El protocolo por el que el fuerte de Ezkaba se convertirá en lugar de memoria ha sido aprobado este miércoles por el Gobierno de Nafarroa, que lo firmará en breve con el Ejecutivo español. Esta decisión se ha tomado pocos días antes de que el domingo se conmemore la histórica fuga de 1938.

Según ha informado el Gobierno navarro en conferencia de prensa, el acuerdo contempla la declaración del espacio como lugar de la memoria por parte del Estado, propietario del fuerte, que posibilitará el desarrollo en una de sus partes de un proyecto memorialístico por parte del Departamento de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera.

Un «hito importante»

La vicepresidenta segunda y consejera de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera, Ana Ollo, ha afirmado que éste es un «hito importante» en un momento en que la memoria histórica es cuestionada por «movimientos negacionistas cuando no involucionistas».

El acuerdo, que ya cuenta también con el visto bueno del Gobierno español, prevé que el fuerte sea declarado lugar de memoria democrática. Se incorporará de este modo a la red, que en base a la Ley Foral de Lugares de Memoria, ya cuenta con 24 lugares a los que en breve se incorporarán otros cuatro.

El texto también incluye la voluntad de aplicar al fuerte de Ezkaba y al Cementerio de las Botellas la señalización propia de los Lugares de la Memoria.

Además, Madrid se compromete a colaborar en la custodia, vigilancia y conservación del inmueble en tanto la propiedad o posesión del mismo residan en la Administración General del Estado.

Por parte del Gobierno de Nafarroa, se impulsará un proyecto memorialista diseñado por el Instituto Navarro de la Memoria, con la participación de las asociaciones memorialistas, así como la puesta en marcha de un ‘Centro de Interpretación Histórica del Fuerte y de sus usos carcelarios’.

Es un proyecto que incorporará espacios emblemáticos, como el cuerpo de guardia, el primer patio, las celdas de castigo, el patio central, las galerías, las brigadas y los aljibes, así como el Cementerio de las Botellas.

También corresponderá a la Administración navarra implementar un régimen de visitas públicas del monumento, tanto para la ciudadanía, en general como para el alumnado de los centros escolares del herrialde, sin perjuicio de las competencias del Ministerio español de Defensa como titular del bien, y contando con la participación de la administración local.

El protocolo será firmado por la presidenta del Gobierno navarro, María Chivite, y por el Ejecutivo español, la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Torres.

Homenaje

Este anuncio ha tenido lugar pocos días antes de que el próximo domingo se recuerde la histórica fuga ocurrida en ese lugar en 1938. Organizado por Txinparta, ese día a las 12.00 horas ante las puertas del fuerte tendrá lugar el homenaje a los 7.400 presos y sus familiares.

En esta ocasión se recordará especialmente los actos de memoria que los pueblos de la antigua Cendea de Antsoain realizaron en sus localidades entre 2009 y 2010, reconociendo oficialmente a los enterrados en sus cementerios y colocándoles placas con sus nombres y procedencia.

Con anterioridad se celebrarán otras actividades. Así, el viernes día 23 el Espacio Cultural Antsoain acogerá a las 19.00 horas la presentación del libro ‘Mauro’, de Mikel Guerendiáin, que cuenta una historia enmarcada en la fuga del fuerte.

Y al día siguiente, el sábado, a las 19.00 horas en el Teatro Antsoain se representará la obra de teatro ‘El enterrador’, basada en la historia real del enterrador de Paterna, que utilizó botellas para ayudar a las familias en la identificación de las personas muertas en el fuerte de Ezkaba a las que tuvo que dar sepultura.