«Lo de Leitza lo vi una locura, en el pelotón se comenta y muchos corredores no quieren venir»

Víctor de la Parte (Gasteiz, 1986) vive en la que pensaba que podía ser su última temporada una de sus mejores Itzulias junto con la de 2019, que acabó decimosexto, tras ser cuarto en el Tour de Rwanda a cuatro segundos del ganador.

Llega 18º a la etapa reina de Eibar a pesar de que comenzaba con la intención de trabajar para Steff Cras y quiere darlo todo para entrar en el Top 15. Luego prefiere correr la Vuelta que el Tour, donde debutó y lo terminó con 35 años.

El de Zornotza ha sido el único día que no ha llegado en el grupo de los mejores. ¿Qué le ha faltado?

Hemos estado a diez segundos, pero son cortes que se provocan por las carreteras estrechas. Tenía fuerzas, pero me ha sido imposible remontar. La carrera está siendo muy dura, es la edición de la Itzulia con más estrés. No hay finales en alto, están metiendo muchas emboscadas y hay mucha tensión. Se ha ido todo el día a tope y la gente está fatigada.

¿Qué espera de la etapa reina?

Se va a dar todo, la gente va con una carga importante y seguro que lo van a intentar Landa y Enric Mas, pero el Jumbo rueda adelante, tiene un equipo fuerte y será complicado desbancar a Vingegaard.

¿Esperaba estar en el Top 20 de la general de la Itzulia a estas alturas?

La idea era estar en la montaña con Steff Cras, que el año pasado fue decimosexto, y ayudar a colocarlo. Latour ha venido un poco a su aire, tenía ganas de ir a la fuga en Villabona. Steff en Santurtzi tuvo un día malo. Estaba todos los días trabajando para él, pero al ver que no tenía su día, he tenido que cambiar los papeles y asumir la responsabilidad porque para un equipo como el nuestro, con el nivel que hay en la carrera, es importante sumar los máximos puntos.

¿Qué objetivo se marca, mantener la 18ª posición o mejorarla?

Las etapas cortas y duras me gustan. Hay que ver cómo se desarrolla y si va a haber mucho control, pero me gustaría acabar entre los quince primeros y voy a darlo todo.

¿Qué pasó el año pasado para que solo pudiera correr 31 días?

Empecé en Arabia Saudi y vinimos todos superenfermos de ese viaje con el covid. Yo daba en todos los test negativos y seguía entrenándome hasta que reventé y tuve que parar. Se me alargó mucho, lo enlacé con el parón del verano y luego volví a correr al final del año.

El objetivo en este inicio de temporada era recuperar las sensaciones, que tenía dudas después de una enfermedad como la que tuve el año pasado, pero me encuentro muy bien y estoy disfrutando.

¿Fue importante tras un año tan complicado estar adelante en el Tour de Rwanda?

El año pasado estaba en los planes ir a esa carrera y justo me pasó aquello. Por eso iba con muchas ganas. Es una experiencia muy bonita que me ha encantado, para repetir. Se hace muy dura porque son ocho etapas a mucha altura y corres con corredores que viven allí y están habituados a esa altitud. Cada año está creciendo el nivel de la prueba y va a ser una vuelta conocida. Después he corrido dos clásicas típicas de la Copa de Francia, de repechos, y me encontré bien, como en el Gran Premio Miguel Indurain, y aquí estoy con buenas sensaciones.

Debutó con el Total en el Tour en 2021, ¿espera repetir?

Nosotros tenemos Tour y Vuelta y yo en principio prefiero hacer la Vuelta. La idea es seguir ahora hasta Asturias, parar y luego preparar la Vuelta.

Con estas actuaciones se va a ganar la renovación en un equipo que perderá a Sagan y a los que llegaron con él...

Tenía dudas de seguir o no, pero me encuentro bien, disfrutando, y me gustaría continuar un año. El equipo va a cambiar mucho porque estaba Peter Sagan con toda su tropa y ahí habrá unas cuantas bajas. Además igual hay más cambios de orientación para pasar de ser un equipo enfocado a las clásicas, para darle más importancia a las vueltas. Todavía es pronto. Estoy a gusto, soy el único español del equipo, pero no tengo problemas. Me adapto bien a todo.

¿Cómo ha visto el recorrido de la Itzulia?

Lo de Leitza lo vi una locura y me parece que están haciendo de la Itzulia una carrera que se caracterice por eso y en el pelotón se comenta mucho. Hay muchos corredores que no quieren venir y hemos tenido suerte con el tiempo, porque si hace malo no sé qué hubiera pasado. Tenemos mejores opciones que esas cosas y hay que buscar alternativas.

¿El enfado se reduce a ese día o a todo el recorrido?

La gente en el pelotón no está contenta con que haya emboscadas todos los días, sin un final en alto. Hay demasiado riesgo y se está viendo. Al final, cuando una prueba se cruza, que nadie quiere venir, es difícil darle la vuelta. Tenemos terreno de todo tipo para hacer la Itzulia y no hay que buscar esos jaleos.