La Real tiene un canal de whatsapp en el que suele hacer una encuesta para decidir qué canción suena en el descanso de los partidos de Anoeta. Normalmente son temas en euskara, pero hoy ha hecho una excepción y ha elegido cuatro temas en castellano. El motivo es bastante obvio y el resultado también. Ha ganado ‘Si te vas’, de Extremoduro. Por goleada, y en realidad daban igual los ‘rivales’.

Con un resultado más ajustado, siempre que fuera una victoria, se conformaba la parroquia blanquiazul, que se ha dado cita en «un día con una noche oscura, esperando por ver si saliera la luna». La música de Robe Iniesta ha sido protagonista, al igual que siempre lo es, y más a primeros de diciembre, Aitor Zabaleta. Anoeta no olvida y Bultzada ha exhibido un espectacular tifo «contra el fascismo» con referencias a Kortatu y Negu Gorriak.  

Sin embargo, tras una primera mitad como poco de notable, una aciaga segunda parte ha permitido al Girona llevarse los tres puntos de Anoeta y dejar a Sergio Francisco con pie y medio fuera del banquillo. Habrá que estar atentos a lo que sucede en las próximas horas en las oficinas del club.

Regreso de Zubeldia y Barrene

El técnico irundarra ha recuperado para su once titular a Zubeldia y Barrenetxea, lo que ha mandado al banco a Aritz y Sadiq, con una tripleta ofensiva muy móvil. El resto, una alineación que se empieza a recitar de carrerilla, salvo los retoques puntuales por bajas. Enfrente, un Girona con muchas bajas y que tras las mieles de la Champions prueba ahora la hiel del pozo clasificatorio.

Barrene ha hecho notar su presencia desde el arranque, con un centro a Kubo que el japonés ha rematado por encima del larguero de Gazzaniga. Otro centro, en esta caso de Sergio Gómez, se ha paseado por el área pequeña sin encontrar rematador. La Real ha salido a morder muy arriba, corriendo riesgos en la zaga pero yendo a por el partido desde el minuto uno, tal y como pedía su entrenador la víspera.

Tsygankov casi pasa factura con un zurdazo pegado al palo que Remiro ha desviado a córner (m.21), pero el choque era prácticamente un monólogo blanquiazul. Faltaba el gol, y este ha llegado en un excelente pase en profundidad de Zubeldia para batir líneas y dejar que Guedes se plantara ante Gazzaniga y le batiera pese a la oposición de Reis (1-0, m.35). La Real ha conseguido llegar al vestuario por delante, lo cual era mucho, vistos los precedentes.

Las orejas al lobo

Tras el descanso, Karrikaburu ha entrado en lugar de un Barrenetxea que, evidentemente, está lejos de su 100%. La entrada del baztandarra modificaba el perfil del ataque realista, con un nueve más fijo. El Girona se ha hecho con la posesión, mala noticia porque se trata de un equipo muy pelotero. Anoeta empezaba a verle las orejas al lobo y Sergio también, que ha llamado a Marín y Zakharyan para oxigenar a su equipo, entrando por Soler y Guedes. La Real llevaba veinte minutos persiguiendo sombras.

Aramburu ha visto una amarilla que le impedirá estar contra el Levante el próximo sábado. Los cambios han tenido efecto, pero cuando parecía que se habia taponado la sangría, Karrikaburu ha perdido un balón en área rival y el Girona ha montado una contra que nadie ha sabido frenar y que ha terminado en gol de Tsygankov (1-1, m.76). Esta película ya se había visto antes.

Turrientes ha entrado por Brais con un cuarto de hora por delante. El empate no sacaba de pobres ni a vascos ni a catalanes, pero sobre todo era un palo para los primeros. Se escuchaban pitos en Anoeta, que han ido a más cuando Alex Moreno se ha marchado de Aramburu y Kubo como si fuera la reencarnación de Messi y su centro lo ha mandado a la red Tsygankov con un remate de espuela (1-2, m.84). A partir de ahí, un quiero y no puedo despedido con música de viento. El fútbol profesional no hace prisioneros.