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¿El sindicato de forales que convida a torturadores y premia con laureadas es ultraderecha?

El sindicato mayoritario en Policía Foral, SPF, ha protagonizado dos recientes polémicas por invitar al torturador Sánchez Corbí y regalar distinciones con simbología franquista a un alcalde de Navarra Suma. Hay discrepancia de opiniones sobre si se trata de una entidad de extrema derecha.

Carga de los antidisturbios de la Policía Foral. (Iñigo URIZ)

El Sindicato de Policías Forales es, de todo el abanico presente dentro del cuerpo, el que se ubica más a la derecha. Esto implica que los agentes más polarizados hacia ese espectro político tienen preferencia por él. No obstante, según diversas fuentes internas, el poder de la extrema derecha dentro del cuerpo no va mucho más allá de una veintena de agentes. 

La hegemonía del SPF dentro de Policía Foral es relativa y, además, muy reciente. Este sindicato se impuso en las elecciones de 2019 con 270 votos, frente al sindicato que tradicionalmente era mayoritario, la APF, que obtuvo siete votos menos. Ambas formaciones tienen igual número de delegados, siete cada una. Además de estas dos formaciones mayoritarias, dentro de Policía Foral hay otros nueve delegados sindicales (cuatro CCOO, tres ELA y dos UGT). 

Si se toma en consideración al número total de agentes que votaron en 2019, SPF recabó el apoyo del 30% de la plantilla. En su página web, por otra parte, aseguran contar con más de 500 afiliados. No obstante, la cifra parece ser demasiado alta y quizá haga referencia a su sindicato aliado, el CSIF, que también está presente en otras partes de la administración y tiene dimensión estatal. 

Históricamente, el CSIF es un sindicato de funcionarios ligado al PP, que lo alimentó para hacer frente a otras centrales sindicales más orientadas hacia la izquierda. Pese a ello, formalmente no tiene una ideología propia y en su web, de hecho, se declaran apolíticos. El SPF, por su parte, es un sindicato posterior, de 1987, que también se declara independiente de formaciones políticas.

Sin embargo, todo cambió el 10 de enero de esta año, cuando CSIF llegó a un acuerdo para hacer frente común con Jupol (sindicato de Policía española) y Jucil (Guardia Civil). Estas dos centrales policiales conforman Jusapol, el mayor sindicato policial del Estado, que se encuentra a su vez a la derecha del SUP (Policía española) y la AUGC (Guardia Civil). 

Todo cambió el 10 de enero de esta año, cuando CSIF llegó a un acuerdo para hacer frente común con Jupol (sindicato de Policía española) y Jucil (Guardia Civil).

A Jusapol se le conoce también como el «Vox policial». La relación va en las dos direcciones. Los líderes de Jucil y Jupol no ocultan su afinidad con Vox y, de la otra parte, Jusapol cuenta con el respaldo expreso de la formación de Santiago Abascal. Además, Vox vehiculiza todas las demandas de Jusapol como si fueran propias. 

Aunque ha habido algún encontronazo previo por temas de equiparación salarial (una de las demandas principales de Jusapol), el SPF se ha convertido en la pata de Jusapol dentro de la Policía Foral. Es probable que el sindicato original navarro mantenga a futuro cierta independencia a nivel de discurso en lo referente a la citada equiparación salarial (tema no muy popular dentro del cuerpo de forales) pero, en la práctica, forman parte de este movimiento convergente intercuerpos que fomenta la extrema derecha. 

Miembros de Jusapol formaron un escándalo en un pleno del Parlamento de Gasteiz durante la tramitación de la Ley de Víctimas de 2019, que derivó en un proceso penal del que salieron absueltos.

Protesta de Jusapol por la equiparación salarial. (D. ZORRAKINO/EP)
Protesta de Jusapol por la equiparación salarial. (D. ZORRAKINO/EP)

El hecho de que hayan empleado un símbolo franquista –que incumple, de hecho, la ley navarra de Memoria Histórica– apunta a que al menos la dirección del SPF se está radicalizando una vez atada su alianza estratégica con el «Vox policial». Y lo mismo puede decirse de su decisión de convocar a líderes de opinión de la ultraderecha y al torturador Sánchez Corbí para una jornada literaria.

EH Bildu ha solicitado a Raúl Julio Bator, el alcalde de Berriobeiti condecorado con la laureada del sindicato, que renuncie a la insignia y se disculpe con las víctimas del franquismo.

El SPF mantuvo el encuentro pese a advertir expresamente desde NAIZ del currículum torturador de Sánchez Corbí

Cabe remarcar que el encuentro se mantuvo pese a advertir expresamente desde NAIZ del currículum de Sánchez Corbí, cosa que tampoco impidió que tomara parte en esta mesa del Casino la concejal de Navarra Suma Ana Elizalde. 

Dirección poco definida

Al respecto, hay que apuntar que la dirección del SPF actualmente está poco definida. En el momento en el que ganó las elecciones el presidente era Daniel Ancizu, pero no está claro que él sea actualmente el responsable, pues formalmente figura una gestora. 

Ancizu a principios de este año fue detenido por compañeros de la Policía Foral por huir de un control de alcoholemia. Se ha producido ya un juicio rápido y hasta donde ha podido saber este medio con una primera condena (sujeta seguramente a recursos). Por lo demás, Ancizu está adscrito a la Policía Judicial, pero lleva ya muchos años de liberado. 

Las fuentes consultadas sí manifiestan que el sindicato «se está escorando» y aseguran sentir preocupación por cómo estas polémicas pueden afectar a la percepción social de todo el cuerpo policial. 

El SPF, además de usar el paraguas del CSIF, ha entablado relaciones con el sindicato de la Ertzaintza ErNE, que lo invitó al congreso que realizo el mes pasado (después, por tanto, de la polémica sobre Sánchez Corbí).

El SPF, además, ha organizado jornadas formativas con el sindicato de ertzainas Euspel.

Reventar las negociaciones

Durante la pasada legislatura, el SPF jugó un papel destacado en las tortuosas negociaciones de la Ley de Policías. Es el sindicato que reventó las negociaciones de 2017 tras haberse acordado un referéndum dentro del cuerpo. Así, en el último momento, decidió poner dos urnas en lugar de una quebrando lo acordado con APF, para así realizar un recuento propio entre sus simpatizantes. Un año después, acabó aceptando esta ley. 

Mantiene un discurso alarmista sobre los menas y su conflictividad y hace campaña para usar pistolas táser

En sus redes sociales actualmente mantiene un discurso alarmista sobre los menores extranjeros sin familia acogidos en centros de servicios sociales (menas) y su conflictividad. Hace, además, campaña para poder usar pistolas táser desde este mismo verano. Y lleva un discurso muy duro contra el consejero de Interior, Javier Remírez. 

En cualquier caso, el sindicato no muestra ni difunde contenidos de la extrema derecha en sus redes oficiales, centrándose en contenidos de tipo profesional. No hay referencias a Vox ni mensajes que llamen la atención por xenófobos. Sí que en la elección de invitados para sus jornadas literarias, además de a Sánchez Corbí, escogieron a opinadores de esa corriente ideológica, pero no usan su cuenta para hacer propaganda de este tenor político.

No ocurre lo mismo con sus aliados de Jucil y Jupol, que sí han pasado a hacer campaña por la formación de Abascal. 

Asimismo, fue llamativa su protesta en 2016 ante la sede de EH Bildu en la que emplearon máscaras de la exconsejera María José Beaumont. Le achacaban querer desmantelar el cuerpo.