La aparición de varios focos de dermatosis nodular vacuna en Catalunya ha despertado las alarmas en el sector ganadero, aunque destacan que la situación está controlada y que se han tomado las medidas necesarias para evitar que la enfermedad llegue a Euskal Herria. En el caso de que llegue, lo que es posible pero no probable, están preparados para hacer que su incidencia sea mínima. Como guinda, ha aparecido tuberculosis bovina en una explotación de Bergara y se han detectado casos esporádicos de gripe aviar.

Así lo destacan Fermin Gorraitz, presidente de EHNE-Nafarroa, y Felipe Etxetxikia, coordinador del sindicato agroganadero, que subrayan que los consumidores no deben tener ningún reparo a la hora de consumir carne, ya que la que llega al circuito de venta dispone de plenas garantías.

A diferencia de lo que ocurre con la tuberculosis, las vacas sacrificadas por la presencia de la dermatosis no pueden destinarse al consumo humano y las incineran. «La carne es buena, no afecta para nada al ser humano. Pero de este modo, buscan evitar el contagio durante la manipulación y el transporte», explican. En cualquier caso, la dermatosis sí que provoca que el animal tenga un aspecto desagradable. Un solo caso supone el vacío sanitario de la explotación, es decir, sacrificar todos los animales.

«A diferencia de lo que ocurre con la tuberculosis, las vacas sacrificadas por dermatosis no pueden destinarse al consumo humano. Un vacío sanitario supone sacrificar todos los animales»

De este modo, el ganadero queda a expensas de cobrar ayudas o indemnizaciones para intentar recuperar el dinero invertido.

Origen en África, llegada del Estado francés

Etxetxikia explica que la dermatosis es una enfermedad que tiene su origen en África y que llegó a Europa a través de Turquía, Grecia e Italia. En Euskal Herria no se tenían noticias de ella hasta ahora. Se transmite a través de los mosquitos. Italia ha logrado controlar la dermatosis, pero la transmisión se ha propagado a través del Estado francés. Saltó los Alpes, llegó a los Pirineos y los cruzó llegando a Catalunya. El 3 de octubre se detectó el virus en Castelló d'Empúries, en una explotación de recría de novillas. Posteriormente, se han detectado 18 focos, todos en la provincia de Girona, según señala el Ministerio español de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Ignacio Gil, director general de Agricultura del Gobierno navarro, ha señalado que en el Estado francés se han dejado de encontrar nuevos focos, lo que podría apuntar a que el brote remite. En cualquier caso, ha llamado a extremar las medidas de precaución.

«Está clasificada como enfermedad de tipo A, la peor. Lo que se busca es erradicarla reaccionando pronto. Si detectan focos, restringen movimientos en la zona. Lo que se está haciendo es matar a las vacas de la explotación en la que se ha detectado el foco y vacunar a las de alrededor. La zona de vacunación en Catalunya era de 50 kilómetros y ahora la ha ampliado hasta llegar a zonas de Huesca», explican.

Vacunación masiva

El objetivo es vacunar más de 500.000 animales. Se trata de una cifra inmensa, teniendo en cuenta que en Nafarroa hay 120.000 cabezas de ganado vacuno.

«Los responsables de EHNE-Nafarroa señalan que el Gobierno navarro les ha trasladado que ‘hay que estar atentos, pero que se puede controlar el tema’»

Los responsables de EHNE-Nafarroa acaban de mantener un encuentro con el Gobierno navarro, junto a otras asociaciones. «Lo que nos han dicho es que hay que estar atentos, pero que se puede controlar el tema», señala Gorraitz.

La transmisión de la enfermedad la realizan los mosquitos y se parece a una mancha de aceite. «El problema es el movimiento y que una vaca se desplace 500 kilómetros», apunta Etxetxikia. La enfermedad, en ese caso, dejaría de estar acotada en una zona concreta. En el Estado español, una vaca enferma no puede desplazarse. Según denuncia Gorraitz, en el Estado francés no existe este control y esta puede ser una de las razones de la transmisión de la dermatosis.

Para controlar la dermatosis, en las grandes explotaciones, que reciben un flujo constante de transporte de vacas, hay que desinsectar cada vez que llega un nuevo cargamento. En las explotaciones pequeñas, sin movimiento constante de ganado, no es necesaria esta desinsectación y únicamente hay que controlar el transporte que realizan los camiones que traen el pienso y los que llevan las vacas al matadero.

Transporte, talón de Aquiles

El fiemo que pueden llevar los camiones que se dedican al transporte ganadero es la fuente de la transmisión del mosquito que provoca la dermatosis. «Un elemento positivo que tenemos es el de la temperatura», señala Gorraitz. Iniciado noviembre, la propagación del mosquito debería ser menor debido al frío. Destaca que para llevar las vacas al matadero es mejor la primera hora de la mañana que la tarde. Estos últimos días de octubre, al mediodía las temperaturas han rondado los veinte grados, pero a las ocho de la mañana hacía cinco grados. En esas condiciones, es muy difícil que los mosquitos estén activos.

«La dermatosis afecta más a las grandes explotaciones, que tienen un gran movimiento de animales porque se dedican a importar cabezas para engordarlas y luego exportarlas»

El control de la dermatosis tiene un componente económico. En Catalunya y Aragón se ceba mucho ternero que viene del Estado francés. Se estima que llegan unos 30.000 a la semana, pero ahora el flujo está prohibido. Etxetxikia destaca que en el Estado español se ha instalado un modelo de negocio que consiste en engordar a las vacas de Europa. Marruecos ha prohibido la importación de animales desde el Estado español. El año pasado, el Estado español exportó más de 66.000 toneladas de vacuno en vivo, de las que el 43 % (28.572 toneladas) tuvieron como destino Marruecos, según datos de Comercio Exterior.

Ambos coinciden en que el modelo de la ganadería industrial, con grandes movimientos de ganado, puede contribuir a la expansión de la dermatosis. En una pequeña explotación, en la que las vacas no andan de aquí para allá, es más difícil que llegue la contaminación. Para esto, es mejor ser pequeño que grande.

Riesgo para las explotaciones

La llegada de la dermatosis a explotaciones de Euskal Herria puede ser un problema serio para su continuidad. «El instinto puede hacer que se quiera hacer desaparecer la vaca enferma. Hay que declararlo, pero existe ese miedo. En una cuadra, te matan todo lo que tienes. No se pueden llevar al matadero para aprovechar la carne. Nada. Es una pérdida total. Se queda a la espera de las ayudas que te puedan dar, que seguro que no cubren los gastos teniendo en cuenta el precio al que está la carne».

«En Girona han vacunado las granjas que están a 50 kilómetros del foco. Los que están preocupados son los que están a 51 kilómetros, porque puede salir la dermatosis igual. Una vez que vacunas, solo te matan el animal que ha dado positivo. A los demás, no», explica Gorraitz.

La vacunación masiva es algo que está ya sobre la mesa. Se produce en Sudáfrica y el Gobierno español ya ha procedido a su compra. «Si puedes vacunar toda la cabaña que hay en tres días, mejor que en cuatro», subraya Gorraitz. Al ser una enfermedad tipo A, todo está centralizado y controlado por el Ministerio. No existe la posibilidad de comprar las vacunas en el circuito comercial e inocularlas. «Con la lengua azul se puede hacer, con esto no», señala Etxetxikia. «Si alguien emplea vacuna no homologada, automáticamente se le hace vacío sanitario», es decir, se matan todos los animales, añade Gorraitz. La tentación puede darse en grandes explotaciones, que se enfrentan a grandes pérdidas.

No mata al animal, provoca fiebre

Paradójicamente, la dermatosis no es una enfermedad que tenga una alta tasa de mortalidad. Se sitúa en el 6%. Sin embargo, provoca fiebre a los animales. En el vacuno de leche, si tienen fiebre no producen. En el de carne, la fiebre les impide engordar y no se sabe si esa pérdida se puede recuperar posteriormente.

A diferencia de la tuberculosis, la dermatosis es una enfermedad nueva, desconocida en este entorno. La estrategia para hacerle frente se basa en la experiencia que ha habido en otros países.

La vacunación no supone un coste extra para los ganaderos, el Estado se hace cargo de todo. «Si no te sale ningún caso, no pasa nada».

«El problema es para el que le salga un caso positivo. Ese se va a caer con todo el equipo. Muchos ganaderos estamos por encima de los 60 años. Un vacío sanitario en muchas cuadras supone un vacío sanitario para siempre, el cierre de la explotación», explica Gorraitz.

Temor en el sector

Los responsables de EHNE-Nafarroa han podido constatar que existe temor a la dermatosis en el sector. «Todo el mundo está preocupado. Un veterinario me decía que lo mejor que podría pasar es que no aparezca. Pero si tiene que salir, que lo haga en una explotación con dos o tres vacas, que le paguen todo lo que tengan que pagar y después vacunar todos los animales», señala Gorraitz.

Paradójicamente, el perfil para poderse contagiar es el contrario, el de una gran explotación con un elevado movimiento de los animales. «Los candidatos son los que traen novillas de leche, los que traen terneros para cebo...».

Esta situación se está dando con un precio de la carne elevado. Se explica por el aumento de la exportación, ya que el consumo local está descendiendo. «Baja año tras año, y ahora más porque está carísimo y hay gente que no se lo puede permitir». Este modelo tiene sus pies de barro, ya que se está perdiendo la clientela tradicional. Mientras, se exporta carne y animales a países como Marruecos, el Estado francés, Alemania, Grecia o Portugal.