
La opción del desarme ha sido rechazada por el líder de Hezbolá, que ha prometido que nunca capitulará ante Israel.
«Las amenazas no conseguirán que capitulemos. Y que nadie nos pida que depongamos las armas», ha anunciado Qassem en un discurso este domingo en el que ha llegado a declararse sorprendido ante la «exigencia de desarme» dado que los cohetes de la organización «representan la base de sus capacidades de defensa».
Hezbolá e Israel se encuentran ahora mismo en un precario estado de alto el fuego desde noviembre del año pasado, en un cese de hostilidades tras meses de combates que comenzaron prácticamente al mismo tiempo que la guerra de Gaza, que primero comenzaron con intercambios de artillería y después continuaron con una invasión israelí en el sur del territorio libanés.
Israel había prometido retirarse del sur de Líbano y cesar sus ataques en la zona si el Ejército libanés asumía definitivamente el control del lugar, algo que según los militares israelíes nunca ha terminado de ocurrir, por lo que han continuando lanzando ataques contra lo que describe como «posiciones» de las milicias de Hezbolá, aliadas de Irán.
«No hay lugar para la rendición»
«Aquí no hay lugar para la rendición. Que nadie cuestione ni nuestras capacidades ni nuestras habilidades, porque somos hombres de combate», ha declarado Qassem en su discurso desde su búnker de Beirut, la capital libanesa, con motivo de la festividad chií del Día de la Ashura.
La hoja de ruta para el desarme de Hezbolá fue presentada por el enviado estadounidense Tom Barrack, y exigía el desarme de los grupos no estatales y el control estatal sobre todas las armas, una idea que ha contado con el beneplácito del presidente Aoun, quien ha insistido en muchas ocasiones en que la única entidad capacitada para defender el país debe ser el Ejército libanés.
Barrack, que en principio debe viajar este próximo lunes a Líbano para seguir tratando la cuestión con el Gobierno, había dado de plazo hasta el próximo mes de noviembre para que Hezbolá culminara su desarme, según fuentes próximas al documento a medios libaneses.

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