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La Justicia británica rechaza extraditar a Julian Assange a EEUU por motivos de salud

Un tribunal británico ha rechazado la petición de EEUU de extraditar al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, acusado de espionaje por las autoridades norteamericanas por difundir miles de documentos oficiales y secretos, al considerar que sería perjudicial para su salud mental.

Julian Assange, en una imagen de 2016 en la embajada de Ecuador en Londres. (Ben STANSALL/AFP)

Un tribunal británico ha rechazado este lunes la extradición a Estados Unidos del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, acusado por ese país de presunto espionaje e intrusión informática, al considerar que sería perjudicial para su salud mental. 

Al pronunciar su dictamen en la corte penal londinense de Old Bailey, la jueza Vanessa Baraitser ha considerado «demostrado» que el australiano de 49 años presenta riesgo de suicidio y podría quitarse la vida si es procesado en EEUU, donde probablemente sería retenido en condiciones de confinamiento.

«La impresión general es la de un hombre deprimido y en ocasiones desesperado que teme por su futuro», ha indicado, según la cadena BBC. La magistrada ha rechazado previamente el resto de los argumentos presentados por la defensa para justificar su rechazo a la entrega.

Así, la jueza Baraitser ha descartado la alegación de los abogados de Assange de que los cargos en su contra tenían «motivaciones políticas» y de que no tendría un juicio justo en ese país.

La decisión del tribunal libra a Julian Assange en principio de un traslado que habría supuesto el inicio de un proceso penal en el que podría ser condenado hasta a 175 años de cárcel.

La jueza decidirá el miércoles sobre su situación

La Fiscalía británica, en representación de la Justicia estadounidense, ya ha indicado que recurrirá el fallo, mientras que la jueza de primera instancia decidirá este miércoles si deja a Assange en prisión preventiva mientras dura el nuevo proceso legal o si lo pone en libertad condicional.

El abogado de Assange, Edward Fitzgerald, ha adelantado que presentará argumentos que explicarán «el impacto negativo» que tendría para su cliente, que sufre depresión clínica, continuar encerrado en la prisión de alta seguridad londinense de Belmarsh mientras dure el proceso incoado por la acusación.

Además, propondrá «un paquete de medidas» de control, que podrían incluir aspectos como vigilancia domiciliaria, comparecencia regular en comisaría o una fianza económica, para garantizar que no existe riesgo de fuga.

El fundador de WikiLeaks fue arrestado en abril de 2019 en la Embajada de Ecuador en Londres, donde permanecía refugiado desde 2012 para evitar ser extraditado inicialmente a Suecia, donde tenía pendiente una investigación por presuntos delitos sexuales.

Actualmente está en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, en el sureste de Londres, «casi en total aislamiento», según la jueza. La defensa ya venía advirtiendo de que su salud se ha deteriorado gravemente en los últimos años, víctima de una concatenación de acusaciones que tienen como origen los documentos filtrados en 2010.

El caso norteamericano no tiene precedentes bajo la normativa original, la Ley de Espionaje de 1917. Muchos académicos consideran que la ley, que nunca se ha utilizado para enjuiciar a un periodista hasta ahora, plantea problemas constitucionales preocupantes porque infringe los derechos de la Primera Enmienda a recibir y publicar información.

Reacciones y oferta de asilo

El secretario general de Reporteros Sin Fronteras, Christophe Deloire, ha señalado que independientemente de cuáles hayan sido los «argumentos oficiales» de la jueza, la decisión es «histórica para el derecho a la información», en la medida en que no añade una «amenaza adicional» al periodismo de investigación. «Una extradición habría sentado un precedente», ha afirmado.

También Amnistía Internacional ha expresado en Twitter su satisfacción por la resolución del caso, aunque ha incidido en que Reino Unido no queda «absuelto» por haberse dejado enredar en un proceso con «motivaciones políticas» que en última instancia «ha llevado a juicio la libertad de prensa y la libertad de expresión».

Por su parte, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha anunciado que su Gobierno ofrecerá asilo político a Assange y ha «celebrado» la negativa del tribunal a su extradición.

Para López Obrador, la decisión tomada este lunes por una jueza de Londres supone «protección» para Assange. El mandatario mexicano ha instruido al Ministerio de Exteriores que inicie los trámites ante el Gobierno británico, de tal forma que Assange «quede en libertad» y pueda beneficiarse el asilo en México. «Es protección, pero al mismo tiempo es responsabilidad», ha explicado en su rueda de prensa diaria.

López Obrador también se ha mostrado «a favor» de que se le indulte, en un mensaje indirecto a su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, en quien recae a día de hoy esta competencia. El entorno de Assange se ha pronunciado en varias ocasiones a favor de este hipotético indulto.