El Ayuntamiento de Donostia colocará el próximo sábado, 8 de noviembre, una placa en memoria de Rosa Zarra Marin, que murió el 30 de junio de 1995, ocho días después de recibir el impacto a corta distancia de un pelotazo disparado por la Ertzaintza.

El un comunicado, el Consistorio ha explicado que el acto tendrá lugar a las 12.00 horas en la plaza Olaeta. Consistirá en un sencillo homenaje de reconocimiento en el que participarán el alcalde, Jon Insausti, representantes de los grupos municipales y familiares de la víctima.

Hasta la fecha en Donostia se han colocado placas en recuerdo de 36 víctimas, 29 fallecidas en acciones de ETA; tres de los Comandos Autónomos Anticapitalistas; una, Begoña Urroz, del DRIL; y dos de las fuerzas policiales del Estado español. Zarra se sumará ahora a esta última lista, en la que también figuran Joseba Barandiaran y Mikel Zabalza. 

Desmentida la primera versión oficial

El pasado mes de marzo la Comisión de Valoración de Lakua reconoció que Zarra, de 58 años, murió como consecuencia de una carga dela Ertzaintza en Amara Berri. Un agente lanzó la pelota de goma desde una distancia de seis metros y le golpeó en la tripa, causándole heridas que ocho días después le provocarían la muerte en el hospital.

Este informe desmintió la versión del entonces consejero de Interior, Juan Mari Atutxa, quien afirmó que el deceso se debía a una enfermedad y que el pelotazo no había tenido nada que ver. La familia puso una denuncia contra la Ertzaintza, pero apenas tres meses después fue archivada.

En una entrevista en NAIZ Irratia en 2020, coincidiendo con el 25 aniversario de la muerte, Xabier y Maider Irazusta, viudo e hija de Rosa Zarra, pidieron ese reconocimiento. «Decid ‘no lo hicimos bien’, eso no devolverá a la madre, por supuesto, pero al menos servirá para eliminar la sensación de injusticia».