El Alavés sigue a lo suyo. Tres jornadas y cuatro puntos: un triunfo, una derrota y hoy un empate contra el Atlético que sigue sin arrancar del todo. Un punto sumado gracias a la casta y el trabajo de una plantilla mentalizada de lo que viene una temporada más.

El arranque del partido ha sido realmente vibrante. Con dos equipos muy agresivos en la presión, las dos primeras acciones de peligro se han traducido en sendos goles.

Ha sido el Atlético el que se ha adelantado en el marcador a los 7 minutos. En una buena contra lanzada por Giuliano Simeone por banda derecha, tras pared con Sorloth, la jugada se ha enmarañado dentro del área, siendo el hijo del Cholo el que más pundonor ha mostrado en el rechace para acabar lanzando un zurdazo a las redes pese a tocar Sivera el balón.

Giuliano, ex del Alavés, pedía perdón a la grada, pensando probablemente que tras abrir la lata los rojiblancos serían capaces de aumentar distancias jugando como más le gusta a los colchoneros, a la contra, tras presión.

Pero el empate del Alavés ha llegado apenas cinco minutos después, en una jugada de listo de Tenaglia. En un córner favorable de los albiazules, el defensor argentino se ha adelantado a Sorloth, metiendo el pie justo antes que el noruego para que el ex de la Real cometiera el típico penalti que te deja con cara de circunstancias.

Toni Martínez y Carlos Vicente se las han tenido para decidir quién ejecutaría la pena máxima, y ha sido el segundo el que se ha encargado de anotar el gol del empate desde los once metros.

A bajar el ritmo

Los dos equipos han visto las orejas al lobo de forma prematura, por lo que a partir de ese momento ambos conjuntos han jugado un metro más atrás y echando alguna mirada a su espalda. Eso ha hecho que la primera parte apenas haya tenido un par de ocasiones más, no muy claras.

Por parte colchonera ha sido Giuliano Simeone el que ha repetido otra internada por banda derecha, que no ha encontrado rematador. Por parte babazorra, ha sido Diarra el que ha propiciado por banda izquierda una jugada peligrosa con varias opciones dentro del área que ningún alavesista ha acertado a rematar.

Por cierto, gran primera parte del lateral zurdo, que ha sido la única novedad en el once de Eduardo Coudet. Ha tirado un par de caños que han levantado a los aficionados de sus butacas.

Tras mucha pelea y unas cuantas tarjetas amarillas (Cardoso, Sorloth y el propio Diarra), el partido se ha ido al descanso con todo por decidir.

Pero la segunda mitad ha resultado bastante decepcionante. Aunque el Atlético ha hecho ademán de ir hacia adelante, ha dejado en evidencia sus problemas para crear juego de ataque. Y el Alavés, centrado en defender, tampoco ha podido acercarse a la portería de Oblak.

Atención en la grada

Una segunda parte mediatizada por un problema de salud en la grada. Un aficionado ha tenido que ser trasladado al hospital en camilla, por lo que el juego ha estado parado cerca de diez minutos.

Ha sido entre el minuto 58 y el 67 de partido. Hasta el parón, la principal noticia ha sido la lesión en el tobillo izquierdo de Diarra, la gran sensación hasta entonces.

Y cuando se ha reanudado el choque, han llegado las mejores ocasiones del Atlético. El arreón colchonero ha coincidido con la entrada al verde de Antoine Griezmann. El ex de la Real ha demostrado que tiene bastante más calidad que sus compañeros y en apenas un cuarto de hora ha generado tres acciones de peligro.

En el 76 ha puesto un balón perfecto a Sorloth, cuyo testarazo ha despejado a la perfección Sivera. Y en la siguiente jugada, el propio Griezmann ha estrellado en la madera un balón cazado en el segundo palo tras un gran error del portero albiazul.

Unos diez minutos después, Griezmann ha sacado una falta peligrosísima, obligando a Sivera a lucirse, y a continuación ha llegado un disparo de Julián Álvarez.

Por suerte, el Alavés ha podido capear el temporal y la recta final del encuentro, que se ha alargado hasta el minuto 105, no ha deparado más sustos. Incluso Denis Suárez ha podido jugar sus primeros minutos como babazorro.

Así pues, buen punto para un Alavés que tendrá ahora dos semanas para seguir puliendo detalles.