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Bera Bera impone su ley ante un intenso Beti Onak en el derbi intersemanal

Bera Bera ha ganado su décimo partido liguero en el derbi de Atarrabia (27-30) para así mantenerse invicto y en la cabeza de la tabla clasificatoria. Ambos conjuntos tienen compromisos europeos este fin de semana.

La defensa del Beti Onak trata de bloquear el disparo de Ogonovszky.
La defensa del Beti Onak trata de bloquear el disparo de Ogonovszky. (Iñigo URIZ | FOKU)

El Beti‑Onak llegaba a este encuentro con ganas de hacer valer su condición de local y dar un golpe de autoridad ante uno de los pesos pesados de la categoría, mientras que el Bera Bera quería imponer su experiencia y estabilidad para sumar los tres puntos. Este derbi intersemanal –obligado por los compromisos de la competición europea de ambos conjuntos– prometía choque de estilos: la frescura e ilusión del equipo navarro frente al rodaje y oficio del conjunto donostiarra.

Desde el arranque, Bera Bera ha mostrado su intención de controlar el ritmo del partido, jugando con paciencia, buscando el lanzamiento exterior y apostando por defensa ordenada. Beti‑Onak, que impuso un 3-0 inicial –con movilidad, transiciones rápidas y los extremos atacando bien–, no se ha amilanado ante la autoridad del vigente campeón pero un parcial de 1-6 –con goles de todos los estilos de Ogonovsky, Tchaptchet, Álvarez, Da Silva, Gavilán...– ha empezado a decantar la balanza hacia el cuadro donostiarra.

Pequeñas pérdidas del Beti‑Onak y buenas intervenciones de la portería rival le han permitido al Bera Bera abrir una ligera ventaja. Hacia el final del primer acto, el conjunto donostiarra ha conseguido distanciarse por cuatro goles, aprovechando sobre todo la rapidez en el contraataque y la circulación en el ataque posicional.

Ajuste defensivo

Al reanudarse, Beti‑Onak ha salido más agresivo, ajustando la defensa para presionar 6‑0 y provocar errores del rival. Esa modificación le ha dado efecto: se le ha visto más intensa, ha conseguido buenas salidas al contraataque y ha logrado reducir la diferencia hasta empatar o ponerse a un gol en varios momentos.

Pero aquí ha aparecido el oficio del Bera Bera: en los tramos decisivos, ha sabido frenar la sangría de goles, ajustar pequeños detalles (como la defensa en el pivote o los lanzamientos exteriores) y no dejar que la reacción local se transformara en un vuelco. Con un parcial favorable de 0‑3 o 0‑4 en un momento clave, las donostiarras han vuelto a escaparse.