geoalcali en el entorno de Zangoza y poblaciones cercanas de Aragón.
Estos colectivos recuerdan que el Tribunal Superior de Justicia de Nafarroa (TSJN) estimó su demanda y anuló el permiso de explotación en los términos de Xabier, Zangoza y Esa.
Geoalcali ha interpuesto un recurso ante la sentencia del TSJN y desde estos colectivos se reclama que «se respeten los ritmos de la Justicia».
Junto a ello, ha criticado que Geoalcali «esté desarrollando medidas de presión» a través de su CEO, Ignacio Salazar. Concretamente, citan el envío de cartas a la ministra española de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Sara Aagesen; y los encuentros mantenidos por Chivite.
Chivite apuesta por la mina
La lehendakari navarra ha manifestado que la mina Muga es «un proyecto que contribuirá significativamente al desarrollo económico y social de la región. Estamos apostando firmemente por su implantación».
No es la primera vez que Chivite se manifiesta abiertamente a favor de esta mina. En julio de 2021 acudió al lugar en el que se planea la explotación para dar apoyo al proyecto.
Para estos colectivos, las declaraciones de Chivite son «inoportunas e inadmisibles» y exigen que concluyan las presiones de Geoalcali sobre las administraciones estatal y autonómica y «respeten los ritmos de la Justicia».
En este sentido, recuerdan que también han interpuesto recursos contra los permisos a la mina en los TSJ de Aragón y Madrid. «Nuestros argumentos son los mismo, por lo que esperamos que los jueces se pronuncien del mismo modo, anulando ambas concesiones», señalan.
Además, destacan que el TSJ de Madrid deberá pronunciarse también sobre la declaración de impacto ambiental de la mina, «que nosotros consideramos que es incompleta y defectuosa y no garantiza una correcta evaluación ambiental».
Aumento de las emisiones
Ecologistas en Acción, Sustrai y la Plataforma contra las Minas de Potasa en la Bal d'Onsella y Erreniega instan a los distintos gobiernos a que no asuman como propias las pretensiones de Geoalcali. «El proyecto mina Muga va en dirección opuesta de lo que necesitamos, que es descarbonizar nuestro modelo productivo y no emitir más emisiones de gases de efecto invernadero», subrayan.
En este sentido, destacan que los impactos de la miga son elevados, ya que la potasa obtenida se destinará a la agricultura intensiva y para su transporte se emplearán 500 camiones diarios.
Junto a ello, señalan que la mina no servirá para beneficiar a una zona afectada por la despoblación. «No necesitamos este tipo de proyectos que alteran la calidad de vida que buscamos en entornos alejados de los grandes centros de población, proyectos que sí contribuyen al éxodo rural. Lo que las comarcas afectadas necesitan es fijar su población y garantizar puestos de trabajo con proyectos sostenibles. Pero las cifras ofrecidas por la empresa de creación de puestos de trabajo son un canto de sirena desesperado para tratar de convertir este proyecto en algo interesante», destacan.
Estos colectivos también alertan sobre la escasa solvencia de los inversores chinos en el proyecto, Shandong Energy y Yankuang Energy, y sobre los efectos que podría la mina tener en el cercano embalse de Esa.

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