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Juzgan un caso de explotación sexual a mujeres nigerianas que incluye a Gasteiz

Una red acusada de explotar sexualmente a mujeres nigerianas en Gasteiz y también Madrid y Lanzarote se juzga desde este martes en a Audiencia de Las Palmas por delitos de trata. A una de sus víctimas se le exigió el pago de 55.000 euros por la deuda que supuestamente había contraído.

Redada policial en un club de Noain el pasado julio.
Redada policial en un club de Noain el pasado julio. (Eduardo Sanz | Europa Press)

Gasteiz, Madrid y Lanzarote fueron epicentro de una trama de explotación sexual a mujeres nigerianas que se está juzgando en Las Palmas deste este martes.

Una de las víctimas, la testigo protegido número 2 de la causa, ha explicado en la primera jornada del juicio que tuvo que hacer tres juramentos antes de salir de su país y comerse el corazón crudo de una gallina, siguiendo un ritual de vudú, para comprometerse al pago de su deuda y a no delatar a nadie de la organización, si no quería que le ocurriera algo malo a su familia.

La testigo ha manifestado que recibió palizas y fue obligada a ejercer la prostitución en Lanzarote, Madrid y Gasteiz, hasta que pudo huir a Barcelona con otra de las víctimas de la organización y denunciar a los acusados: tres mujeres y cuatro hombres -dos de ellos en rebeldía- que se enfrentan a ocho años de prisión, salvo la cabecilla, la procesada S.O., para la que le piden 11 años, si bien sus abogados reclaman su absolución.

Según el relato de esta víctima, S.O. era conocida de una tía suya y fue quien le propuso viajar al Estado español en 2015 para trabajar y ganar dinero para cuidar a su hijo y al resto de su familia en Nigeria.

Un hombre llamado Harris le buscó el billete de avión en Nigeria y le dio algo de dinero para llegar hasta Lanzarote, su destino final, pasando previamente por Madrid, tras viajar a Turquía, Grecia y Francia, ha señalado la testigo, quien ha precisado que en Madrid la esperaba S.O. y que fue con ella con quien voló hasta Canarias.

A partir de entonces, ha relatado, todos sus movimientos fueron controlados por S.O., quien le quitó su documentación al llegar a Lanzarote, donde conoció a las otros acusadas y donde comenzó a ejercer la prostitución en la zona de Puerto del Carmen, en Tías, por indicación de la cabecilla de la red.

La testigo protegido ha contado que, cuando las llevaron a ella y a otra víctima a Madrid para ejercer allí la prostitución, S.O. la obligó a desnudarse y le exploró los genitales para ver si tenía dinero y que allí le hizo pedir asilo y le dio tal paliza que, debido a sus gritos, acudió la Policía a la casa del novio, donde estaban alojadas.

No reveló nada a los agentes y se tapó la herida por miedo, ha contado esta víctima, que ha dicho que después la trasladaron a Gasteiz, donde ejerció la prostitución en un club que había recomendado otro de los acusados, uno de los que se encuentra en rebeldía y pareja de S.O.

Tras una redada en el club, tanto la testigo protegido número 2 como la otra víctima que había viajado con ella desde Lanzarote, fueron trasladadas de nuevo a Madrid, donde lograron escaparse a Barcelona, aunque tuvo que seguir pagando a la organización porque S.O. amenazaba a su familia, incluso llegó a viajar a Nigeria y agredir a un pariente.