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WASHINGTON

Netanyahu dice aceptar el plan de Trump, pero «acabará el trabajo»

Benjamin Netanyahu dijo apoyar el plan de Donald Trump para Gaza, pero se mostró dispuesto a «acabar el trabajo» en la Franja. «Esto se hace por las buenas o por las malas», amenazó. Barghouti lo valora así: «Ya hemos estado bajo el colonialismo británico». 

Benjamin Netanyahu y Donald Trump, en la Casa Blanca.
Benjamin Netanyahu y Donald Trump, en la Casa Blanca. (AFP)

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó junto al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, su plan para Gaza, que incluye un alto el fuego en la ofensiva israelí, la liberación de todos los prisioneros israelíes en la Franja y el establecimiento de un «gobierno de transición» supervisado por una junta presidida por el propio Trump y dirigida por el ex primer ministro británico Tony Blair.

Tras la reunión entre ambos mandatarios, Netanyahu dijo aceptar el plan «que coincide con nuestros objetivos bélicos», pero advirtió de que Israel «acabará el trabajo» en Gaza de cualquier manera. «Esto se puede hacer por las buenas o por las malas», subrayó, amenazando con seguir atacando a los palestinos si Hamas no acepta el plan o trata de cambiarlo.

El primer ministro dejó poco margen al futuro del territorio que los 20 puntos del plan trataban de definir, al insistir en que Israel seguirá controlando su seguridad.

El plan prevé que Gaza sea «una zona libre de terrorismo y no representará una amenaza para Israel», una afirmación que da pie a una amplia interpretación para que Netanyahu pueda romperlo a su antojo.

Se recoge un alto el fuego inmediato y el repliegue por fases de las fuerzas israelíes, pero obliga a las fuerzas palestina a liberar en 72 horas a todos los prisioneros, tanto vivos como muertos, cuando las tropas israelíes apenas hayan cumplido una tercera parte de la retirada, que además no será total. Por su parte, Israel liberaría a 250 presos palestinos condenados a cadena perpetua y a 1.700 gazatíes detenidos tras el 7 de octubre.

En cuanto a Hamas, se comprometería a «coexistir pacíficamente» y a desarmarse.

Trump excluye a todas las facciones palestinas del Gobierno de Gaza, rechazando su participación «ni directa ni indirectamente» y la dejaría indefensa, con una desmilitarización bajo supervisión internacional. Encarga a «países de la región» que Hamas yuotros grupos cumplan estos compromisos y que Gaza no represente una «amenaza para sus ciudadanos ni vecinos».

Gaza será administrada, según el plan de EEUU, por un comité tecnocrático supervisado por una «Junta de la Paz» internacional presidida por el propio Trump y que incluirá a Tony Blair.

Posteriormente, prevé el traspaso a una Autoridad Palestina que Israel exige «sometida a una reforma radical», aún más sumisa que la actual presidida por Mahmud Abbas.

Una Fuerza Internacional de Estabilización (ISF), apoyada por EEUU y socios árabes, se encargaría de mantener la seguridad interna y de fronteras, con el control de Egipto e Israel.

Para el régimen sionista, el reto supone el compromiso de no ocupar ni anexar Gaza, y la retirada progresiva para transferir el control del territorio a la ISF aunque se le otorga «un perímetro de seguridad».

Otro desafío para Netanyahu y que siembra dudas sobre su intención de cumplirlo son los puntos que abren la posibilidad de «la autodeterminación y la creación del Estado palestino», eso sí, conforme avance la reconstrucción y condicionado a que se cumplan las «reformas» en la Autoridad Palestina. El plan excluye los desplazamientos forzosos y recoge que quienes se vayan voluntariamente tendrán derecho a regresar.

Tras la aceptación del acuerdo, señala también la entrada de toda la ayuda humanitaria necesaria para Gaza y su distribución sin interferencias y a través de las agencias de Naciones Unidas, que Israel por ahora rechaza.

La propuesta se cierra con el señuelo de un plan de desarrollo económico. Sobre el papel, Trump parece dejar atrás la idea del «resort» de lujo sin palestinos.

TRUMP PRESIONA A HAMAS

«Si Hamas rechaza el acuerdo, lo cual es posible, serán los únicos en oponerse. Todos los demás lo han aceptado», afirmó Trump, que dijo que, en todo caso, tiene la sensación de que habrá «una respuesta positiva». «Si no es así, como bien sabes, Bibi (diminutivo con el se refirió a Netanyahu), contarás con un mayor respaldo para tomar las medidas necesarias», añadió el presidente de EEUU. «Él entiende que ya es hora (de buscar un acuerdo de paz)», dijo Trump sobre el mandatario israelí.

Hamas afirmó ayer que todavía no había recibido el plan estadounidense.

El documento no incluye a ninguna figura palestina para el Gobierno de transición de Gaza, pero filtraciones al diario “Haaretz” apuntaban a una junta con unos siete miembros y solo se prevé que uno sea palestino, «del sector empresarial o de seguridad», aunque se incluirían representantes nombrados por países árabes del Golfo o Egipto.

En cualquier caso, Trump se reserva la máxima autoridad dentro del organismo, que pactaría la estrategia de seguridad con actores externos, como Israel, Egipto y EEUU.

Medios palestinos criticaron la exclusión de la participación palestina en este Ejecutivo y en el futuro de Gaza, una perspectiva aún más sombría por la presencia de un personaje como Blair, que ya fue representante del fracasado Cuarteto (ONU, EEUU, la UE y Rusia), iniciativa de 2002 para Palestina.

«Ya hemos estado bajo el colonialismo británico. Tiene una reputación negativa aquí. Si mencionas a Tony Blair, lo primero que la gente menciona es la guerra de Irak», criticó Mustafa Barghouti, secretario general de la Iniciativa Nacional Palestina en el “Washington Post”

Husam Badran, miembro de la oficina política de Hamas, afirmó que el pueblo palestino no necesita ser tutelado y que Blair debería ser juzgado por su papel en la invasión de Irak en 2003.

«¿Tony Blair? Demonios, no», publicó en X Francesca Albanese, relatora de la ONU para Palestina.

Trump generó expectativas declarando que estaba «muy cerca de un acuerdo sobre Gaza», pero en otras ocasiones también lo ha hecho sin resultado. Israel ha saboteado hasta ahora las negociaciones, pero el presidente de EEUU tiene prisa por presentar un mínimo logro que sumar a las guerras que dice haber solucionado y, además, echar un cable a su aliado israelí, cada vez más aislado en el mundo.

Ayer, tras presentar el plan llegó a afirmar incluso que cree que «en algún momento» Irán se unirá como nuevo firmante de los Acuerdos de Abraham, para normalizar la relación entre Israel y las naciones musulmanas.

Horas antes de la reunión entre Trump y Netanyahu, el ministro israelí de Finanzas, Bezalel Smotrich, había presentado las «líneas rojas» que le marcó el ultrasionismo religioso: el rechazo a un Estado palestino, la permanencia indefinida del Ejército israelí en Gaza, y el desarme y retirada de Hamas, pero también el rechazo a cualquier intervención de Qatar.



Los 20 puntos

Este es el plan presentado por el mandatario estadounidense, en los términos textuales en que se resume.

«1- Gaza será una zona «libre de terrorismo» y no representará una amenaza para Israel.

2- Gaza será reconstruida «para beneficio de su pueblo».

3- Alto el fuego inmediato y repliegue gradual de las fuerzas israelíes para preparar la liberación de rehenes.

4- Liberación en 72 horas de todos los rehenes de Hamas, tanto vivos como muertos.

5- Israel liberará a 250 presos palestinos condenados a cadena perpetua y 1.700 gazatíes detenidos tras los atentados del 7 de octubre.

El plan establece la liberación de los rehenes israelíes y también de 250 palestinos condenados a cadena perpetua y 1.700 detenidos tras el 7 de octubre

 6- Hamas se compromete a coexistir pacíficamente y a desarmarse.

7- Tras la aceptación del acuerdo, se enviará toda la ayuda humanitaria necesaria para Gaza.

6- La entrada y distribución de ayuda humanitaria se realizará sin interferencias y a través de las agencias de Naciones Unidas.

9- Gaza será administrada por un comité tecnocrático supervisado por una "Junta de la Paz" internacional presidida por el propio Trump y que incluirá al ex primer ministro británico Tony Blair. Una Autoridad Palestina reformada tomará el control posteriormente.

Trump se atribuye la presidencia de una ‘Junta de Paz’ en la que estaría también Tony Blair

10- Se creará un plan de desarrollo económico para Gaza que atraiga inversiones.

11- Se creará una zona económica especial en Gaza.

12- No habrá desplazamientos forzosos y quienes se vayan voluntariamente tendrán derecho a regresar, aunque «se animará a la gente a quedarse y se les ofrecerá la oportunidad de construir una mejor Gaza».

13- Hamas y otras facciones no podrán gobernar Gaza «ni directa ni indirectamente» y se desmilitarizará la Franja bajo supervisión internacional.

14- Países de la región garantizarán que Hamas y otros grupos cumplan sus compromisos y que Gaza no represente una «amenaza para sus ciudadanos ni vecinos».

15- Se desplegará una Fuerza Internacional de Estabilización (ISF), apoyada por EEUU y socios árabes, para entrenar fuerzas policiales palestinas y mantener la seguridad interna y de fronteras, área en la que cooperarán Egipto e Israel.

16- Israel no ocupará ni anexará Gaza, se retirará progresivamente para transferir el control a la ISF y mantendrá un perímetro de seguridad si es necesario.

17- En caso de que Hamas «demore o rechace» la propuesta, todo lo anterior se implementará en las zonas «libres de terrorismo» que Israel haya transferido a la ISF.

El plan alude a «abrir la posibilidad de la autodeterminación» palestina pero posponiéndola a después de la reconstrucción y de modo ambiguo

18- Se promoverá un diálogo interreligioso para fomentar la tolerancia y la convivencia pacífica entre palestinos e israelíes.

19- Conforme avance la reconstrucción y se cumplan reformas en la Autoridad Palestina, se abrirá la posibilidad de la autodeterminación y la creación del Estado palestino.

20- Estados Unidos establecerá un diálogo entre Israel y Palestina para acordar un horizonte político que permita una coexistencia pacífica y próspera».