
El portavoz del PP, Borja Sémper, ha anunciado este lunes que en un chequeo médico le han detectado un tumor cancerígeno y que se tiene que someter a un tratamiento exigente, por lo que reducirá su presencia pública como dirigente del partido.
Sémper lo ha anunciado al término de una rueda de prensa en Madrid, para advertir de que su aspecto físico sufrirá alteraciones, así como no podrá ejercer el cargo con toda la disposición.
Tras contestar a la ronda de preguntas de los periodistas, el portavoz del PP ha dicho que quería compartir «una cosa» que «no tiene mucho que ver con la política», pero que entiende que es su «responsabilidad y obligación» hacerla pública.
Entonces, ha hecho una pausa para beber agua, ha pedido permiso para tutear y ha indicado que lleva días «intentando encontrar las palabras», antes de desvelar: «En el contexto de un chequeo médico rutinario, me detectaron un tumor cancerígeno, que me va a llevar a someterme a un tratamiento exigente».
A continuación, ha recordado que «cientos de miles de españoles» se someten cada año a tratamientos contra el cáncer y ha apuntado que va a hacer que su físico cambie, lo cual no es muy relevante, ha añadido, pero sí que su «presencia pública se vea alterada».
«Perspectivas razonables»
En ese sentido, ha matizado que no sabe si podrá continuar con sus ruedas de prensa de los lunes o si tendrá que atender a los periodistas en «lunes alternos». «Veremos en función de cómo va el tratamiento mi disponibilidad para seguir», ha indicado, antes de señalar que todo su esfuerzo va a estar encaminado a curarse.

Ha dicho también que «las perspectivas médicas son razonables», porque en un chequeo médico «rutinario» hallaron el tumor «en una fase muy primigenia», por lo que «la expectativa médica es de curación».
Por ello, ha indicado: «Ha sido una inmensa suerte dentro de la inmensa jodienda».
Perfil amigable, discurso duro
Desde los 19 años, Borja Sémper ha ocupado diversos puestos en política, como concejal en Irun y parlamentario en Gasteiz, además de cargos internos en el PP. Durante muchos años vivió escoltado por ser objetivo de ETA. Sucesivas cribas, algunas por razones ideológicas y otras por enemistades, hicieron que gran parte de sus compañeros y compañeras abandonaran la política, desde María San Gil hasta Arantxa Quiroga. Pese a aparecer como un verso libre, Sémper siempre ha mantenido un perfil discreto en esas pugnas y ha superado todas las limpias internas.
De hecho, solo ha vivido fuera de la política tres años. En 2020, la multinacional Ernst & Young lo fichó como director de relaciones institucionales y Sémper anunció que dejaba la actividad política. En aquel momento era portavoz del PP en el Parlamento de Gasteiz, presidente del partido en Gipuzkoa y concejal en Donostia. Entonces afirmó que quería «darle a mi familia otro entorno y otra perspectiva. Otra forma de vivir». Aceptaba que su marcha podía dar lugar a otras lecturas, relacionadas con discrepancias por la gestión de Pablo Casado, disputas con Cayetana Álvarez de Toledo y el flirteo entre PP y Vox. Semper negó que esa fuera la causa, pero muchos creyeron que el PP se había hecho demasiado de derechas para él.
Aunque no preveía volver a la política –«todavía me estoy yendo, como para pensar en volver», dijo en su despedida–, lo hizo apenas tres años más tarde. Fue de la mano de Alberto Núñez Feijóo. Este lo designó portavoz del comité de campaña de la formación para las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2023.

La maniobra tenía sentido porque, al igual que Feijóo, Sémper representa para mucha gente la cara amable del PP, esa más centrada y menos autoritaria. De hecho, en su presentación criticó la crispación y la polarización que existe en la política y garantizó que él no contribuirá a generar «más ruido y más radicalidad. Además, Feijóo me ha pedido lo contrario, que aporte más moderación y más centralidad, donde otros solo ofrecen decibelios».
Sin embargo, el PP acabó pactando con Vox y Feijóo no ha dejado de radicalizar su discurso, espoleado por José María Aznar, por un lado, y por la ultraderecha, por el otro. Y en ese viraje a posiciones golpistas, su portavoz ha sido Sémper, que siempre mantiene ese perfil cercano en sus gestos y duro en sus discursos.
Desgraciadamente, lo que le apartará en esta ocasión de sus responsabilidades será el tratamiento por el cáncer que le han diagnosticado.

Euskal Herriko Osborneren azken zezena lurrera bota du Ernaik

Ertzainas del ‘caso Zabarte’ dicen que los proyectiles prohibidos «se les cayeron de una bolsa»

Bazofia sintética disfrazada de noticia para hacer política facha

Un temblor de magnitud 4 con epicentro en Iruña Oka se deja sentir en buena parte de Araba
