INFO

Oier, Elezkano, Barea, Arrojeria, Cuevas... un gimnasio en el salón

A los deportistas vascos también les toca amoldarse al confinamiento. Su principal objetivo, mantener la forma para cuando se reanuden las competiciones.

Oier Sanjurjo realiza ejercicios de fuerza en su domicilio. (Naiz)

El confinamiento por la pandemia del coronavirus ha convertido los domicilios en oficinas, parques infantiles, cines y bibliotecas. También en gimnasios, después de que se haya prohibido la práctica de cualquier deporte incluso en solitario en el sur de Euskal Herria, al contrario de lo que sucede en el norte y en otros países.

En el caso de los deportistas profesionales, campos de entrenamiento, canchas o carreteras se han visto sustituídos por salones, pasillos y terrazas. Su actividad es una de las que ha quedado totalmente paralizada pero, aunque nadie sabe a ciencia cierta cuándo podrá recuperarse cierta normalidad, los organismos responsables van marcando fechas para un posible retorno de la competición. Mantener la forma, o perderla lo mínimo posible, para cuando llegue ese momento es el objetivo que se han marcado los deportistas durante este encierro. Algunos han compartido con NAIZ cómo es su nuevo día a día.

Oier Sanjurjo
Oier Sanjurjo, capitán de Osasuna, reconoce que se trata de «una situación verdaderamente excepcional, que creo que nos ha pillado a todos fuera de juego. Pero una vez asumido, es momento de cooperativismo y de concienciación social. Tenemos que arrimar todo el hombro porque la ocasión lo merece».

El rojillo explica que los preparadores físicos de Osasuna han preparado un plan de trabajo «y nos han facilitado material para trabajar los diferentes grupos musculares». El problema reside en el trabajo aeróbico, complicado en un piso y más en una familia con tres niños, así que con el pasillo muy solicitado, Oier ha recurrido a una cinta. El objetivo, «mantener la condición física tanto como podamos».

 



Lara González
La jugadora de IDK Euskotren Lara González sigue un plan de entrenamiento voluntario a base de ejercicios de fortalecimiento de core, como abdominales, sentadillas y demás.

«No dispongo de mucho espacio –lamenta la base donostiarra– pero es necesario mantener una mínima disciplina diaria».

Asier Cuevas
«Si diez días de viaje de novios fueron largos, ahora mínimo quince encerrados…», se ríe Asier Cuevas, que también vive el confinamiento en familia. Aunque está acostumbrado a hacer malabares con la conciliación –dos hijos, duros entrenamientos y su trabajo en una empresa, además de la competición–, el ultrafondista eibarrés reconoce que, «como le pasa a tanta gente, trabajar en casa y con los dos críos sin que ninguno pueda salir a airearse va a ser duro. Pero seguro que con un poco de esfuerzo todos lo conseguimos».

La «organización» es clave, en opinión de Cuevas, que se las arregla para ejercitarse en casa, aunque «ahora mismo los críos hacen más que yo». «Empiezo a trabajar muy pronto, luego ‘guerra’ con estos, después actividad física sí o sí para todos, y al final del día más trabajo». «No es fácil, no lo es para nadie, pero entre todos lo vamos a conseguir. ¡Ánimo!».

 



Peio Goikoetxea
Si alguien está acostumbrado al aire libre es, como todos los ciclistas, Peio Goikoetxea. Ahora le toca quedarse en casa. «Como para cualquier ciudadano no es fácil, una situación que no esperábamos y que implica quedarnos en casa sin saber hasta cuándo. Para nosotros que entrenamos a diario en el exterior, lógicamente es complicado».

El trabajo del corredor de la Fundación Euskadi ya se había visto afectado por la caída que sufrió en Francia hace tres semanas, que se saldó con una fractura de muñeca. «Ya llevo casi doce días en casa, saliendo al monte y haciendo algo de ejercicio pero entrenando menos», explica.

Desde el equipo «nos dijeron desde el primer momento que teníamos que seguir las indicaciones que estaban dando las autoridades y que había que quedarse en casa. Somos ciudadanos como cualquier otro y cuando decimos que lo tenemos que arreglar entre todos, es entre todos». Así que «estamos intentando compaginar un poco de gimnasia en casa como podemos, con actividades de fuerza, estiramientos y agilidad. Y luego las sesiones de rodillo. Yo intento hacer sesiones a la mañana y a la tarde para que el cuerpo esté lo más activado posible y perdamos la menor forma posible». Reconoce que «hay corredores que han hecho un bloque de carga importante en invierno para estar fuertes en pretemporada y temporada, que ha sido mi caso, y ahora nos tocaba descansar un poco, así que quizá no nos va a suponer tanto, dependiendo de cuánto se alargue. Pero hay gente que empezaba suave para correr ahora y a esos sí que les supondrá un golpe fuerte».

En cualquier caso, asume que «nos tenemos que adaptar como todo el mundo. Y en nuestro caso además con la tranquilidad de que vamos a seguir teniendo nuestro sueldo y pudiendo hacer deporte. Lamentablemente hay gente que lo tiene bastante peor».

 



Ainize Barea
A Ainize Barea el confinamiento le ha pillado lejos de casa. Acababa de regresar de Ugao a Coruña cuando comenzaron a aplicarse las restricciones y aunque la familia siempre se echa de menos, y más en estas situaciones, la futbolista al menos está acompañada «y tengo más tiempo para estudiar», se consuela. Lo que tiene claro es que «ahora cada uno tiene que hacer lo que esté en su mano para que esto acabe cuanto antes. En nuestro caso, quedarnos en casa».

«Como la mayoría», la delantera del Deportivo no tiene «un gimnasio propio en casa pero me las apaño para hacer una rutina de ejercicios cada día, durante hora y media o dos. Lucía Piñeiro, nuestra preparadora física del Deportivo Abanca, nos manda cada día el plan a todas las jugadoras. Este trabajo está diseñado para hacerlo sin material y así todas y cada una de las jugadoras podemos hacerlo». El objetivo, claro, es «mantener y en lo que se pueda, mejorar, para estar preparadas para la vuelta al campo y poder seguir compitiendo como lo llevamos haciendo durante toda la temporada. Aparte de esto, aprovechando para hacer cardio y poder despejar la mente, hago zumba una media hora al día, y así pasarlo bien».

 

Roberto Martil
«Ojalá pase pronto», asegura Roberto Martil pero, mientras tanto, apuesta por «no ser negativos. Simplemente tenemos que ser conscientes de lo que tenemos en el panorama mundial e intentar hacer lo que nos dicen. Estar en casa  salir sólo para las cosas imprescindibles». «Tampoco es que estemos encarcelados –recuerda–. Tenemos que pensar que estamos en casa con nuestras familias y que podemos aprovechar para hacer cosas que igual no teníamos pensado o no podíamos hacer en otro momento».

En este sentido, el capitán de Xota recuerda que el deporte «es una herramienta muy buena en la vida cotidiana seamos o no deportistas» y que en situaciones como la actual puede resultar especialmente beneficioso «para desconectar una horita, un ratito, hacer algo de deporte en casa. Con la tecnología que tenemos ahora, internet, youtube, las redes sociales…, con un mínimo espacio podemos hacer un poco de ejercicio».

En su caso, lógicamente, es una válvula de escape pero también una exigencia. «Trabajamos en casa y nuestro preparador físico nos manda cada día o cada dos días cosas nuevas que hacer para no aburrirnos. Y así lo hacemos, cada día aprovechamos un ratito para seguir estando en forma. Y además de estar en forma, nos viene bien para desconectar un poco».

 



Sergio Rodríguez
El trabajo del preparador físico también es fundamental en RETAbet Bilbao Basket, donde los jugadores cuentan con planes individualizados de trabajo físico. Sergio Rodríguez explica que «una parte de la preparación es común a todos los compañeros, como por ejemplo hacer algo de cardio, mientras que empleamos muchos modelos sobre cómo realizar una tabla». Se trata, asegura el alero tinerfeño, de «evitar que el cuerpo se quede flojo, un peligro que se corre al tener que estar todo el tiempo dentro de casa».

En este sentido, Rodriguez destaca la necesidad de aplicarse al trabajo diario no sólo como deportista profesional «sino también a la gente que no es deportista porque le va a venir muy bien a su salud en general».

Pello Osoro
A Pello Osoro, la cuarentena le pilla lesionado, «así que tampoco le doy muchas vueltas a lo que podría o no podría hacer». Además, «entrenar con el rodillo es algo a lo que estoy muy acostumbrado. Es una cuestión de preferencias pero yo lo uso todo el año para hacer algunas sesiones, así que lo tengo muy interiorizado».

Siendo triatleta, su principal hándicap pasa «por la natación, imposible hacerlo estos días» pero, como el resto, se amolda a la situación «haciendo rodillo y trabajando un poco la fuerza en casa», con la esperanza de que con la colaboración de todos se solucione cuanto antes.

 

Danel Elezkano
Además de mantener el tono físico y las condiciones técnicas de su disciplina, a los manistas también les preocupa el estado de sus manos. De momento tienen prohibido acudir a los frontones, por lo que cada uno ha de inventarse sus trucospara intentar dar unos pelotazos con los que «hacer manos». Danel Elezkano se las ha ingeniado para hacerse un hueco en el garaje de casa. «Tengo la suerte de que vivo en una casa apartada del centro de pueblo (Dima) y que tengo sitio para hacer ejercicios, unas series, bicicleta… También hacemos unos ejercicios que no solemos hacer normalmente pero, de todo modos, creo que para los pelotaris lo peor son los problemas para hacer frontón», reconoció en Katedra de Euskadi Irratia.

Los pelotaris comparten preocupación con el resto de deportistas en la indefinición del momento. La pelota se ha parado en semifinales del Parejas y el resto del calendario está muy en el aire. En su caso, el próximo reto sería el Manomanista, para el que ya había comenzado a realizar algunos entrenamientos específicos. Ahora mismo no tienen fecha de regreso y es muy complicado prepararse sin una meta fija. Pese a todas esas adversidades, el de Zaratamo entiende que «toca actuar con responsabilidad y quedarse en casa». Además, no pierde la oportunidad de «agradecer esa impagable labor que están realizando médicos, auxiliares y todos los profesionales médicos que están trabajando por el resto de la sociedad».

Esther Arrojeria

Cada una de las componentes de la plantilla de Bera Bera cuenta con un doble plan personalizado para tratar de mantener el estado de forma en esta cuarentena. Esther Arrojeria, segunda capitana del equipo y enfermera, cuenta que tiene que entrenar con «mas ingenio». «Por suerte en casa ya tenía una bicicleta estática, por lo que no tengo muchos inconvenientes para realizar ejercicios cardiorrespiratorios», afirma. «Estos días también he estado corriendo en el portal, escaleras para arriba y para abajo, para meter más ritmo», añade. 

«De una forma u otra podemos mantener el físico», precisa pero, al ser un deporte de equipo, advierte de que necesitarán más tiempo para volver a la competición. Bera Bera es líder de la liga, con cuatro puntos de ventaja sobre el segundo clasificado, y Arrojeria cree que necesitarán «una transición como pasa en verano con la pretemporada». «Una cosa es mantener el físico y otra cosa es volver a coordinarnos como equipo, con el balón en la pista», remarca. 

La de Usurbil, además de ser jugadora de balonmano, es enfermera. Apunta que trabaja en una empresa privada y por tanto está «un poco lejos de todo el alboroto que se está formando en Osakidetza». Trabaja a domicilio y afirma que están extremando las precauciones y que están rebajando las consultas de urgencias.