Los jugadores del Alavés celebran el tanto de Boyé.
Los jugadores del Alavés celebran el tanto de Boyé. (Endika PORTILLO | FOKU)
Imanol  Intziarte
Redactor de actualidad, con experiencia en información deportiva y especializado en rugby

Lucas Boyé decide desde los once metros un Alavés-Real parco en juego y ocasiones

El Alavés se ha impuesto por la mínima a la Real con una pena máxima por manos de Aritz que el atacante argentino ha convertido justo antes del descanso. En la segunda mitad los donostiarras no han tenido la claridad necesaria frente a un conjunto local que se ha defendido sin apuros (1-0). 

Poco juego, menos ocasiones –casi todas a balón parado– y un derbi decidido en una jugada fortuita, con un balón que ha golpeado en el brazo de Aritz Elustondo. Penalti tras el aviso del VAR, que Lucas Boyé ha mandado al fondo de la red en el alargue de la primera parte. La segunda parte ha sido un quiero y no puedo de la Real, frente a un Alavés que ha defendido su renta con uñas y dientes para sumar tres puntos, colocarse con 18 y adelantar a su rival, que se queda con 16 y un mal sabor de boca.

A pesar de las derrotas cosechadas en la última jornada, ambos técnicos han dejado claro que estaban satisfechos con el rendimiento de los suyos ante Barcelona y Villarreal. Así, Eduardo Coudet solo ha presentado un único cambio, y obligado, respecto al once del Camp Nou, con la entrada de Ander Guevara como mediocentro en el lugar del sancionado Antonio Blanco.

Por su parte, Sergio Francisco ha repetido el equipo titular que salió de inicio frente al submarino amarillo, con Elustondo en el centro de la zaga junto a Jon Martín y Barrene en el banquillo, con un triplete atacante formado por Kubo, Guedes y Sadiq. Los donostiarras portaban brazalete negro por el fallecimiento el jueves, a los 96 años de edad, de José Juan Ramos, socio número 1 del club.

A balón parado

El primer aviso lo ha dado el Alavés a los 13 minutos, aprovechando su buen trabajo a balón parado, que se suma a los problemas realistas en dicha faceta. El testarazo de Lucas Boyé al saque de una falta botada por Rebbach se ha escapado a pocos centímetros de la escuadra de Remiro. El conjunto local llevaba la manija, y solo un mal control ha impedido a Calebe plantarse uno contra uno ante el meta de Cascante.

Una pérdida de Brais obligaba a Gorrotxa a ver la amarilla tras frenar con un agarrón a Denis Suárez. Del ataque realista no había noticias, pero Soler casi anota tras un saque de córner de Sergio Gómez. El valenciano ha rematado en el área pequeña, pero Sivera ha hecho alarde de sus reflejos para sacar su testarazo picado (m.32).

Tres minutos más tarde ha sido Jon Martín el que ha vuelto a intentarlo, con un cabezazo a la parte exterior del poste tras un saque de falta, otra vez, de Sergio Gómez. Como en tantos y tantos derbis, el juego brillaba por su ausencia y las ocasiones llegaban desde la pizarra.  

La primera parte agonizaba hacia la nada cuando ya con el tiempo cumplido el balón han golpeado en el brazo de Elustondo y Alberola Rojas, advertido por el VAR, ha señalado los once metros. Boyé se ha encargado de transformarlo con suspense –el balón ha pasado bajo el cuerpo de Remiro– para poner al Alavés en ventaja antes del descanso (1-0, m.49). En un partido tan rácano, el botín parecía oro.

Ocasiones para remachar

El Alavés ha olido la sangre y ha regresado de los vestuarios con ganas de remachar la faena. Remiro ha tenido que lucirse en un disparo de Rebbach que se ha envenenado tras tocar en Gorrotxategi. El argelino ha disparado alto poco después. La Real era un boxeador agarrado a las cuerdas, rezando para que no llegara el KO.

Coudet ha quitado a Calabe para aprovechar la chispa de Carlos Vicente, y Sergio Francisco ha retirado a los desafortunados Sadiq y Elustondo –no solo por el penalti– para dar entrada al talismán Barrene y a Caleta Car. 

La Real se ha desperezado por fin y ha comenzado a mover el balón con algo de criterio, metiendo en su campo al Alavés, que trataba de aguantar la ventaja. Boyé ha podido sentenciar tras un robo en la presión, pero se lo ha impedido Remiro.

A falta de un cuarto de hora para el noventa, Guevara y Rebbach han cedido su lugar a Protesoni y Aleñá. Coudet buscaba oxígeno para que el centro del campo no se sintiera desbordado. Ha sido antes de que Sergio Francisco quemara sus naves dando entrada a Zakharyan y Karrikaburu por Gorrotxategi y Kubo.

El crono apretaba a los donostiarras, que no conseguían meter el miedo en el cuerpo a Sivera. Barrene ha rematado en plancha muy desviado, el público de Mendi seguía animando para romper la racha de tres derrotas consecutivas. Karrika no ha encontrado puerta tras una jugada de Guedes, y el bombardeo al área de los minutos finales tampoco ha dado frutos.