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Un 60,3% de mujeres ha sufrido violencia sexual dentro de la industria del cine y audiovisual

Un 60,3% de mujeres asegura que ha sufrido violencia sexual dentro de la industria audiovisual, según un estudio de la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA). La santurtziarra Nerea Barjola, coautora del informe, asegura que la violencia sexual se percibe como «inevitable».

Tres activistas de Femen denuncian los casos de violencia sexual en el cine, en la Academia del Cine Español, en 2024.
Tres activistas de Femen denuncian los casos de violencia sexual en el cine, en la Academia del Cine Español, en 2024. (Mateo LANZUELA | EP)

Un 60,3% de las mujeres de entre 20 y más de 50 años declaran haber sufrido algún tipo de violencia sexual en los espacios relacionados con la industria del cine y del audiovisual, según se desprende del informe ‘Unidas por una industria audiovisual igualitaria, diversa y libre de violencias’ de la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA).

Para elaborar el informe, CIMA ha encuestado a 312 mujeres, además de haber entrevistado a profesionales de la industria audiovisual y haber realizado «historias de vida» con testimonios de víctimas. Así, además de revelar que tres de cada cinco mujeres participantes ha sufrido violencia sexual, dicho informe explica que el grupo más afectado se encuentra entre los 40 y 49 años, representando el 37% de las mujeres que han denunciado haber vivido alguna de estas situaciones. Es decir, más de la mitad de las mujeres, independientemente de su edad, ha sufrido algún tipo de violencia sexual en el sector.

Entre las mujeres que han sufrido violencia sexual, el informe detalla que el 81,4% ha enfrentado acoso verbal; el 49,5%, acoso físico; y el 22,3%, acoso virtual o digital. Además, el 92% de las mujeres que han sufrido violencia sexual no lo ha denunciado.

El miedo a represalias, la inseguridad sobre cómo proceder y el desconocimiento de los mecanismos de denuncia son las principales razones argumentadas para no denunciar.

En cuanto a la percepción de la respuesta institucional, el 77% de las mujeres que denunciaron consideran «mala» o «muy mala» la atención recibida, y el 64% desconoce la existencia de protocolos para prevenir y abordar la violencia sexual en sus lugares de trabajo; y solo el 24,4% conoce bien los derechos de las víctimas recogidos en la ley del ‘sólo sí es sí’.

El informe también revela que el 76,3% considera que las personas en posiciones de poder abusan frecuentemente de su autoridad para ejercer violencia sexual. Además, el 64,4% opina que las denuncias no son tomadas en serio por la industria, porcentaje que sube al 80% entre las mujeres más jóvenes (20-29 años).

En cuanto a los sectores en los que suceden este tipo de violencias, todas las mujeres profesionales de todos los departamentos –interpretación, dirección, arte, maquillaje, peluquería, sonido, guion, producción, posproducción y otras– se han enfrentado de alguna forma a la violencia sexual.

En ese sentido, una de las autoras del informe, Nerea Barjola, ha evidenciado en la rueda de prensa que violencia sexual se percibe como «inevitable» e integrada dentro del entorno laboral en la industria del cine y audiovisual, mientras que las mujeres jóvenes son «dobles víctimas», ha explicado.

Normalización y estructuralización de la violencia sexual

Precisamente, los resultados muestran una «naturalización» y «normalización» de las violencias sexuales que desde CIMA, avisan, están completamente integradas dentro del entorno laboral porque se asocian a una «jerarquía» y a una «cultura de la permisividad».

Por otro lado, advierten de que las mujeres jóvenes sufren doble vulneración porque se las ve como «presas». Así, «se ven obligadas a hacer cosas» que no quieren para poder tener un desarrollo como profesionales, asegura Barjola. «Cuando admiran a una persona, actor o director, el consentimiento no es del todo libre», ha añadido.

Por todo ello, desde la entidad afean un «sistema de silencios» y critican que el silencio colectivo es lo que sigue alimentando esta cultura, a la vez que han pedido «espacios de sororidad».

Antes de la presentación del informe, Bárbara Tardón -coautora del estudio-, ha exigido al Ministerio de Trabajo español que se reconozca la violencia sexual como un riesgo laboral.

El estudio concluye que las violencias sexuales en el cine y el audiovisual «son un fenómeno estructural, normalizado e invisibilizado, que requiere una respuesta integral, coordinada y urgente por parte de la industria, las instituciones y la sociedad para garantizar entornos laborales seguros y libres de violencia para las mujeres».