Los sindicatos ELA, LAB, Steilas, Hiru y Etxalde han anunciado este lunes en Bilbo que impulsan una huelga general para el 17 de marzo en Hego Euskal Herria frente al bloqueo impuesto a las dinámicas por un salario mínimo propio.

Este bloqueo se ha plasmado en la CAV en la negativa de Confebask a negociar sobre la cuestión, pese a que la patronal fue emplazada a ello por el propio Gobierno de Lakua.

Posteriormente, en noviembre pasado, fueron PNV y PSE –los socios de gobierno– quienes junto a PP y Vox rechazaron una ILP respaldada por 138.495 firmas, y destinada a que el Parlamento de Gasteiz instara al Gobierno español a permitir este salario mínimo propio.

En Nafarroa la mayoría sindical también había emprendido una dinámica similar que se topó con las mayorías políticas contrarias y con el rechazo de la patronal CEN. Estaba respaldada por 18.316 firmas de trabajadoras y trabajadores. 

La huelga se desarrollará bajo el lema 'Gutxieneko soldata hemen erabaki. SMI 1.500 euro. Mejorar salarios para repartir la riqueza'.

«Agresión antidemocrática»

En la comparecencia de Bilbo, los sindicatos han denunciado la «agresión antidemocrática» que supone que ni siquiera se hayan admitido a trámite las Iniciativas Legislativas Populares.

Según han detallado, «mientras que el Parlamento de Navarra se escudó en informes jurídicos para impedir incluso que se iniciara el proceso de la ILP, en el Parlamento Vasco fueron los votos de PNV, PSE, PP y Vox los que cerraron la vía del debate, despreciando así más de 138.000 firmas en apoyo de la ILP. Como se recordará, también la ILP defendida por el Movimiento de Pensionistas recibió la negativa de las instituciones, y ni siquiera ha sido debatida».

«Es muy grave que los representantes políticos nieguen a la sociedad el único camino para proponer cambios legales; están limitando enormemente la democracia», han insistido. Añaden como especialmente grave que «se ha despreciado un ejercicio de autogobierno y soberanía que busca defender los derechos de la clase trabajadora; tanto los gobiernos de Gasteiz y de Iruñea como las patronales quieren imponer la legislación laboral española para precarizar aún más a la clase trabajadora vasca».

Tracción también para pensiones, mujeres, vivienda...

Con esta iniciativa, los sindicatos convocantes proponen de entrada un SMI de 1.500 euros para 2026, «que debería ser fijado por los parlamentos de Gasteiz e Iruñea tras la oportuna modificación del artículo 27 del Estatuto de los Trabajadores en el Congreso de los Diputados. Por ello, se emplaza a los partidos políticos vascos a que trasladen esta reivindicación a Madrid y se negocie su aprobación. Paralelamente, los sindicatos exigen a los partidos que no apoyen ningún cambio en el estatus jurídico o político de la CAPV o de Navarra si carece de dicha competencia. De la misma forma, se mantiene la exigencia a las patronales Confebask y CEN para que firmen sendos acuerdos interprofesionales que fijen los respectivos SMI en 1.500 euros mensuales (2026)».

Han explicado además que «el aumento del SMI tendría su efecto en la negociación colectiva, contribuyendo al alza del resto de salarios, por lo que esta huelga general es una cita ineludible para el conjunto de la clase trabajadora. Se trata de un punto de inflexión para lograr un mejor reparto de la riqueza mediante la mejora de los salarios».

«El logro de un SMI mínimo de al menos 1.500 euros contribuirá a reducir la brecha salarial impuesta a las mujeres trabajadoras. Asimismo, tendrá una consecuencia directa en los colectivos más precarizados (jóvenes, migrantes o personas con diversidad funcional)», inciden. En resumen, «dicho SMI se convertiría en la base de un sistema de protección social que hoy en día es muy insuficiente. Esos 1.500 euros deberían convertirse, asimismo, en la pensión mínima, lo que vendría a cumplir una de las reivindicaciones principales del Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria. Y deberían de ser suficientes para acceder a una vivienda y desarrollar una vida independiente».

Como colofón, han subrayado que «la huelga general del 17 de marzo va a suponer un paso adelante de la sociedad para reivindicar su participación democrática en las decisiones políticas, concretado en el derecho a decidir de Hego Euskal Herria en la fijación del SMI y, por extensión, del resto de salarios y prestaciones sociales».

Nafarroa

En la comparecencia de Iruñea, Imanol Pascual (ELA), Imanol Karrera (LAB) y Ane Apezetxea (Steilas) han destacado que la asunción de la competencia para fijar el SMI supondrá un avance en el derecho a decidir, servirá para luchar contra la precariedad y permitirá un mejor reparto de la riqueza. En este sentido, han recordado que en Nafarroa la tasa de pobreza ha subido de un 12% a un 18% en un ciclo expansivo de la economía.

Junto a ello, han denunciado que UGT y CCOO se han sumado al bloqueo de la reivindicación de un SMI propio en Nafarroa a la actitud bloqueadora de la patronal y el propio Gobierno navarro. Han calificado de «incomprensible» la actitud de UGT y CCOO, que sí apoyan un SMI propio para la CAV y de «antidemocrático» que la lehendakari María Chivite no haya siquiera aceptado a reunirse con los sindicatos que impulsan esta demanda. «Representamos al 40% de los trabajadores navarros», ha subrayado Pascual.

Karrera ha destacado que uno de cada dos trabajadores navarros está en un situación de precaridad y que un sueldo por debajo de los 1.500 euros que reclaman como mínino es muy difícil vivir en Nafarroa. En este sentido, ha subrayado que aunque se suban los sueldos aumenta la brecha salarial y la pobreza se incrementa, lo que ha calificado de «inaceptable».

El coordinador de LAB ha añadido que es la patronal CEN la que marca la política del Gobierno navarro y ha reclamado una reflexión al respecto. Ha calificado de «hipócrita» la posición de UGT y CCOO y ha preguntado «qué tienen que ocultar» para oponerse en Nafarroa a una demanda que sí reclaman en otros territorios.

«Lograr la competencia para fijar el salario mínimo será bueno para los trabajadores y para toda Nafarroa», ha subrayado Karrera.

Cámaras de Comercio: «Diálogo hasta el amanecer, sin amenazas»

Las cámaras de comercio de la CAV, agrupadas en Eusko Ganberak, han defendido que «hay que dialogar y negociar, pero no amenazando, sino reflexionando» sobre la situación del país.

En conferencia de prensa en Bilbo para tratar sobre las perspectivas económicas de los tres herrialdes, el presidente de la Cámara de comercio de Araba, Gregorio Rojo, en representación de Eusko Ganberak, se ha referido a este asunto y ha apostado por «la negociación hasta el amanecer».

«Hay que hablar, hay que negociar, pero no amenazando, sino reflexionando sobre la situación real del país», ha defendido.

Según ha puesto de manifiesto, el actual es «un momento clave» por «la incertidumbre» que existe en el mundo empresarial.

Ha afirmado que la CAV cuenta con una estructura económica «envidiable», con la industria como «factor potente», que aporta «un volumen de salarios importante», el «más importante a nivel nacional [estatal]».

Además, según ha añadido, en la CAV «tenemos que pensar en atraer inversiones», por lo que «tenemos que ser atractivos».

Torres defiende «el diálogo»

La reacción de Lakua ha venido de la mano del vicelehendakari y consejero de Economía, Trabajo y Empleo, Mikel Torres, quien ha apelado «al diálogo» como forma de llegar a un acuerdo sobre un SMI propio a través de la negociación colectiva, aunque ha mostrado su «respeto» por la decisión de los sindicatos de convocar una huelga general.

«Sí nos sorprende que hagan una convocatoria de huelga a tres meses vista, con lo cual se supone que vamos a ver tres meses de reivindicaciones y, sobre todo, de calentar ese tema. El compromiso del Gobierno vasco –lo ha reiterado hace pocas fechas también el lehendakari– es de que haya un salario mínimo de negociación colectiva en Euskadi y el camino para realizarlo es a través del acuerdo, de la negociación, del diálogo», ha señalado, en declaraciones a los medios.

Por ello, ha hecho un llamamiento a patronal y sindicatos para que «se sienten a hablar». «No hace falta llevar a ningún sitio la reivindicación. Tenemos esa potestad», ha apostillado.

Torres ha manifestado que Lakua ya puso «encima de la mesa» un estudio sobre la realidad socioeconómica y sociolaboral en la CAV, en el que se establecía «un rango» sobre lo que podría ser ese salario mínimo de negociación colectiva, así como unas condiciones.

Ha destacado que, asimismo, se hacía un análisis según el cual el SMI «no era el problema real del mercado laboral», que afectaría a un 3% de los trabajadores, sino que habría «otra serie de aspectos» a abordar mediante el diálogo.

El consejero ha insistido en que Confebask y los sindicatos tienen «la mano tendida» de Lakua y les ha pedido que reflexionen «sobre el diálogo como la mejor solución para llegar a acuerdos».

Ha indicado que aún está pendiente la resolución de la demanda presentada ante el TSJPV por ELA y LAB contra Confebask por su negativa a tratar sobre el SMI, y que desconoce «si eso condicionará o no la huelga general».

«Nosotros seguiremos trabajando en que ambas partes se puedan sentar. Nosotros ya estamos trabajando con la parte empresarial y con los sindicatos que sí se sientan en la mesa la convocatoria de esa mesa de diálogo social para llevar a cabo nuevos proyectos y acuerdos en materia laboral, que creo que es la mejor forma de avanzar en este país», ha recalcado.