¿Cómo calculan que las vacunas han evitado el 96% de muertes en la quinta ola en Nafarroa?

Entre el 28 de junio y el 22 de agosto fallecieron en Nafarroa 28 personas, prácticamente una cada dos días, a causa del coronavirus. Sin embargo, el Instituto de Salud Pública y Laboral de Nafarroa (Ispln) ha calculado que, sin las vacunaciones, habrían muerto más de 400 personas más. A no ser, claro, que desde las gobiernos se hubieran establecido medidas de seguridad más estrictas para contener la expansión del virus. 

Las vacunas no están acabando la pandemia como lo habían prometido desde los gobiernos. Conforme avanza la vacunación se hace más evidente que la meta de la inmunidad de rebaño está todavía muy lejos e incluso hay quien dice que jamás se alcanzará. Las vacunas no han cumplido las expectativas que se habían generado en torno a ellas y eso genera desconfianza. ¿Son creíbles estas cifras que ofrece el Ispln? ¿De dónde las han sacado? Vamos a verlo.

Empecemos por la primera columna del gráfico “Impacto de la vacunación en la prevención de las consecuencias del covid en la quinta ola” que acompaña este artículo y donde se ven los casos sintomáticos de covid. Ahí se afirma que se han evitado un 44% de ellos gracias a las vacunas. Es decir que, sobre el total de casos detectados entre el 28 de junio y el 22 de agosto, se han detectado un 44% menos que los esperables. 

Un lector escéptico y avispado puede alegar que hay menos casos síntomáticos (y por ende, menos hospitalizaciones y muertes) porque los infectados de la quinta ola que empezó –o, casi mejor, estalló– en viajes de estudios en Salou son muy jóvenes. Ese lector se equivocaría. 

Para medir correctamente cómo impactan las vacunas hay que tener en cuenta no solo la edad de los infectados (el Ispln los divide en tres grupos: 18-39 años, 40-59 y 60 en adelante), sino también la variante. 

La variante delta (97% de los casos a día de hoy) genera un porcentaje de casos graves más alto que cepas anteriores. Por tanto, tampoco es correcto comparar cuántas hospitalizaciones se tienen actualmente por cada cien casos detectados y mirar cuántas hubo meses atrás. 

Para solucionar ambos problemas, lo que hace el Ispln es controlar la evolución de los casos desde que se producen. La gran ventaja que tiene el Ispln es que es un instituto público con comunicación directa con los rastreadores y las listas de vacunación.

El Ispln puede ver en directo en qué proporción enferman –o no– los contactos estrechos según estén o no vacunados. Así, por ejemplo, pueden comparar cien contactos estrechos vacunados distribuidos por los grupos de edad antes citados con otros cien contactos estrechos no vacunados.

Cuando se hace este ejercicio comparativo, se puede apreciar si los contagios se han producido en igual proporción (o las vacunas los han evitado), cuántos de los contagios entre contactos estrechos ha desarrollado síntomas, cuántos han derivado en graves (hospitalizaciones) y cuántos han fallecido.

El resultado de comparar estos grupos de vacunados y no vacunados aparece en el segundo gráfico que acompaña este artículo, bajo el título “Reducción de riesgo de enfermedad covid en personas vacunadas respecto a no vacunadas”.

Como se ve, las tasas de reducción de casos sintomáticos, hospitalizaciones, ingresos en UCI y fallecimientos que resulta de comparar grupos homogéneos de vacunados y no vacunados en Nafarroa son mayores en este segundo gráfico que en el correspondiente a la quinta ola. El covid sintomático, por ejemplo, debiera haberse reducido en un 74% y solo lo ha hecho en un 44%. Y las muertes, en un 97% en lugar del 96% anunciado. ¿Por qué sucede esto?  

La reducción de la mortalidad en un 96% y el impacto de la vacunación en la quinta ola está calculado en función de la vacunación real existente en Nafarroa en estos dos meses. Si el 100% de la población estuviera vacunado (en lugar del 68%), las cifras se acercarían mucho más a las del segundo gráfico. 

Llegados a este punto, toca rehacerse la pregunta de si son creíbles las cifras de reducción de muertes tan notables que ofreció ayer el Ispln. Como mínimo, hay que reconocerles que son bastante rigurosas en cuanto al método de contabilización.