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Kendrick Perry y Darío Brizuela tumban al Barça en una dramática prórroga (87-89)

Con 27 puntos del escolta donostiarra y 22, incluyendo la canasta ganadora, del base estadounidense, el Unicaja de Ibon Navarro se las verá con el Real Madrid en semifinales, que ha sudado tinta ante un Valencia Basket que ha tenido el tiro ganador pero ha caído por 86-85.

Kendrick Perry, una de las dos grandes estrellas de un Unicaja heroico. (E.COBOS | ACB PHOTO)

BARCELONA 87 - UNICAJA 89

Hace dos años, en un WIZink Center sin público los 32 puntos de Darío Brizuela se quedaban sin premio ante el Barça, que se llevó en la prórroga un durísimo partido pese al 103-93 final, y que después se haría con la Copa con cierta facilidad. Dos años más tarde, con 27 puntos de Darío Brizuela y 22 de Kendrick Perry, incluyendo la canasta ganadora a escasos segundos de terminar el tiempo extra, han tumbado al vigente campeón, mientras que Unicaja se las verá con el Real Madrid en la primera semifinal.

El choque ha podido irse a un tiempo extra adicional, en todo caso, ya que a falta de 8 décimas Nico Laprovittola ha tenido dos tiros libres para empatar a 89, y menos mal para los de Ibon Navarro, que la jugada no ha terminado en «dos más uno» de puro milagro. Pero el base de Morón, que pocos segundos antes había clavado el triple para el empate a 87, ha errado el primer tiro libre, y en el deliberado fallo del segundo lanzamiento ha encontrado el rebote en una mano malagueña. El primer futbolero, a la calle, lo cual siempre es una gran noticia.

Por momentos ha parecido, eso sí, que Unicaja no tenía demasiada fe en sus argumentos. Ha tardado muchísimo en acertar con su primer triple y el Barça, pese a no tener un día especialmente inspirado desde lejos, ha dominado el juego. Ha obligado a los de Ibon Navarro a apurar muy mucho sus jugadas, con el añadido de que el rebote parecía culé, echando muchísimo de menos los andaluces a Yankuba Sima, lesionado en el reciente partido ante Saski Baskonia.

Los triples han empezado a entrar en el segundo cuarto y esa combinación de triples y dominio reboteador, con Satoransky erigido en maestro de ceremonias, ha disparado a los de Saras Jasikevicius hasta el 41-34 en tiempo de descanso. Por momentos Unicaja ha superado desventajas de 10 u 11 puntos, con Brizuela y Perry haciendo gala de una terquedad a prueba de bomba.

Este segundo partido de la primera jornada de la Copa ha tenido cierta similitud con el duelo entre el Real Madrid y Valencia Basket, pero en el caso de Unicaja de Málaga han encontrado un pelín más de acierto en los minutos finales, sin dejarse desmoralizar por las rachas blaugranas y arriesgando casi en cada acción.

El Barça, en cambio, ha parecido jugar con suficiencia durante demasiado rato, como dando por segura su victoria y cuando se ha visto con Unicaja echándole el aliento en el cogote e incluso en la oreja, no ha conseguido meter otra marcha más. Los andaluces han aceptado el reto físico de la defensa y han aguantado en pie el evite, pese a que sus estrellas no son, ni de lejos, el epítome de jugador físico.

Por cierto, no es cuestión poner en solfa la labor arbitral porque siempre es difícil en estas citas, pero en el último cuarto le han escamoteado dos jugadas clarísimas de «dos más uno» al bueno de Brizuela.

Con empate a 76, el Barça ha tenido el último balón y un jugador tan fiable como Cory Higgins ha dispuesto del tiro ganador. El famoso ahijado de Michael Jordan ha anotado tiros de estos por puñados a lo largo de su carrera, pero esta vez su tiro no ha entrado.

Y en el tiempo extra ha llegado el escándalo. A lo tonto, el Barça ha fallado un par de tiros libres y entre Perry y Brizuela –más la magnífica capacidad de pase desde el poste bajo del veterano Will Thomas–, Unicaja se ha escapado 81-85, aun superando una inoportuna técnica sobre Ibon Navarro.

Mirotic, el mejor del Barça y que en esta ocasión no ha fallado cuando se le ha requerido, y Laprovittola han anotado sendos triples en los instantes finales, dejando el marcador en empate a 87, dentro del último minuto de la prórroga, y con Kendrick Perry y Darío Brizuela –este en el banquillo– golpeados y doloridos después de varias jugadas en tráfico y carambolas humanas varias.

Kendrick Perry ha tomado la responsabilidad, y aunque el Barça lo ha invitado a entrar en la zona donde esperaba un experto taponador como Jan Vesely, el estadounidense ha aceptado la invitación y ha logrado evitar el gorro del pívot checo con una «bombita» altísima y que, luego de segundos de suspense, ha caído dentro.

Al Barça le han entrado las prisas y Laprovittola le ha sacado la quinta falta a Alberto Díaz, mientras que el lanzamiento del jugador argentino se la ha pasado con el balón de la Copa, juguetón, dando botes y brincos en el aro... para caer fuera del cesto. Laprovittola tenía la segunda prórroga en su mano, pero por esta vez, el de Morón no ha anotado y Unicaja, merced a no rendirse nunca, ha logrado lo que tres horas antes Valencia Basket ha rozado con los dedos.

REAL MADRID 86 - VALENCIA BASKET 85

Valencia Basket se ha quedado a un tris de completar la famosa «táctica del conejo» de Manel Comas. Después de haber remontado un 31--15 adverso, los de Alex Mumbrú, pese a recibir más del doble de tiros libres de los que han lanzado –37 a 17–, y haber capturado 10 rebotes menos –45-a 35–, se han sabido agarrar al partido de la mano de Chris Jones –20 puntos– y Jared Harper –16. Los 19 puntos y 9 rebotes de Gabriel Deck han sido clave, igual que los puntos que Tavares y Hezonja han aportado.

No obstante, el último balón ha sido taronja y han tenido el favor del Palau Olímpic. No obstante, los de Alex Mumbrú, que le han confiado el balón a Chris Jones c omo en tantas otras ocasiones, esta vez no han atinado y se van a volver a su casa después de haber rozado la primera gran sorpresa con la punta de los dedos.

Aunque la primera canasta de la copa ha sido obra del taronja Jonah Radebaugh, no ha tardado mucho el Real Madrid en tomar el mando en el marcador y en el juego. Solo con el terror –llamarlo intimidación sería misericordioso para los pupilos de Alex Mumbrú– que ha causado Eddy Tavares, el Real Madrid ha podido hacerse dueño de la zona y ha podido abrir brecha a toda velocidad, a pesar de no tener la puntería muy afinada desde la larga distancia. Ante un Valencia Basket apocado con la única excepción de Chris Jones, la escuadra merengue se ha ido hasta un 21-13 del final del primer cuarto, y pronto ha amagado incluso con romper el partido: 31-15.

Afortunadamente, y pese a seguir obsesionado con el triple, Valencia Basket ha encontrado algo de dignidad en su juego. Le ha venido bien que el Real Madrid tampoco haya estado nada fino desde más allá de los 6,75 metros, amén del consiguiente lema del «los enemigos de mi enemigo son mis amigos», que ha servido para apoyar a los taronja frente al Real Madrid.

A falta de rebotes y de «alimento» para el juego interior, Valencia Basket ha seguido intentándolo desde lejos y para su alegría, han parecido reengancharse al duelo y a la copa justo antes del descanso: 41-34 después de que Shannon Evans y Prepelic hayan enchufado sendos tiros lejanos.

Madridistas y valencianos han estado haciendo la goma durante buena parte del tercer cuarto, con rentas entre los cinco y los diez puntos, pero ya el talante de Valencia Basket ha sido totalmente distinto, mucho más convencido en sus posibilidades y con Víctor Claver ofreciendo muestras de su sapiencia de su juego tanto interior como exterior.

Un parcial de 0-6 ha colocado a los de Mumbrú 60-58, a falta de un minuto para acabar el tercer asalto. Pero dos errores de Prepelic han propiciado una serie de tiros libres para el cuadro merengue que ha dejado el luminoso con 63-58 a falta de los diez minutos finales.

Un triple de Xabi López-Arostegi ha inaugurado el último asalto de este primer duelo de cuartos de final. El Real Madrid, sabiendo administrar su ventaja adquirida en los primeros minutos, ha tenido además la opción por momentos de lanzar el triple (sic) de tiros libres que una escuadra taronja obcecada con el triple. Para más inri para Valencia Basket, Alex Mumbrú ha desperdiciado sus dos revisiones en decisiones erróneas.

El Real Madrid ha llevado un pequeño colchón a su favor, con Hezonja y Musa dándole seguridad y prestancia, y Tavares contundencia. En todo caso, de la mano de Chris Jones y Jared Harper los taronja han regresado por enésima vez al duelo, y cuando un apagado Dubljevic le ha seguido por una vez la estela, Valencia Basket ha vuelto a colocarse a dos puntos: 77-75, con todavía cuatro minutos por jugarse. Un minuto y una antideportiva de Dzanan Musa después, los propios Harper y Jones han empatado a 79, con el Palau Olìmpic gritando el grito gafe de «¡sí se puede!». Jared Harper, desde la línea de tiros libres, ha completado la voltereta a falta de dos minutos y medio: 79-81.

La superioridad reboteadora madridista no ha tardado en darle de nuevo la ventaja, con Gaby Deck elevando el 85-81 con poco más de minuto y medio por jugarse. A trompicones, incluyendo un horrible airball de Xabi López-Arostegi en un triple, Valencia Basket ha regresado una última vez, situándose 86-85. Tanto es así, que a falta de 26,3 segundos han conseguido que el Rea<l Madrid perdiera el balón y una posesión para ganar.

Los de Alex Mumbrú han dejado agotarse la posesión, pero Chris Jones, a diferencia de sus hazañas en Atenas ante Panathinaikos, ha fallado, aunque ha dispuesto de un segundo intento con la izquierda y con el reloj casi en rojo. Una vez más, el Real Madrid ha sabido sobrevivir, aunque todo apunta a que han perdido a Sergi Llull para lo que resta de Copa.