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El plan de ataque del Athletic se impone a un inofensivo Alavés

El Athletic tomó las riendas del partido desde el inicio y al borde del descanso rompía la igualdad con un penalti marcado por Raúl García. El Alavés buscó la reacción en la segunda mitad sin acierto y concedió demasiadas ocasiones en defensa hasta que Muniain dejó el partido sentenciado al meter la puntera en un balón dividido con Pacheco.


ATHLETIC 2

ALAVÉS 0

 

El Athletic se llevó los tres puntos en el derbi ante el Alavés con todo merecimiento, al disponer de más y mejores ocasiones. Los gasteiztarras apenas pudieron inquietar a los locales durante todo el partido pese a que Asier Garitano modificó el planteamiento tras el penalti anotado por Raúl García antes del descanso. Fue una jugada que marcó el encuentro al decretar el VAR un penalti de Duarte por desequilibrar a Williams al rematar con Pacheco vencido.

A apartir de ahí, el Alavés fue incapaz de inquietar al rival y los de Gaizka Garitano dispusieron de las mejores ocasiones en la segunda mitad hasta sentenciar con el gol de Muniain. Con la victoria los rojiblancos se mantienen en la parte más alta de la clasificación.

Ni Gaizka ni Asier Garitano quisieron ofrecer ni una sola pista a su rival y se guardaron las convocatorias hasta el último momento con novedades en los dos bandos. Ibai Gómez, en lugar de Córdoba, disfrutaba esta temporada de su primera titularidad ante su ex equipo. Y en el Alavés, se confirmó el trivote con Pina, Manu García y Wakaso, y entraron Ximo Navarro en el lateral derecho y Rioja en banda izquierda.

Desde el inicio, el guión cumplió con las previsiones. El Alavés concedió el control al Athletic esperando en su campo un posible error en las transiciones. Los rojiblancos dispusieron del balón –un 70% en el primer tiempo– y trataron de romper las líneas jugando con velocidad. Asier Garitano impidió que Dani García iniciará el juego del Athletic y la responsabilidad recayó sobre Unai López, que cogió el timón y se escoraba hacia la banda derecha. La movilidad de Muniain y Williams en largo fueron los otros recursos. La mayoría de veces chocaron contra el muro alavesista, pero fueron los que más buscaron el gol.

Como casi siempre, el más incisivo ante la portería rival fue un Raúl García que avisó primero aprovechando un mal despeje de Ely, que concluyó en falta sobre Williams y tarjeta. Después vino un disparo tras robo de balón, una volea que se fue muy arriba y un centro chut.

Consciente de los problemas que podía generar la velocidad de Williams en los duelos con los marcadores, el Alavés se conformaba con esperar replegado y buscar balones en largo a la espera de un error. A la media hora llegó la primera aproximación de los gasteiztarras con un disparo de Wakaso desde fuera del área que atrapó Simón sin problemas. En la siguiente jugada, Williams remataba fuera con Pacheco vencido y tras revisar en el VAR, el árbitro señalaba penalti de Duarte. Raúl García fue el encargado de lanzar y no perdonó, aunque Pacheco adivinó la dirección del balón.

Sin reacción del Alavés

El gol obligó al Alavés a cambiar de propuesta y antes del descanso ya se vio que intentaba dar un paso hacia delante. Sin embargo, en la segunda mitad el primer cambio, y a la postre decisivo, lo hizo Gaizka Garitano al mover de bandas a Ibai y Muniain. El de la Txantrea generó muchos más problemas partiendo desde la izquierda. Asier Garitano movía ficha con la entrada de Lucas Pérez en punta.

El guión había cambiado y era el Athletic el que esperaba a su rival. Salvo en jugadas de estrategia, el Alavés no conseguía acercarse a la portería de Simón y las ocasiones fueron para el Athletic. Muniain dispuso de dos claras. No llegó a una de cabeza por poco y solo ante Pacheco cruzó demasiado. Después Williams enviaba el balón a la cruzeta con un disparo lejano y a Ibai se le iba otro lanzamiento fuera. El Athletic se iba gustando cada vez más ante un Alavés incapaz de reaccionar y Muniain hacia el segundo en un balón dividido ante Pacheco que repelió como pudo un disparo de Ibai. El VAR revisó la jugada ya que los dos jugadores salieron golpeados de la acción, pero concedía el tanto y el partido quedaba sentenciado.