Todo se junta en la agenda baskonista: una riada interminable de partidos, incluida la reubicación de su duelo contra Gran Canaria, la llegada de un fichaje en principio temporal como Eugene Omoruyi y el final del contrato de Kobi Simmons, cuando en principio a Galbiati lo convence más él que Markquis Nowell, quien tiene contrato garantizado hasta final de campaña.

Todo son preguntas sin respuesta y todo precisa un ratito de atención. En primer lugar, un Omoruyi que ha sido presentado este martes y que el miércoles a las 20.30 podría estar perfectamente a disposición de Paolo Galbiati para jugar frente a al AS Mónaco de Vassilis Spanoulis. Un jugador que se siente «bendecido por poder jugar a baloncesto» y que ha prometido a los aficionados baskonistas que ha venido «a darlo todo y a competir al máximo nivel».

Un jugador «polivalente y versátil», que ha admitido que perfectamente puede jugar de ala-pívot que de pívot, aunque en principio su estancia en Gasteiz estará limitada a lo que dure la baja de Tadas Sedekerskis.

«Mi primera idea era hacerme un hueco en la NBA, pero ya que no ha sido posible estoy perfectamente centrado en la Euroliga, y el Baskonia es un sitio ideal para poder asentarme. La ciudad es pequeña y tranquila y eso me gusta a mí y a mi familia también, así que estoy convencido de que encajaré», ha añadido un Omoruyi quien, según ha indicado el mánager general Félix Fernández, ya estuvo entre los jugadores analizados como posibles fichajes a lo largo del verano.

El portavoz baskonista ha querido, además, agradecer la «rápida disposición» de su nuevo jugador a la hora de tomar la decisión de recalar en Gasteiz- «Fue una operación que se resolvió con una llamada y en pocas horas», ha resumido. De hecho, Eugene Omoruyi hubiera haber podido debutar el fin de semana de haberse disputado el duelo ante el Gran Canaria porque estaba dado de alta para la Liga ACB, puesto que al ser un jugador con pasaporte Cotonú, no cuenta como extracomunitario.

Mientras tanto, el Baskonia «está en el mercado» en busca del pívot perdido. «Es sumamente complicado en este momento de la temporada, a ver qué posibilidades hay y qué camino coge el equipo», ha indicado Félix Fernández, quien tampoco ha aclarado qué será del futuro de Kobi Simmons o Nowell en Gasteiz, aunque no ha tenido empacho en decir sobre Simmons que «su rendimiento está siendo extraordinario y es un jugador que nos gusta».

A los leones

Tanto Omoruyi como sus compañeros saltarán este miércoles a las 20.30 a vérselas en el Buesa Arena con todo un Mónaco, un equipo presente en la última Final Four y que de la mano de Mike James, más el añadido de jugadores de la talla de Mirotic, Kevarrious Hayes o los sempiternos Alpha Diallo, Blossomgame, Elie Okobo o Daniel Theis.

No solo es que el conjunto que dirige Vassilis Spanoulis ocupe la quinta plaza clasificatoria, a dos triunfos del liderato, con un balance de 9-6, aventajando en cuatro victorias al Baskonia, sino que los gasteiztarras solo han ganado una vez al cuadro monegasco en sus ocho enfrentamientos: un 78-66 en Zurbano en un 22 de octubre de 2021.

Desde entonces mucho ha cambiado el panorama en el Mónaco y en el Baskonia, por lo que enfrentarse a Mike James y su tropa, «uno de los jugadores más desequilibrantes de la Euroliga», tal y como ha admitido Paolo Galbiati, supone una prueba de fuego para la solidez como local de los gasteiztarras, quienes llevan mostrándose inexpugnables en Europa en el Buesa Arena desde que cayeron frente al Partizan, con un único lugar en la Liga ACB, con la derrota sobre la bocina en el duelo ante Valencia Basket.

La pasada campaña los pupilos de Pablo Laso caían por 75-87, en el un partido extraño, en el que los gasteiztarras llegaron a ir con 27 puntos de desventaja para reaccionar en el tercer cuarto con un parcial de 31-14 tras una primera mitad horrible que terminó con un resultado de 24-47. Los baskonistas llegaron a situarse a tiro, 55-61, pero cuando el físico se agotó, Mike James y Elie Okobo remataron el partido.