NAIZ
GAZA

Israel se niega a parar la masacre mientras se negocia en Egipto

Netanyahu se niega a parar las masacres en Gaza mientras en Egipto delegaciones de EEUU, Israel, Palestina y Qatar negocian los detalles del plan de Trump. Se niega además a cumplir ninguno de sus compromisos hasta que Hamas libere a todos los prisioneros. A la vez, Trump admite «algunos cambios».

Una niña camina entre tiendas de desplazados en Deir al-Balah.
Una niña camina entre tiendas de desplazados en Deir al-Balah. (Bashar TALEB | AFP)

Hamas reafirmó ayer su compromiso de alcanzar un acuerdo para poner fin a la agresión israelí contra Gaza y llevar a cabo un intercambio inmediato de prisioneros con Israel.

Antes de comenzar las negociaciones en Egipto sobre el plan planteado por el presidente de EEUU, Donald Trump, una fuente palestina cercana a las negociaciones señaló que el objetivo es «preparar las condiciones sobre el terreno para la transferencia (de los prisioneros), como preludio al proceso de intercambio».

Hamas insistió a los mediadores en la necesidad de que Israel suspenda todas las operaciones militares en toda la Franja de Gaza, cese todas las actividades aéreas, de reconocimiento y de sobrevuelo con drones, y se retire de la Ciudad de Gaza.

Al mismo tiempo, «Hamas y las facciones de la resistencia cesarán sus operaciones militares», indicó.

Sin embargo, Israel se niega a parar las matanzas diarias mientras se habla en Egipto.

«Ha habido una clara disminución en el número de ataques aéreos (desde el sábado por la noche). Los tanques y vehículos militares se han retirado ligeramente, pero creo que se trata de una maniobra táctica y no de una retirada», declaró a AFP Mouin Abu Rajab, residente de Gaza.

Los tanques apenas se habían retirado unos 200 metros de sus posiciones y dispararon contra los palestinos que intentaban volver a inspeccionar sus viviendas.

Cuando el viernes Hamas se declaró dispuesto a liberar a todos los prisioneros según el plan de Trump y a entablar negociaciones inmediatas para ultimar los detalles, el presidente estadounidense instó a Israel a detener inmediatamente sus bombardeos en Gaza, pero el Ejército israelí continuó sus ataques.

El sábado mató a casi 70 personas, una cifra similar a la de días anteriores. Ayer siguió con los bombardeos y mató al menos a otras 19. El jefe del Ejército, Eyal Zamir, señaló que «no hay cese el fuego, sino un cambio operacional».

TRUMP RECHAZA LA FLEXIBILIDAD PERO ADMITE «CAMBIOS»

Mientras bombardea, Netanyahu insiste en marcar los tiempos y retrasar los compromisos que le atañen. «No avanzaremos con ninguno de los artículos del plan hasta que se cumpla la liberación de los secuestrados, vivos y muertos, y sean trasladados a territorio israelí», afirmó.

Trump aseguró ayer que Israel ha acordado una «línea de retirada» inicial a una distancia de entre 1,5 y 3,5 kilómetros dentro de la Franja de Gaza y que tan pronto como Hamas la acepte, un alto el fuego «entrará en vigor de inmediato». Aunque dijo que «no necesitamos flexibilidad porque todo el mundo ha estado de acuerdo con el plan», añadió: «pero siempre puede haber algunos cambios». Y volvió a amenazar a Hamas con la «aniquilación total» si no lo acepta.

El sábado, Trump advirtió a Hamas que no toleraría ninguna demora en la implementación de su plan, que exige un alto el fuego, la liberación de los prisioneros en un plazo de 72 horas, la retirada gradual del Ejército israelí de Gaza y el desarme de la resistencia palestina.

Netanyahu dice apoyar el plan, pero al mismo tiempo indica que su Ejército permanecerá en la mayor parte de la Franja, de la que actualmente controla alrededor del 80%.

Al igual que ha saboteado los anteriores acuerdos, intenta aprovechar las lagunas del plan de Trump para consolidar la ocupación permanente de Gaza o darlo por roto acusando a Hamas de incumplirlo.

Pero para ello necesita del apoyo de Trump, muy interesado en cerrar un acuerdo y hacerlo rápido.

Hamas también quiere acordar el intercambio de prisioneros y la retirada de tropas para acabar con las masacres diarias, pero incide en que la gobernanza de Palestina, que el plan deja en manos extranjeras a modo de un protectorado colonial, solo puede ser decidida por el pueblo y pora las instituciones palestinas.

Por parte de Washington participan en la negociación el enviado de la Casa Blanca, Steve Witkoff, y el yerno de Trump. A la cabeza de Hamas acudirá Jalil al Haya, que saldrá por primera vez de Doha después de que Israel intentara matarlo a él y al resto de la delegación negociadora en un ataque en la capital qatarí el 9 de septiembre.

El ataque, que se produjo cuando los negociadores del movimiento islamista evaluaban una propuesta de alto el fuego, acabó con la vida de cinco miembros de la organización pero no del equipo negociador, entre ellos el hijo de Al Haya.



Expertos de la ONU alertan sobre «una paz a cualquier precio»

Un grupo de 28 expertos y relatores de la ONU ha advertido tras analizar el plan de Trump que cualquier plan de paz debe salvaguardar los derechos humanos de los palestinos, y no crear más condiciones de opresión.

«Damos la bienvenida a partes del plan de paz anunciado por EEUU para poner fin a la guerra en Gaza, incluido un alto el fuego permanente, la liberación rápida de personas detenidas ilegalmente, una afluencia de ayuda humanitaria bajo la supervisión de las Naciones Unidas, sin desplazamientos forzados de Gaza, la retirada de las fuerzas israelíes y la no anexión de territorio», señalan, pero subrayan que estos no son sino requisitos generales del derecho internacional que no deben depender de un plan formal de paz.

A la vez, alertan sobre elementos clave del plan incompatibles con las normas fundamentales del derecho internacional y el dictamen de la Corte Internacional de Justicia, que exigió en 2024 que Israel ponga fin a su presencia ilegal en el territorio palestino ocupado. «Imponer una paz inmediata a cualquier precio, independientemente de o descaradamente contra la ley y la justicia, es una receta para una mayor injusticia, violencia futura e inestabilidad», resaltan. Sobre todo, advierten de que no garantiza el derecho a la autodeterminación y deja el futuro de Palestina «a merced de las decisiones de forasteros» como en el «gobierno de transición temporal».

Por ello, subrayan que el futuro debe pertenecer a los palestinos, sin interferencia extranjera. Añaden que el «plan de desarrollo económico» abre la puerta a una explotación extranjera ilegal de recursos sin el consentimiento palestino».

Además, recuerdan que EEUU no es «un intermediario honesto» sino una parte profundamente vinculada a Israel. «Esta propuesta recuerda a las prácticas coloniales y debe rechazarse», insisten.

Los expertos de la ONU denuncian que el plan permite una ocupación indefinida por parte de Israel y que la desmilitarización «podría dejarla vulnerable a la agresión israelí», sin que se mencione nada respecto a la desmilitarización de Israel, «que ha cometido crímenes internacionales contra los palestinos y amenazado la paz y la seguridad en la región a través de la agresión contra otros países».

Además, critican que el plan trate a Gaza de forma aislada de Cisjordania en lugar de como un territorio palestino unificado.GARA