La afición vasca podrá disfrutar del comienzo más espectacular del Tour en el mes de julio
Euskal Herria acoge el inicio de una edición especial por la revancha entre Pogacar y Vingegaard y la mejor opción de subir al podio para Mikel Landa, que como Pello Bilbao quieren dar su mejor nivel en un recorrido muy propicio.
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El año 2023 tiene para el deporte vasco una cita que destaca por encima de las demás al acoger las tres primeras etapas del Tour en la edición de la mejor prueba del calendario ciclista que más kilómetros tendrá en las carreteras vascas.
Será el segundo Grand Depart en Euskal Herria después de la apoteósica salida de la edición de 1992 con Miguel Indurain vestido de amarillo tras alcanzar su primera victoria en la prueba el año anterior.
El navarro ganó además la prólogo inicial en Donostia en el inicio de su camino al segundo triunfo en París y, tras una etapa con salida y llegada en la capital guipuzcoana ganada por Dominique Arnould, otro vasco, el alavés Javier Murgialday, ganaba la tercera etapa con salida en Donostia y llegada en Pau tras superar en los últimos metros a Richard Virenque.
Ni el más optimista podía pensar cuando Donostia logró el compromiso de acoger la salida del Tour años antes, que iba a ser tan especial e inolvidable para el ciclismo vasco.
Un Grand Départ diferente
En esta ocasión el inicio será muy diferente porque la inversión de las instituciones de la CAV es muy superior al abonar doce millones de euros por las tres primeras etapas y serán más los territorios con inicios y finales de etapa los días 1, 2 y 3 de julio.
Además el Tour ha querido que la primera etapa con salida y llegada en Bilbo sea la más dura de un comienzo de la prueba con 3.300 metros de desnivel, con cinco subidas a Laukiz, San Juan de Gaztelugatxe, Morga, Vivero y Pike, dos kilómetros al 10%, 1.200 metros al 11%, que se corona a once de meta, lo que casi obliga a los más fuertes a estar adelante desde el inicio.
La segunda etapa saldrá de Gasteiz y acabará en Donostia con 2.900 metros de desnivel concentrados en la parte final con las subidas a Udana, Aztiria, Alkiza, Gurutze y Jaizkibel (8,1 kms. al 5,4%), que se subirá por Hondarribia y se coronará a veinte kilómetros de la meta.
Menos exigente será la tercera etapa porque saldrá de Zornotza y recorrerá la carretera de la costa con las subidas a Trabakua, Milloi, Itziar y Orio y nuevo paso por Donostia antes de cruzar el Bidasoa por Irun y acabar en Baiona.
Sindicatos de la Ertzaintza
Un recorrido que no se espera que tenga problemas para completarse a pesar de que los sindicatos mayoritarios de la Erzaintza, Erne, Esan y Euspel, señalaban la pasada semana que las tres etapas «corren peligro de no celebrarse por falta de plantilla y de medios. O hay un número de efectivos adecuados a las necesidades de la ciudadanía en materia de seguridad vial y se garantizan unas condiciones laborales dignas o el Tour no será atendido por los agentes».
El comienzo desde Euskal Herria provocará además que los Pirineos lleguen muy pronto y la quinta etapa también presenta un paso por carreteras vascas al comenzar en Pau y subirse el Soudet desde Urdatx-Santa Grazi antes de ascender el Marie Blanque desde Escot y llegar a Laruns.
También queda cerca para los aficionados vascos la sexta etapa con salida desde Tarbes y final en el alto de Cauterets tras subir Aspin y Tourmalet desde Saint Marie de Campan.
La afición vasca tendrá muchas opciones para acercarse a ver el Tour. La pena es que la marea naranja difícilmente tendrá la oportunidad de ver al Euskaltel en la carrera a pesar de que el ascenso del Arkéa al World Tour y la desaparición del B%B deja una de las dos invitaciones libres, la segunda parece segura para el Israel de Froome.
Duelo Pogacar-Vingegaard
Las etapas vascas y las de los Pirineos en la primera semana obligarán a los dos favoritos, Pogacar y Vingegaard, a estar a tope desde el inicio en la revancha entre los dos ciclistas que han dominado las tres últimas ediciones del Tour.
Parecía que Pogacar iba a dominar la carrera después de imponerse en las dos ediciones anteriores, pero el danés, segundo en 2021, aprovechó en 2022 las energías gastadas por el esloveno para seguir a Roglic en la etapa reina de los Alpes en el col de Granon y corroboró su fortaleza en la de los Pirineos en Hautacam.
Pogacar buscó la victoria el pasado año en todas las carreras que disputó y ganó desde la primera en el UAE Tour a la última en Lombardía. Este año su calendario previo al Tour es casi calcado, lo que invita a pensar que no se arrepiente mucho. Va con su carácter.
No está en su programa la Itzulia, donde sí se espera la presencia de Vingegaard, un habitual en las carreteras vascas. Su victoria en el Tour le ha dejado como líder único del Jumbo, que ha decidido llevar a Roglic al Giro y no partir con dos líderes en julio.
El año pasado los dos grandes favoritos solo coincidieron antes del Tour en la Tirreno, donde Pogacar ganó por delante del danés y de Mikel Landa y esta temporada en principio su único duelo en una vuelta será en el Tour.
Mikel Landa y Pello Bilbao
Los corredores vascos del Bahrain renunciaron al Tour el año pasado, en el que los dos buscaron un equilibrio entre la bicicleta y su paternidad con muy buenos resultados porque Mikel Landa fue tercero en Tirreno, el Giro y Lombardía y Pello Bilbao estuvo con los mejores en todas las carreras que disputó y sumó tres victoria de etapa en la Itzulia, el Tour de los Alpes y Alemania.
La salida desde Euskal Herria va a llevar a los vascos del Bahrain a renunciar a una carrera especial para ellos como es el Giro y buscarán sus dos picos de forma en los mismos objetivos, la Itzulia y las clásicas ardenesas en primavera y el Tour en verano.
Mikel Landa volverá al Tour después de dos años de ausencia tras ser cuarto, séptimo, sexto y cuarto en sus últimas cuatro participaciones. A sus 33 años afronta la mejor oportunidad para lograr su primer podio en la carrera porque no puede tener un recorrido más propicio, con una única contrarreloj de 22 kilómetros, que además tiene 650 metros de desnivel en la parte final.
Pello Bilbao vuelve al Tour tras ser noveno en su última participación y quinto en el Giro y su regularidad le convierte en una alternativa de garantías. La batalla por el podio no será sencilla porque Richard Carapaz tras su paso al EF, Enric Mas después de resurgir en el final de la pasada temporada, y Jai Hindley, ganador del último Giro, destacan entre los rivales al podio.
Además de Roglic, Evenepoel, Thomas, Vlasov y Joao Almeida han preferido acudir al Giro para aprovechar los 73 kilómetros contrarreloj.
La Vuelta en Nafarroa
El Tour no pasará por Nafarroa, que sí acogerá dos etapas de montaña de la Vuelta el fin de semana del 9 y el 10 de setiembre después de acoger el 8 la llegada en el Tourmalet que fue suspendida en 2020 por la pandemia del covid.
A la espera de conocer todos los detalles de las etapas en la presentación de la Vuelta el 10 de enero, el final de la primera navarra será en la estación de esquí de Larra-Belagua, tras ascender antes Larrau por su vertiente más dura. La segunda es la habitual con llegada en Lekunberri tras superar San Miguel de Aralar desde Uharte Arakil. Serán tres jornadas de montaña encadenadas. La prueba empieza en Barcelona el 26 de agosto con una crono por equipos y una etapa en Motjuic.