Eusebio, dos años después de su accidente: «Sigo trabajando para tener una conversación normal»
El exentrenador de la Real Sociedad ha hablado públicamente 25 meses después de sufrir un grave accidente que le mantuvo tres semanas en la UCI y tras ver la primera vuelta afirma que «la Real puede ganar la Liga».
Eusebio Sacristán (La Seca, Valladolid, 1964) es una de esas personas que saben en primera persona lo que significa que tu vida cambie de un día para otro. El exjugador del Valladolid, Barcelona y Celta y exentrenador de la Real Sociedad, entre otros equipos, sufrió una caída en vísperas de Nochevieja que le produjo un traumatismo craneoencefálico por el que estuvo en coma inducido durante tres semanas, en el Hospital Clínico de Valladolid y, posteriormente, se trasladó a Barcelona a una clínica especializada en daños cerebrales para iniciar su proceso de recuperación.
25 meses después de aquel fatídico día, el vallisoletano ha participado este miércoles en "Los desayunos de la APDV", organizados por la Asociación de la Prensa Deportiva de Valladolid, en los que ha estado arropado por periodistas y autoridades como el alcalde de la ciudad, Óscar Puente, representantes de diferentes clubes, y por su familia –su hija Seema y su hermana "Tere", un pilar fundamental en la evolución del exjugador–.
Si hay una palabra que puede definir la intervención de "Use" ha sido «generosidad», porque ha contado, sin tapujos y con la emoción a flor de piel, el proceso que ha vivido desde que sufrió el accidente hasta la fecha y que aún no ha terminado, ya que sigue su tratamiento con optometristas, terapeutas y logopedas.
«No me sentía preparado para hablar con nadie después del accidente, y ha sido un duro proceso, ya que al principio no era capaz de comunicarme y eso me ha hecho estar muy triste y sentirme muy mal, porque no sabía cómo iba a ser mi vida, si iba a poder volver a tener una conversación normal, pero han pasado 25 meses y las cosas han ido cambiando», ha explicado.
Según ha reconocido, durante este tiempo ha pensado en «qué era lo importante» y todo pasaba por recuperarse bien, «tener una conversación normal con los demás», lo que ha ido logrando de la mano de sus amigos y su familia «porque quedar con ellos ayuda a ser más positivo y optimista».
«Mentalidad fuerte»
En este sentido, ha insistido en que, al igual que le sucedió de niño, cuando tuvo claro que quería ser futbolista y se preparó para ello, «lo importante era tener esa mentalidad fuerte, buscar el objetivo y luchar por él».
Así, ha recordado que, para lograr su meta de ser jugador profesional, se trasladó desde su pueblo, La Seca, a vivir a Valladolid, con 11 años y, con 15 fue fichado por el club blanquivioleta.
«El primer año no jugué ningún partido, y sufrí y lloré mucho, pero seguía manteniendo firme la mentalidad, y con 19 años subí al primer equipo, donde me volvió a pasar lo mismo, pero volví a echar mano de ese deseo de llegar a ser un gran profesional y conseguir títulos y, cuando estaba en el Atlético de Madrid, vino el Barcelona a por mí, con Johan Cruyff como entrenador», ha relatado.
Inició entonces su mejor etapa como jugador, logrando multitud de títulos con el club azulgrana, en el que comenzó su trayectoria como técnico de la mano de Rijkaard, para conseguir, como su segundo, otro título europeo, y ahora mantiene ese camino, esa lucha por «estar bien de nuevo y tener capacidad para relacionarme con total normalidad con los demás», ha dicho.
En su opinión, «cuando pasan cosas en la vida, es por algo» y, aunque es cierto que, durante mucho tiempo, se ha preguntado por qué había tenido ese accidente, ha entendido que debía aprender de ese momento, de recuperar cosas en su vida y, de manera paulatina, va superando retos y cumpliendo metas.
Siempre humilde, presumiendo de sus orígenes, Eusebio Sacristán ha cosechado el cariño de todos los que ha ido encontrando a su paso y, aunque no llega a ser consciente de la magnitud de ese afecto que provoca, sabe que han sido muchos los que se han preocupado por su estado, y que le han demostrado su amistad. En Donostia, tras su etapa en la Real Sociedad, también dejó huella, y él mismo siente ese aprecio por el club blanquiazul.
Si bien al principio de su proceso de recuperación no se sentía capaz de ver fútbol, ahora sigue, «con orgullo» a los equipos con los que siente un vínculo afectivo, «porque están todos en Primera, el Real Valladolid, el Barça, la Real Sociedad, el Girona y el Celta, con lo que todos los fines de semana hay partidos interesantes».
Exactamente sobre el club guipuzcoano ha señalado que «lo que veo en la Real Sociedad es algo grande, impresionante y me encanta lo que hace».
El desayuno con Eusebio Sacristán ha terminado con una pregunta no esperada para el propio protagonista. ¿Eres feliz? «Puesssss... He sido muy triste y negativo durante mucho tiempo, pero poco a poco pienso mucho de una manera mucho más alegre y contenta», ha respondido, dando una lección de vida a todos los presentes.