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Saski Baskonia presenta a Paolo Galbiati: «Pido corazón, pasión y respeto. Eso no se negocia»

La música suena reconocible en las primeras palabras de Paolo Galbiati en calidad de entrenador de Saski Baskonia. «Estoy muy emocionado y entusiasmado de sentarme en un banquillo tan precioso. Es un sueño», ha admitido en un discurso en el que la humildad y la ambición conviven a partes iguales.

Paolo Galbiati posa a la puerta del parqué del Buesa Arena.
Paolo Galbiati posa a la puerta del parqué del Buesa Arena. (@SASKI BASKONIA)

A escasos días de arrancar la pretemporada 2025/26 y a falta de otra clase de de presentación, Paolo Galbiati ha ofrecido sus primeras declaracioies a la web de Saski Baskonias en calidad de primer entrenador del cuadro gasteiztarra. El técnico italiano se ha mostrado emocionado e ilusionado por afrontar este reto en una de las canchas más emblemáticas de Europa, y llega con un discurso reconocible por estos lares: «Pido corazón, pasión y respeto. Eso no se negocia».

«Estoy muy emocionado y entusiasmado de sentarme en un banquillo tan precioso. Es un sueño», ha admitido Paolo Galbiati, que ha recordado cómo nació su pasión por el baloncesto. «Empecé a jugar con once años, cuando en casa mi hermano y mi padre ponían en la tele los partidos. En aquel momento la Euroliga ya era muy importante en Vitoria y yo soñaba con todo esto», ha dicho.

El nuevo entrenador baskonista tiene claro cuál será su principal desafío. «Mi mayor reto es darlo todo en la cancha y hacer felices a todos los baskonistas. Con humildad, compitiendo en dos ligas tan preciosas como la Euroliga y la Liega ACB, llenas de objetivos colectivos e individuales. El objetivo es ganar partidos, llegar a los play-offs y, por qué no, ganar un trofeo», ha indicado, en un discurso que recuerda vagamente a quel «Humbition» que esgrimís Marco Crespi, untécnoco italiano que llegó a Gasteiz con buenas ideas pero algo pasado de rosca, algo en principio para nada achacable al nuevo técnico gasteiztarra.

Galbiati ha destacado además la importancia del trabajo diario y del compromiso con los valores que siempre han identificado al club. «Para mí lo más importante es mejorar cada día, soñar pero con los pies en la tierra y ser la mejor versión de mí mismo. Lo que yo pido de corazón es pasión y respeto. Eso no se negocia», ha recalcado.

El italiano también ha tenido palabras de cariño hacia la ciudad y la afición tras vivir de cerca las fiestas vitorianas este verano. «Fue increíble ver a tanta gente junta disfrutando. La atmósfera, las luces, el ambiente… fue un shock para mí. Estoy deseando vivirlo otra vez con el Buesa Arena lleno, empujando».

Con humildad y ambición, Galbiati afronta así su nueva etapa en el banquillo baskonista, convencido de que «esta es la mejor profesión del mundo» y dispuesto a darlo todo junto a su equipo que en los próximos días se pondrá a trabajar para preparar el nuevo curso.

Pablo Laso al habla

Por otro lado, la revista ‘Gigantes’ ha llevado a cabo una larga entrevista a Pablo Laso, la primera que concede después de salir de Saski Baskonia, toda vez que su nombre resuena con fuerza como sustituto de Sergio Scariolo al frente de la selección española después del Eurobasket que empezará este miércoles.

El preparador de San Viator también ha hecho una revisión crítica condescendiente de lo sucedido a lo largo de su campaña 2024/25 en el seno baskonista. «Hay que ser críticos con uno mismo. Como entrenador tal vez no he sabido dar con la tecla o debía haber buscado otras maneras de hacer crecer al equipo. También valoro las cosas que hemos hecho bien. Era un equipo que se fichó tarde, estaba prácticamente hecho. Sabíamos que el inicio de temporada iba a ser complicado por lesiones y pasaportes de algún jugador, y que estaba en riesgo nuestra entrada en la Copa. A partir de ahí el equipo compitió muy bien en Euroliga. Creo que nuestro número de victorias es alto en mitad de la tabla, pero perdimos cinco o seis partidos en las últimas posesiones. Si los hubiéramos ganado, nuestra historia en Euroliga hubiera sido diferente», ha indicado.

«En Liga ACB entramos en play-offs, pero ese inicio de temporada nos castigó y nos cruzamos con el Real Madrid. Todavía recuerdo una jugada en el WiZink, en el primer partido, en el tercer cuarto, en el que se nos escapa un balón para ponernos casi 10 puntos arriba, y es el sentimiento que se te queda: tenerlo todo cerca, pero no haber sido capaces de dar ese paso adelante. Claramente lecciones para mejorar de cara a la siguiente temporada», ha añadido.

Después de la temporada, llegaría su destino, que lo vuelve a empujar fuera de Gasteiz. «Según termina la liga tengo una conversación con el presidente, Josean Kerejeta, y obviamente después de la temporada piensa que hay que cambiar algunas cosas. Pasa un tiempo y sé que Baskonia empieza a preguntar por otros entrenadores», ha admitido con naturalidad.

«En julio el propio presidente me dice que no cuentan conmigo para la próxima temporada, cosa que tengo que aceptar y que probablemente se alargó por tener que llegar a un acuerdo, porque yo tenía contrato para tres temporadas. Desde primeros de julio ya me anunciaron que no iba a seguir, pero había que llegar a un acuerdo para finalizar ese contrato. Me queda la sensación de pena porque volví a Vitoria con mucha ilusión», ha concluido.