Las dos últimas semanas de agosto han confirmado en Euskal Herria, sobre todo el interior, la tendencia del cambio climático: más olas de calor y con mayor intensidad. Los ayuntamientos de diferentes localidades de Euskal Herria se declaracn conscientes de este hecho y han introducido diversas acciones para combatir las altas temperaturas que habitualmente suponen problemas de salud para la población, sobre todo para personas vulnerables como niños, personas mayores y quienes se ven abocados a dormir en la calle. 

Estos son algunos ejemplos, aunque la evolución lleva a pensar que harán falta más cosas y todo resulta aún muy incipiente:

Refugios climáticos y aspersores

Entre las medidas que los ayuntamientos van llevando a cabo se encuentra la habilitación de espacios interiores y exteriores para servir a modo de refugios climáticos en los que la ciudadanía pueda refugiarse y aliviarse del calor. 

Un caso concreto es el del Consistorio de Gasteiz, una de las ciudades vascas en que el calor aprieta más, que ha comunicado a la población la existencia de 29 refugios climáticos interiores en polideportivos, centros cívicos, museos y centros comerciales. A ellos puede acudir cualquiera que necesite descansar y refrescarse, ya que  disponen de áreas de descanso y agua gratuita. 

El Ayuntamiento de Gasteiz también ha informado sobre los refugios climáticos exteriores. Estos cuentan con grandes superficies de agua, fuentes y cubierta vegetal compuesta por árboles, cuya sombra reduce la temperatura del ambiente y refresca a quien se guarezca del sol. Todos los refugios climáticos de Gasteiz, tanto interiores como exteriores, pueden verse en el mapa publicado en la página web del Consistorio. 

Sin salir de Araba, Laudio está experimentando un verano extremadamente caluroso, llegando a sufrir la temperatura más alta de Euskal Herria este mes, con 44º C de máxima el pasado martes 12 de agosto, según Euskalmet. 

Conocida de antemano esta posibilidad, se ha optado por repetir algunas de las medidas del año pasado durante las olas de calor, habilitando ciertos espacios interiores como el propio Salón del Plenos y la iglesia de 8 a 22, excepto en horario de misa. Desde el Ayuntamiento han informado de que tienen pensado repetir las medidas siempre que suceda una situación grave.

Otro detalle: este año el 15 de agosto, día del txupinazo que dio inicio a las fiestas de la localidad, se activaron dos aspersores para refrescar a quienes acudieron a la celebración. 

Programas para personas vulnerables

Las olas de calor no afectan a todos por igual y es que no todo el mundo tiene las mismas condiciones de salud y de vida, ni cuenta con los mismos privilegios. Ante esta realidad, son varias las localidades que han iniciado protocolos de actuación para atender a personas más vulnerables ante las altas temperaturas, como las de avanzada edad y las que no disponen de hogar. 

El protocolo especial para personas en situación de calle en Iruñea ha realizado 113 atenciones entre el 5 y el 17 de agosto

Sobresale Iruñea, donde se ha puesto en marcha un nuevo programa cuyo objetivo es acoger a personas en situación de calle durante las horas de calor más intenso. Mediante el llamado protocolo de actuación para la atención a las personas sin hogar durante la activación de ola de calor, el Ayuntamiento ha ampliado la capacidad y el tiempo de estancia en el Centro Integral de Atención a Personas Sin Hogar.

Según explica Ruben Unanua, Director del Área de Acción Social del Ayuntamiento de Iruñea, el protocolo estuvo en marcha desde el 5 de agosto hasta el pasado domingo 17, ambos días inclusive, y se realizaron 113 atenciones y servicios. En el centro están contentos con los resultados, así que «lo mantendremos el año que viene», asegura Unanua.

En los días de calor más intenso han podido acudir al centro hasta ocho personas más que otros días ‘normales’, para allí poder descansar, ver la televisión, ducharse y comer durante las horas de mayor calor, concretamente de 12 a 19. Se ha dado prioridad a las personas de perfil más vulnerable, como a menores de edad, enfermos, mujeres solas y mayores de 65. 

Las personas mayores, en especial las que superan los 80, son las que mayor tasa de mortalidad atribuible al calor presentan, por lo que suponen el grupo poblacional más vulnerable en el contexto de las olas de calor. Gasteiz ha tenido esto en cuenta a la hora de idear su plan de acción ante los episodios de calor, incluyendo directrices especiales de atención.

Los txikis no paran ni con calor

Pasando al otro lado de la pirámide poblacional, los más pequeños también se encuentran entre la población más vulnerable a las altas temperaturas, pero con una diferencia sustancial: al contrario de las personas mayores, los niños buscan constantemente actividades que les permitan estar entretenidos y pasarlo bien en movimiento. Para posibilitar que puedan disfrutar del verano en el exterior, diferentes localidades de Euskal Herria van creando parques apropiados para que los niños puedan jugar en los columpios al aire libre sin padecer situaciones de riesgo por el calor. 

El parque de Atsobakar en Lasarte-Oria se ha estrenado con mucho éxito este verano: ofrece 32 juegos diferentes de agua

Como ejemplo, Lasarte-Oria inauguró este verano un parque infantil de agua, Atsobakar, que cuenta con 32 juegos diferentes y múltiples chorros refrescantes. El parque lleva abierto desde hace un mes y se puede acudir a él todos los días de 11 a 20 horas, mientras dure la temporada de verano. Este espacio es un refugio climático que está teniendo mucho éxito entre los pequeños de la zona y también entre sus familiares, debido a que dispone de una amplia variedad de juegos, bancos para descansar y se encuentra rodeado por vegetación.

En Iruñea también hay parques infantiles aptos para su uso durante las horas de calor. Uno de ellos se encuentra en el interior de la antigua estación de autobuses de la ciudad y cuenta con dos juegos estrella que animan a niños de entre 3 y 12 años a pasar las tardes de verano haciendo cola para jugar en ellos: un tobogán en espiral y un autobús de dos pisos. En Sanfermines también se ofrece para ellos una zona de juegos en un parque especialmente sombrío: la Taconera.

Asimismo, la capital de Nafarroa también tiene varios de sus parques exteriores preparados para el calor, ya que muchos de ellos se encuentran cubiertos para hacer frente a las condiciones climatológicas. Las cubiertas de lona blanca protegen a estas zonas de recreo de la lluvia durante las estaciones frías del año, pero también ofrecen sombra a los niños a lo largo del verano. De esta manera los parques exteriores siguen siendo útiles en cualquier época, sin quedar inhabilitados por las inclemencias meteorológicas. 

Los ayuntamientos de las diferentes localidades también han organizado actividades para poder disfrutar del verano durante las horas más frescas del día, al esconderse el sol tras el horizonte. Una actividad que se repite cada año en varios lugares de Euskal Herria es el cine de verano. En Iruñea se organizan proyecciones durante todo el mes de agosto, convirtiendo los parques y las plazas de los barrios de la ciudad en salas de cine repletas de familias y grupos de amigos. 

Ayudas para climatizar el hogar

Cuando el calor aprieta como ha ocurrido estas últimas semanas o antes en junio, el hogar también puede resultar inhabitable. Tal y como explicaba Ainhoa Arriazu, doctora de Arquitectura de la Universidad de Navarra, los edificios de Euskal Herria no están diseñados para soportar altas temperaturas, ya que cuando se construyeron, las ciudades ubicadas en esta denominada ‘Europa templada’ solían tener condiciones internas cómodas. Sin embargo, con el cambio climático y el aumento de las olas de calor este diseño ha quedado obsoleto, generando un sobrecalentamiento excesivo.

Ante esta realidad, la Unión Europea ha impulsado subvenciones para la rehabilitación de edificios residenciales y viviendas. Estas ayudas pueden solicitarse a través de los portales del Gobierno de Lakua y de Nafarroa.

En concreto, el programa de rehabilitación residencial del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), dotado con 3.420 millones de euros de los fondos Next Generation EU, pretende ayudar a financiar los proyectos de renovación del hogar, como la mejora del aislamiento térmico de la fachada, el aire acondicionado, la calefacción y las puertas y ventanas.

Son primeros pasos para afrontar una realidad que ha venido para quedarse y que requerirá más medidas y esfuerzos.