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Zinemaldia tampoco se libra de la brecha de género

La industria cinematográfica es un sector masculinizado al que las mujeres tiene difícil acceso. No es que no haya mujeres en el sector, que las hay, pero son pocas las que llegan a la profesionalización. El primer informe de identificación de género de Zinemaldia pone la base para analizar la situación.

Eneko Goya y José Luis Rebordinos, en la presentación del informe. (Gorka RUBIO | FOKU)

Ya lo anunciaron la pasada edición de Zinemaldia: son varios los festivales internacionales –Cannes, Berlinale…– que han empezado a tomar conciencia de la ausencia de mujeres profesionales en sus certámenes y se han propuesto elaborar informes internos para establecer las razones. Zinemaldia no es ajena a esta realidad, y se suma al carro con el primer informe de identificación de género de las y los profesionales que trabajaron en las películas de la última edición del festival.

El informe, presentado este viernes por el director de Zinemaldia José Luis Rebordinos y el alcalde de Donostia Eneko Goya, analiza los datos tanto de las 3.013 películas inscritas y visionadas por el comité de selección como las de las 150 que resultaron seleccionadas para ser proyectadas en las secciones principales de Zinemaldia (Sección Oficial, New Directors, Horizontes Latinos, Zabaltegi-Tabakalera, Nest, Culinary Zinema, Made in Spain, Zinemira y Velódromo), y las divide en seis áreas de análisis: dirección, producción, guion, fotografía, música y montaje.

El dato principal no desvela ninguna sorpresa: de media, el porcentaje de participación del género masculino es del 70%, frente al 30% femenino. Es decir, que de los y las profesionales de esas seis categorías que trabajaron en la elaboración de esas 3.013 películas, el %70 son hombres. Patrón que se repite en las 150 seleccionadas. Resulta inquietante que, por ejemplo, de las 17 películas selecionadas en Zinemira no haya ninguna directora de fotografía o que la tarta de Perlak, sección que recoge películas aplaudidas en otros festivales, muestre que entre las 19 películas seleccionadas hubo solo una dirigida por una mujer (%4,76).

Cineastas emergentes

La orquilla se abre al analizar las secciones con mayor porcentaje de cineastas emergentes. En New Directors, por ejemplo, la media de profesionales que se identifican con el género femenino sube hasta el 40% y en las categorías de dirección (61%) o guion (53%) las cineastas son mayoría. Otro tanto sucede en Nest –acoge filmes de estudiantes de cine–, donde la media es de 47% y las mujeres son mayoría en dirección (%53), fotografía (56%) y montaje (%63) y se sitúan en porcentaje parejo al de los hombres en producción (%45) y guion (%46), lo que pone de manifiesto esa presencia femenina mayoritaria en las primeras etapas.

Vistos los datos, la pregunta es: ¿Qué sucede con las profesionales emergentes? Que se topan con el techo de cristal. «La dificultad no parece residir tanto en el acceso, sino en la profesionalización. Parece que no tienen las mismas oportunidades pero no sabría decir por qué», ha dicho Rebordinos, quien ha opinado que harían falta 3-4 años –y otras tantas ediciones analizadas– para ver la evolución y sacar conclusiones más acertadas. «Creo que van a salir datos esclarecedores», ha afirmado, tras recalcar que este informe es un primer acercamiento.

Más claro lo tiene Lara Izagirre, cineasta y guionista que, en el turno de preguntas, se ha ofrecido, en nombre de la asociacion de mujeres vascas cineastas y medios audiovisuales (CIMA), a trabajar en la misma dirección: «Estos datos son el inicio de una reflexión necesaria y estamos aquí para colaborar, porque nosotras tenemos información al respecto», ha asegurado, y se ha referido, entre otros, a la falta de visibilidad, porque «hay mucho talento y creo que el festival más importante de aquí puede hacer mucho» en ese aspecto, ha concuido.

Por otra parte, Zinemaldia también ha dado a conocer la memoria de 2019, edición en la que se constata «un crecimiento sostenido» del certamen, que «se aproxima a su techo» y que, por segundo año consecutivo, bate su récord de asistencia de público (178.687 espectadores), número de acreditaciones (4.319) y recaudación por venta de entradas (950.344 euros).