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Represalia de Trump a Harvard: le veta matricular alumnos extranjeros por «proterrorista»

El ataque de Donald Trump a la Universidad de Harvard, crítica con sus políticas, ha desembocado en un insólito veto a la posibilidad de matricular alumnos extranjeros, que suponen más de un cuarto del total y acarrean talento de todo el mundo.

Concentración en la universidad de Cambridge (Massachusetts, Estados Unidos) en denuncia de la represión a Harvard.
Concentración en la universidad de Cambridge (Massachusetts, Estados Unidos) en denuncia de la represión a Harvard. (Joseph Prezioso | AFP)

La Administración de Donald Trump ha anunciado este jueves que prohíbe a la Universidad de Harvard matricular a estudiantes extranjeros «por conducta proterrorista» en un nuevo pulso entre la Casa Blanca y la institución educativa con motivo de las protestas en su campus contra la ofensiva israelí en la Franja de Gaza.

La secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos, Kristi Noem, ha informado de que le ha retirado la certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio al haber «perdido este privilegio» como resultado de su «negativa» a la hora de entregar la información solicitada y «perpetuar un ambiente inseguro» que «es hostil para los estudiantes judíos, que promociona el apoyo pro-Hamás, y aplica políticas racistas de diversidad, igualdad e inclusión».

Noem ha trasladado su decisión en una carta en la que ha indicado que «todas las universidades deben cumplir con los requisitos» de su oficina para «mantener el privilegio» que según él supone matricular a estudiantes extranjeros. «Esta medida no debe sorprender, puesto que es el desafortunado resultado del fracaso de Harvard para comprometerse con simples solicitudes», ha manifestado.

72 horas

Como resultado de esta decisión, la institución educativa no podrá tener estudiantes extranjeros durante el curso académico 2025-2026 y tendrán que ser trasladados a otra universidad «o perderán su estatus legal». Para recuperar el certificado antes del próximo año académico, Harvard «debe proporcionar toda la información requerida en menos de 72 horas».

La titular de la cartera ha pedido «todas las pruebas» que la universidad tenga en su posesión sobre actividad ilegal o violenta, amenazas o participación en protestas, «ya sea dentro o fuera del campus», de estudiantes extranjeros matriculados en los últimos cinco años. También ha pedido sus expedientes disciplinarios y evidencias sobre amenazas contra estudiantes o personal, así como privación de derechos.

«Tenga en cuenta que proporcionar información materialmente falsa, ficticia o fraudulenta puede estar sujeto a un proceso penal (...). También pueden aplicarse otras sanciones penales y civiles», ha avisado Noem, que ha aprovechado la ocasión para responsabilizar a Harvard «de fomentar la violencia y el antisemitismo en su campus, y de coordinarse con el Partido Comunista Chino» (PCCh).

«Harvard ha tenido muchas oportunidades de hacer lo correcto» y «se ha negado», insisten. «Que esto sirva de advertencia a todas las universidades e instituciones académicas del país», ha pedido a través de X.

140 países

El portavoz de la institución académica, Jason Newton, ha calificado la medida del Gobierno estadounidense de «ilegal» y como «una acción de represalia», advirtiendo de que «amenaza con perjudicar gravemente a la comunidad de Harvard y a nuestro país, y socava la misión académica y de investigación».

En declaraciones al diario 'The New York Times', ha asegurado que las autoridades del centro están «plenamente comprometidas a mantener la capacidad de Harvard para acoger a nuestros estudiantes y académicos internacionales que proceden de más de 140 países» y de los que ha destacado que «enriquecen inconmensurablemente a la universidad y a esta nación».