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La Ertzaintza deja impune la desaparición del test de drogas del hijo de un jefe policial

Asuntos Internos de la Ertzaintza ha dado carpetazo a la desaparición del test de drogas del hijo de un jefe policial, de la comisaría de Ondarroa. Pese a que hasta cinco pruebas se han esfumado sin dejar rastro, liquida el asunto al no poder señalar a ningún responsable.

El caso se desencadenó en un control de carretera de la Ertzaintza en Mendexa.
El caso se desencadenó en un control de carretera de la Ertzaintza en Mendexa. (Endika Portillo | Foku)

Medios del Grupo Vocento han dado a conocer este lunes un nuevo escándalo relativo a la Ertzaintza. Ya era sabido el caso de la desaparición del test de drogas del hijo del jefe de la comisaría de Ondarroa, pero ahora se ha conocido además que la Unidad de Asuntos Internos ha dado carpetazo al tema alegando que no puede acreditar quién es el responsable de la aparente sustracción.

Asuntos Internos no oculta que ha habido lo que define como «deficiencias» en «la gestión y tramitación» de «diversos documentos y evidencias» de los dos expedientes sancionadores abiertos al joven. No obstante, y como resultaba previsible de antemano, no ha podido identificar responsabilidad en estas acciones, por lo que archiva la ‘investigación’.

Hasta cinco pruebas y dos antecedentes

Según publican estos medios, hasta cinco pruebas han desaparecido en este caso: la denuncia original (una multa que constaba en el boletín interno y el documento de control), la solicitud de análisis a Policía Científica, el acta de información (en la que se informa de sus derechos a la persona detenida), el acto de signos externos (que define la situación física del denunciado) y la bolsa de evidencias (que contenía el test de drogas y el hisopo de saliva).

En su día se publicó que las pruebas de otras dos denuncias similares a este mismo joven «se habían esfumado en comisaría antes de ser enviadas al laboratorio de Policía Científica para ser ratificadas. Alguien las hizo desaparecer y también las de un amigo de este mismo joven».

Este caso se desencadenó en agosto de 2024 en un control de tráfico en Mendexa, realizado por agentes de la comisaría de Ondarroa. El joven fue sancionado inicialmente, pero, al parecer, se produjo una intervención del ‘nagusi’ que ha derivado en esta situación. El jefe de operaciones de la comisaría, disconforme con la diferencia de trato respecto a otras personas en situaciones similares, fue quien elevó el tema a Asuntos Internos. 

A consecuencia de todo esto, el joven quedó exento de pagar dos multas de 1.500 euros y se salvó además de la pérdida de seis puntos del carnet de conductor. Ahora, por lo que parece, también la ocultación posterior en comisaría quedará impune. Y el ‘nagusi’ de Ondarroa sigue en su cargo.