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Los Denver Nuggets destituyen a su técnico Mike Malone a falta de tres partidos de Fase Regular

Tras diez años en la franquicia de Colorado y el anillo de 2023, los Nuggets se han deshecho de su entrenador y al manager general Calvin Booth, pareja que en su día decidió apostar por Nikola Jokic como jugador referencia de la franquicia. La igualdad en el Oeste desata la guerra de nervios.

Mike Malone, cesado del banquillo de los Nuggets a falta de tres partidos de Fase Regular.
Mike Malone, cesado del banquillo de los Nuggets a falta de tres partidos de Fase Regular. (Katelyn MULCAHY | AFP PHOTO)

La Conferencia Oeste de la NBA siempre ha recibido el sobrenombre de «salvaje». Y la famosa «Wild Wild West» viene más salvaje que nunca en este final de Fase Regular, al punto de que no se libra nadie, por buen palmarés que tenga.

Si hace un par de semanas eran los Memphis Grizzlies quienes cesaban a Taylor Jenkins a pesar de recuperar a la franquicia de Tennessee para la élite después de una campaña 2023/24 desastrosa por culpa de las lesiones, dándole así la alternativa al técnico finés Tuomas Íisalo, que en tres años ha pasado de ganar la FIBA BCL con la escuadra alemana de Bonn y refrendar su éxito ganando la Eurocup con Paris Basketball –llevándose el 50% de su plantilla de Bonn a tierras francesas– , a pelear al frente del banquillo de una franquicia de la NBA en la salvaje Conferencia Oeste.

Pero si lo de Jenkins sorprendió, el reciente cese de Mike Malone, entrenador jefe de los Denver Nuggets en la última década, ganador del anillo de la NBA en 2023, a solo tres partidos de culminar la Fase Regular, ha sido un bombazo. No solo ha caído Malone del organigrama de la franquicia de Colorado, sino que otro de los principales arquitectos de estos Nuggets con Nikola Jokic como referente, el manager general Calvin Booth, también ha salido por la puerta de atrás cuando está a punto de empezar la parte más atractiva de la campaña en la NBA.

La Fase Regular termina el domingo día 13, del 15 al 18 se disputan los partidos de play-in y los play-offs arrancarán el día 19, Sábado de Gloria.

Obvio que hay más motivos que solo los clasificatorios. Una década al frente de un banquillo genera desgaste –con Malone al frente, los Nuggets tienen un récord de 471 victorias y 327 derrotas, llevando a Denver a la Final de la NBA y campeonato en 2023 ante los Miami Heat–, la apuesta por poner al lado de Nikola Jokic un jugador tan talentoso como inestable como Russell Westbrook no ha terminado de salir, mientras que parece difícil imaginar un Oeste sin el dominio de unos Oklahoma City Thunder que lideran con puño de hierro con 65 victorias, con el permiso de lo que puedan hacer los Lakers de LeBron James y Luka Doncic, asumiendo que los Houston Rockets, segundos del Oeste con 52 victorias, aún están muy tiernos para optar al anillo.

Y porque el guirigay posterior cualquiera lo entiende. Si los Lakers ocupan la tercera plaza con un balance de 48-31, la octava plaza es para los Minnesota Timberwolves con 46-33 en su casillero, mientras que Clippers, Nuggets, Warriors y Grizzlies –del cuarto al séptimo, respectivamente–, empatan con un balance de 47-32.

Sin explicación

¿Merecía la pena tomar esta decisión tan drástica en medio de un lío morrocotudo camino de los emparejamientos en la pelea por el anillo? Los Nuggets, amén del anillo de 2023, el primero de su historia, han alcanzado las Semifinales de Conferencia en cinco de los seis últimos años –siendo 2022 la única excepción en unos Nuggets abrasados por las lesiones, cayendo en primera ronda ante unos Warriors que acabarían ganando el campeonato– y el dúo que conforman Nikola Jokic y Jamal Murray está más que asentado en la élite y sabe lo que se hace cuando llegan las eliminatorias, pero sin su gran valedor –no hay que olvidar que Jokic fue elegido en segunda ronda del draft de 2014, en el puesto 41, siendo uno de los mayores «robos del draft» de la historia de la NBA–, las incógnitas se redoblan.

De momento, la organización no ha ofrecido detalles sobre los motivos que han precipitado esta drástica decisión. La falta de una explicación oficial abre la puerta a todo tipo de especulaciones, desde posibles desacuerdos internos sobre la gestión o el futuro del equipo, hasta un inesperado cambio de rumbo deseado por la directiva, aunque resulta difícil de justificar dados los resultados recientes y el rendimiento actual del conjunto.

Obvio que las decisiones estratégicas van mucho más allá de lo que suceda en el parqué durante unas pocas semanas o meses, pero desde luego que la gerencia de los Nuggets o ha pecado de ambiciosa, o de nerviosa, o simplemente no le da opciones reales de obtener su segundo anillo y ha decidido cortar por lo sano, por más que el don de la oportunidad no parece que haya acompañado a esta decisión.