La Audiencia Nacional ha absuelto, por falta de pruebas, a Asier Mardones de haber participado en un atentado frustrado contra una patrulla de la Ertzaintza, el 31 de agosto de 2002 en Bilbo, por el que la Fiscalía le pedía 152 años de cárcel.

Se da la circunstancia de que lleva ya 21 años preso, desde su detención en 2004. En la actualidad cumple condena en Basauri.

Mardones, que en el juicio negó su implicación en este atentado, se encontraba en libertad por esta causa, si bien cumple condena anterior del tribunal especial español, por lo que seguirá en prisión.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso EFE, la sección primera de lo Penal sostiene que no hay una prueba «directa, o un indicio sólido, que venga refrendado de otros indicios, que permita afirmar sin género alguno de dudas que Asier Mardones hubiera participado en los hechos objeto de este procedimiento»

Confirma que en el juicio no se han visto datos ni testimonios que corroboren que él fuera uno de los miembros del comando que robó la furgoneta a una persona que ahora ha comparecido como testigo protegido, antes de usarla para colocar en ella un artefacto explosivo y situarla en la calle Zamakola de Bilbao para hacerla explosionar al paso de una patrulla de la Ertzaintza.

La acusación se basaba en que Mardones perteneció al «comando Ezkaurre» de ETA y en unas declaraciones realizadas por el detenido en régimen de incomunicación, que no fueron ratificadas ante el juez. El acusado afirmó haber sido torturado para inculparse.

En el juicio no comparecieron como testigos ninguno de los agentes participantes en los interrogatorios, apunta la sentencia absolutaria. También apunta que el propietario de la furgoneta robada para cometer el atentado no reconoció a Mardones «pudiendo hacerlo», observan los magistrados.