Aritz Intxusta
Redactor de actualidad

El doble rasero de UPN: de intentar hermanar Iruñea y Leópolis a criticar lonas propalestinas

Durante un mes, carteles contra el genocidio palestino estarán colgados en un edificio municipal por orden del Ayuntamiento de Iruñea. UPN lo critica por «partidista». La postura contrasta con la iniciativa de la exalcaldesa Cristina Ibarrola, que impulsó el hermanamiento con Leópolis (Ucrania).

Las lonas colocadas junto al Ayuntamiento que han desatado las críticas de UPN.
Las lonas colocadas junto al Ayuntamiento que han desatado las críticas de UPN. (AYUNTAMIENTO DE IRUÑEA)

Dos lonas con los colores de Palestina y en las que se ve a una madre y un niño y los colores de la bandera palestina se podrán ver en la fachada de Casa Seminario hasta el 1 de abril. El Ayuntamiento de Iruñea apoya esta iniciativa en un acuerdo plenario del pasado mes de octubre en el que se consensuó «mostrar públicamente la solidaridad con el pueblo palestino».

Junto con ello, a través de una nota, el Consistorio indica que se escogió la imagen de la mujer y el niño porque «precisamente la población infantil es la más afectada en esta situación» y recuerda que, según Unicef, más de 14.500 niñas y niños habían muerto en Gaza a finales del año pasado.

En cuanto al texto, únicamente se reivindica «el derecho de vivir en paz» en euskara, árabe y castellano, frase que haría alusión a una canción del cantautor chileno Víctor Jara, que se publicó en 1971. 

UPN se ha mostrado muy crítico con la decisión de estos carteles, que considera «una nueva e inaceptable utilización de espacios públicos al servicio de la política partidista de EH Bildu».

La formación regionalista recuerda, además, que llevó a los tribunales la foto que se sacaron los concejales de EH Bildu en las escaleras del consistorio con una bandera palestina, para llamar a una manifestación contra el genocidio. Y que el Tribunal Administrativo de Navarra les había dado la razón, apoyándose en la Ley de Símbolos que castiga cualquier exhibición de una bandera que no sea oficial en un edificio público (y que prácticamente fue una ley ad hoc para proscribir la ikurriña).

La persecución de símbolos de apoyo a la causa palestina llevó a UPN hace un año a perseguir a un empleado del ayuntamiento por haber colocado un folio A4 con una bandera palestina impresa en la luna trasera de una furgoneta municipal de mantenimiento. 

Esta actitud censora choca con la forma en que se manejaba Cristina Ibarrola en su breve etapa como alcaldesa, momento en el que se volcó con la población ucraniana que estaba siendo víctima de vulneraciones de derechos humanos a causa de la invasión rusa.

La alcaldesa Ibarrola, junto a una bandera ucraniana en el salón de actos del Ayuntamiento. (AYUNTAMIENTO DE IRUÑEA)

También ella posó junto a banderas de Ucrania cuando recibía a población que se refugió en la Comunidad Foral huyendo del conflicto. Y era lógico que sucediera de esa manera y que el servicio de prensa del Ayuntamiento remitiera esas imágenes después. 

Pero es que ese UPN tan celoso de que aparezcan símbolos de solidaridad con Gaza fue mucho más allá en su apoyo a Ucrania.

La exalcaldesa realizó un viaje a título personal a Ucrania junto a enfermeras navarras. Fue una visita relámpago y con cierto tinte de autopromoción que llevó a cabo en julio de 2022, cuando aún era la responsable de UPN para temas sanitarios en el Parlamento.

El pregón de aquel año en Iruñea de la Navidad de aquel año se dedicó a ese grupo de enfermeras por la labor humanitaria realizada.

Ya siendo alcaldesa, Ibarrola impulsó un hermanamiento de Iruñea con Leópolis a través de contactos que, según dijo, realizó en su visita a la ciudad.

La iniciativa no prosperó después de que Joseba Asiron tomara la vara de mando. El Ayuntamiento emitió un informe que acreditaba que no existía un vínculo con Leópolis equivalente al resto de ciudades hermanas. 

El esfuerzo por censurar reivindicaciones distintas a las que UPN considera justas, por otro lado, no es asunto exclusivo de Iruñea. Hay más casos recientes en Lizarra, Tutera y hasta en el propio Parlamento foral.