Batman
Caballero oscuro, un detective y científico excepcional, vengador despiadado, homosexual encubierto y el héroe más humano son algunos de los calificativos que se han aplicado a Batman a lo largo de su dilatada historia en el mundo del cómic. El superhéroe sin superpoderes cumple 75 años este mes y se preparan varios acontecimientos para revitalizar al hombre murciélago, que se ha hecho mundialmente famoso gracias a la viñeta, el cine y la televisión.
«Necesitamos más superhéroes». Esta era la consigna que los editores de National Publications lanzaron a comienzos de 1939 a sus creadores después del arrollador éxito de Superman, personaje que había visto la luz en la revista ‘Action Comics’ en junio del año anterior. Animado por ese interés, el dibujante de 23 años Bob Kane, que había entrado en el mundo del cómic en 1936, se decidió a crear un nuevo superhéroe, al que llamó en un primer momento Birdman (Hombre pájaro) para posteriormente cambiarlo por Bat-Man (Hombre murciélago). A la hora de diseñar la imagen de su justiciero, Kane se inspiró en el papel de Douglas Fairbanks en la película ‘La Marca del Zorro’ y en el diagrama del ornitóptero de Leonardo da Vinci.
Tras realizar un boceto, pidió la opinión de su colaborador Bill Finger, un aspirante a escritor y vendedor de zapatos a tiempo parcial al que había conocido en una fiesta. Lo que presentó a Finger fue un personaje con ciertas similitudes con Superman, ya que llevaba enfundadas una especie de medias de color rojo. No tenía ni guantes, ni accesorios y lucía unas botas, una pequeña máscara sujeta por una cuerda y dos alas que sobresalían y que simulaban las de un murciélago siguiendo el esquema de Da Vinci.
Una vez examinado el esbozo, el escritor le planteó varias modificaciones, como cambiar el antifaz por una capucha con orejas puntiagudas, sustituir las alas por una más práctica capa terminada en puntas, añadirle guantes y suprimir las partes rojas y brillantes del traje por una combinación de gris y negro.
Además, se le ocurrió una identidad secreta para el nuevo superhéroe: Bruce Wayne. El nombre provenía de Robert Bruce, el rey escocés, ya que la persona que se escondería tras la máscara sería un superficial adinerado playboy con cierto aire de noble. Y el apellido lo tomaba prestado de Mad Anthony Wayne, una de las figuras militares de la Guerra de la Independencia de EEUU.
A continuación se trataba de dotarle de personalidad, aunque su espíritu de justiciero quedó claro desde el principio, ya que se partía de la base de que Wayne había presenciado, con tan solo ocho años, cómo el delincuente Joe Chill mataba a sus padres al intentar robarles tras salir del cine. De hecho, durante el sepelio del doctor Wayne y su esposa Martha, el pequeño Bruce dice: «Por los espíritus de mis padres, prometo que vengaré su muerte combatiendo el delito el resto de mi vida». Para poder intimidar a los criminales a los que ha jurado perseguir, Wayne opta por un ropaje oscuro más propio de los chicos malos, ya que considera que su alter ego debe ser «una criatura nocturna, oscura e impactante».
A esa cualidad primigenia de vengador, Finger le añadió otras inspirándose en personajes literarios como Doc Savage, The Shadow y Sherlock Holmes, hasta convertirlo en un excepcional detective y científico dotado de una envidiable forma física. Con estas habilidades se intentaba paliar la gran desventaja que tenía frente al extraterrestre Superman y que consistía en el hecho de que Batman/Bruce Wayne no dejaba de tratarse de un ser humano. Por ese motivo, cuenta con un enorme repertorio de gadgets guardado en su cinturón multiusos y que se caracterizan por tener un diseño inspirado en un murciélago, como el batarang.
Con todos estos elementos, en mayo de 1939 se publicaba la primera historia de Batman, titulada ‘El caso del sindicato químico’ y que fue publicada en el número 27 de la revista ‘Detective Comics’. Kane había cedido los derechos de propiedad de su personaje a cambio de que en todos los cómics apareciera la leyenda «Creado por Bob Kane». Para Finger tan solo había gratitud por sus contribuciones.
El hombre murciélago original era un vengador tan duro como el Superman de los comienzos, que masacraba corruptos. En el caso del nuevo superhéroe, no dudaba en exterminar a un grupo de criminales con una ametralladora mientras aseguraba: «Odio terminar con la vida humana, pero me temo que esta vez es necesario». Como en el caso de su predecesor y a sugerencia de los editores, ese carácter implacable se fue suavizando, de tal manera que dejó de manejar armas de fuego y de liquidar sin contemplaciones a sus enemigos.
Siguiendo la estela de Superman, su éxito fue inmediato y un año después ya contaba con su propia revista. En 1940 también se incorporó un nuevo personaje en forma de ayudante de Batman, ya que la editorial consideraba que un compañero juvenil haría que los lectores jóvenes se identificaran todavía más con el personaje. Esa idea era compartida por Bill Finger, en vista de que Sherlock Holmes, una de sus fuentes de inspiración, también contaba con el inestimable apoyo del doctor Watson.
Robin, ayundante y ¿amante?
Bob Kane se planteó crear un chico llamado Mercurio, que contaría con un ‘super-traje’ para poder estar a la altura de su mentor. Uno de sus ayudantes, Jerry Robinson, sugirió que fuera una persona normal y que se llamara Robin en recuerdo de los libros de Robin Hood que había leído en su infancia. En abril de 1940 debutaba el compañero de Batman con ese último nombre. Se trataba de un artista de circo huérfano llamado realmente Dick Grayson y que iba a vivir a la mansión del magnate Bruce Wayne como su protegido. La intuición de los editores se vio confirmada cuando el primer número en el que apareció Robin duplicó la ventas. Más adelante, Grayson sería sustituido por Jason Todd y Tim Drake en el papel de escudero de Batman.
Los estrechos vínculos del superhéroe con Robin terminaron dando pie a rumores sobre una presunta homosexualidad del hombre murciélago. En 1954, el psiquiatra Fredric Wertham publicaba el libro «La seducción del inocente», en el que aseguraba taxativamente que «las historias de Batman son psicológicamente homosexuales». Desde entonces, esa aureola de posible gay ha rodeado al justiciero, aunque sus diferentes dibujantes han asegurado que ninguno de ellos pensó en que su personaje tuviera esa tendencia sexual. Para paliar esa duda, se crearon personajes como Batwoman y Batgirl, e incluso se le emparejó con varias mujeres, hasta que con Talia al Ghul tuvo a su hijo Damian.
Con independencia de si son amantes o no, Robin supuso un cambio en el mundo de los superhéroes al introducir la figura de un ayudante, aunque había cosas que no podían alterarse, como la presencia de antagonistas. Como un superhéroe no es nadie sin supervillanos a los que hacer frente, poco después de que Robin entrara en escena, surgía el archienemigo de Batman: el Joker. Su fuente de inspiración fue doble. Por un lado, Robinson mostró a Kane la carta de una baraja que tenía un joker (el comodín) de aspecto malvado que al escritor Finger le recordó al actor Conrad Veidt, quien en la película ‘El hombre que ríe’ aparecía maquillado como un payaso con una sonrisa fija en el rostro. Desde entonces, el imprevisible y rocambolesco Joker no ha dejado de poner en apuros al justiciero.
Posteriormente se sumarían al elenco de malvados El Pingüino, Catwoman, Dos Caras, Enigma, Ra’s al Ghul y Mr Freeze, entre una amplia panoplia. Unos villanos a los que a partir de 1952 Batman empezaría a combatir con la inestimable ayuda de su colega justiciero Superman (ambos conocen sus respectivas entidades secretas) y en los años 60 como miembro fundador de la Liga de la Justicia y más adelante del grupo conocido como Los Marginales. En esa época es cuando empieza a lucir en el pecho una elipse amarilla alrededor del logo del murciélago, en un claro paralelismo, una vez más, con la S de Superman.
Además del hombre de acero, Batman cuenta con el apoyo de su fiel mayordomo Alfred Pennyworth, que de un hombre corpulento y torpe, se convirtió en un estirado caballero que cuida de Wayne desde que se quedó huérfano. También destacan el comisario Gordon, su aliado en el Departamento de Policía de Gotham, y su hija Barbara, que es la Batgirl original. Asimismo, está Lucius Fox, su gerente y suministrador de todo tipo de armas para sus andanzas nocturnas.
Las aventuras de Batman tienen como escenario la megaciudad de Gotham, donde impone su ley ayudándose de los ingenios que surgen de su brillante cerebro, como el batmobile, el batgyro, un jet, una lancha y una motocicleta, que son guardados en su guarida secreta, la batcueva, situada bajo la mansión en la que vive.
Salto a otros medios
El éxito alcanzado en el ámbito del cómic hizo que Batman diera el salto a la prensa, donde se empezó a publicar una tira a partir del 25 de octubre de 1943. Ese mismo año se estrenaba una primera serie cinematográfica de quince capítulos en la que el superhéroe era encarnado por Lewis Wilson y donde se enfrentaba al agente japonés Dr. Daka en las inmediaciones de la Segunda Guerra Mundial. A esta serie le siguió una segunda en 1949 con Robert Lowery cubriéndose con la capucha de orejas puntiagudas.
A finales de los 50, los argumentos de Batman en el cómic giraron hacia la ciencia ficción, hasta que a comienzos de los 60, las ventas empezaron a caer en picado. Para relanzar al personaje, el editor Julius Schwartz revisó la serie renovando la vestimenta del hombre murciélago. El empujón definitivo le llegó en 1966 con el estreno de la serie de televisión ‘Batman’, que se emitió durante dos años con Adam West como protagonista y que dio pie a la producción de una película sobre el superhéroe, en la que participó prácticamente el mismo reparto de la serie. Esta no era la primera cinta que se rodaba sobre el hombre murciélago, ya que en 1964 el artista Andy Warhol filmó ‘Batman contra Drácula’, un película que nunca fue autorizada por la editorial DC.
Tras este repunte, regresó la crisis de ventas al cómic, a la que intentaron poner remedio Dennis O’Neil y Neal Adams reinventando al personaje haciéndole volver a sus orígenes, al Batman más oscuro y siniestro. Pero la fórmula no funcionó y la agonía del personaje se prolongó hasta mediados de los años 80. Para entonces ya había fallecido el escritor Bill Finger, al que Bob Kane, que le sobreviviría hasta 1998, solo le reconoció su aportación a la creación de Batman una vez que había muerto.
En 1986, Frank Miller publicaba la novela gráfica ‘Batman: The Dark Knight Returns’, que se convirtió en uno de los mayores hitos de la industria del cómic y que relanzó la serie hasta el punto de que tres años después se estrenó la película ‘Batman’, dirigida por Tim Burton y protagonizada por Michel Keaton. La cinta fue todo un éxito, ya que, en aquel momento, se convirtió en la quinta película más taquillera de la historia del cine.
La buena acogida dio pie a que se rodaran tres ‘Batman Returns’ (1992), ‘Batman Forever’ (1995) y ‘Batman y Robin’ (1997), que fue un fracaso, aunque recaudó 200 millones de dólares (unos 146 millones de euros)– y a que se estrenaran en televisión varias series de dibujos animados inspiradas en el personaje, además del lanzamiento de videojuegos.
Con la llegada del siglo XXI, el cine recuperó al hombre murciélago de la mano del director Christopher Nolan y del actor Christian Bale con ‘Batman Begins’ (2005), ‘El caballero oscuro’ (2008) y ‘El caballero oscuro: La leyenda renace’ (2012), que obtuvieron un notable éxito, especialmente la segunda de ellas, ya que se convirtió en la segunda película más taquillera de la historia y solo superada por ‘Titanic’.
Aunque en el cine recuperaba el vigor de antaño, en el cómic, Batman no pasaba por su mejor momento, puesto que, como le sucedió a Superman, llegó la historieta en la que perdió la vida. En 2008, el hombre murciélago moría a manos de Darkseid y era sustituido en el rol de justiciero por Dick Grayson, el primer Robin, mientras que como su compañero de fatigas aparecía Damian Wayne, el hijo de Bruce. Sin embargo, como en el caso de su amigo el hombre de acero, Batman volvió a la vida posteriormente y reclamó la máscara que le pertenecía por derecho propio y que todavía luce, como hace 75 años.
Nuevos cómics y otra película
Precisamente para celebrar esa onomástica redonda, DC Cómics ha preparado una serie de eventos. Por un lado, tiene previsto lanzar varios cómics especiales sobre su conocido personaje, como la nueva serie ‘Batman Eternal’, además de reeditar el primer número, cuyos ejemplares originales están valorados en 250.000 dólares (unos 182.000 euros).
Además, prepara un Día de Batman para el 23 de julio, jornada en la que, por el momento solo en Estados Unidos, varios establecimientos y tiendas de cómics ofrecerán a sus clientes la oportunidad de llevarse gratuitamente con sus compras una obra del hombre murciélago.
Por si fuera poco, se lanzarán dos nuevas películas animadas y la cadena FOX ha anunciado el estreno a finales de año de la serie ‘Gotham’, que narrará el ascenso del comisario James Gordon, el gran amigo de Batman.
Y aunque todavía tardará un tiempo, para el 6 de mayo de 2016 está previsto que el justiciero regrese a la gran pantalla con la película ‘Batman vs Superman. El hombre de acero II’. Es una continuación de la cinta que Zack Snyder dirigió sobre Superman el año pasado y en la misma, Henry Cavill repite como el superhéroe, mientras que en esta ocasión será Ben Affleck el que se enfunde, con cierta polémica, la capucha del hombre murciélago. Por su parte, Nolan, el director que relanzó al Batman cinematográfico, aparece como productor.
Gracias a esta película, que se presenta como un preludio de un futuro filme sobre la Liga de la Justicia, los dos grandes pioneros del mundo de los superhéroes compartirán protagonismo y recordarán a los aficionados a este mundo de creatividad e imaginación que, 75 años después de su primera aparición, Batman sigue imponiendo su ley.