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El cineasta que rueda mientras se despide

‘CRY MACHO’
EEUU. 2021. 104’. Dtor.: Clint Eastwood. Guion: Nick Schenck, sobre la novela de Nathan Richard Nash. Prod.: Clint Eastwood, Jessica Meier, Tim Moore y Albert S. Rudy/ Malpaso/ Warner. Int.: Clint Eastwood, Eduardo Minett, Dwight Yoakam, Natalia Traven, Fernanda Urrejola.

El nonagenario Clint Eastwood y el quinceañero Eduardo Minett. (NAIZ)

Los caminos del cine son inexcrutables, porque hay proyectos que van pasando de despacho en despacho y, justo cuando ya nadie se acuerda de ellos, acaban haciéndose.

‘Cry Macho’ (2021) ha tardado casi cinco décadas en materializarse, y menos mal que durante todo ese tiempo Clint Eastwood ha estado ahí para intentarlo una y otra vez, hasta conseguirlo por fin.

Su autor no está para verlo, porque Nathan Richard Nash entregó a la Fox el guion cinematográfico original en el año 1975, pero como no se lo compraban decidió publicarlo en forma de novela y falleció sin verlo llevado a la pantalla.

Desde entonces han sido muchos los cineastas que se han interesado por este viejo relato, pero como Clint Eastwood ha sido el más insistente de todos no se ha rendido, incluso una vez cumplidos los 91 años. Gracias al guionista Nick Schenck, que ha sido su cómplice necesario en títulos recientes claves como ‘Gran Torino’ (2008) y ‘La mula’ (2018), el texto ha podido ser adaptado a su envejecida imagen actual como actor, mediante sustanciales cambios en los diálogos.

Todo esto hay que tenerlo muy en cuenta, puesto que el momento en que Eastwood hace la película condiciona todo el planteamiento, debido a que cada nuevo rodaje suyo es un milagro y suena a despedida, con lo que es el aire nostálgico el que domina en la narración.

Por otra parte, el cineasta ya se había sacado en parte esta espinita cuando el sureño John Lee Hancock escribió para él ‘Un mundo perfecto’ (1993), que es una historia muy parecida de relación entre adulto y niño, entonces con las interpretaciones de Kevin Costner y T.J. Lowther.

Ahora el protagonista mayor se vuelve anciano y el pequeño, encarnado por el mexicano Eduardo Minett, es un quinceañero rebelde al que el viejo Clint deberá domar, dado que su personaje es el de una antigua estrella del rodeo. La autodesmitificación está servida.