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El 81% de la población opina que se destinan pocos recursos a Osakidetza

Ocho de cada diez personas cree que la sanidad pública no recibe recursos suficientes para garantizar su funcionamiento e igual porcentaje ve justificadas las movilizaciones de la plantilla de Osakidetza. El último Deustobarómetro vuelve a situar la atención sanitaria como el segundo mayor problema.

Manifestación en defensa de la sanidad pública celebrada en Gasteiz el pasado mes de abril. (Aritz LOIOLA | FOKU)

El Deustobarómetro Social XX, elaborado por la Universidad de Deusto, dedica un apartado bastante extenso a analizar la valoración que hacen los ciudadanos y ciudadanas de la CAV al estado actual de Osakidetza, y los datos que aporta el estudio son contundentes. Empezando porque, por primera vez, la atención sanitaria recibe un suspenso por parte de las personas encuestadas, que además la sitúan como una de sus principales preocupaciones, solo por detrás de la subida de los precios.

La valoración del Servicio Vasco de Salud había empeorado mucho en el Deustobarómetro difundido el invierno pasado, cuando ya fue citado como el segundo problema, pero desde entonces la percepción ha empeorado: quienes lo mencionan entre sus preocupaciones han pasado del 39% al 43%, y si entonces aprobaba, aunque de forma raspada, ahora directamente suspende.

Motivos para movilizarse

Más allá de la puntuación que recibe la atención sanitaria en términos generales, y quizá como elemento explicativo de esa percepción, un dato a destacar es que el 81,2% de la población valora que Osakidetza no recibe suficientes recursos para su buen funcionamiento. En concreto, el 51,4% considera que se destinan «pocos recursos» a la sanidad pública, y un 29,8%, casi una de cada tres personas, opina que se le dedican «muy pocos recursos».

Por contra, el 12,1% de las personas encuestadas sostiene que a Osakidetza se le dan «los recursos necesarios», y un anecdótico 1% dice que cuenta con «demasiados recursos». Los números son elocuentes, y chocan frontalmente con lo que desde el Gobierno de Lakua se afirma al respecto.

En la misma dirección, el apoyo a las movilizaciones desarrolladas por la plantilla de Osakidetza está muy asentado. Así, ocho de cada diez encuestados asegura compartir, de forma más o menos intensa, la afirmación de que «el personal sanitario tiene motivos para movilizarse y protestar por sus condiciones laborales». El 45,5% dice estar «muy de acuerdo» con esas palabras, y el 34,3% está «bastante de acuerdo». Solo una de cada diez personas está «poco de acuerdo» con esa afirmación, y menos aún, el 3,4%, no está «nada de acuerdo» con ella.

En el mismo bloque de preguntas, casi nueve de cada diez encuestados está muy (57%) o bastante (31,9%) de acuerdo en que «falta personal sanitario» en el Servicio Vasco de Salud. Y respecto a si los ambulatorios «pueden cumplir su función, aunque no haya ningún médico y estén atendidos por personal de enfermería», la respuesta es clara: solo el 18,2% está muy (3,3%) o bastante (14,9%) de acuerdo. El 77,4% no comparte esa afirmación; el 44,5% no está nada de acuerdo.

Por su parte, a la cuestión de si «los convenios entre la sanidad pública y la privada pueden favorecer un mejor uso del gasto sanitario», no hay diferencias entre los bloques de quienes están «muy» o «bastante» de acuerdo, y quienes lo están «poco» o «nada»: un 43,9% los primeros, frente a un 42,1% los segundos.

Sanidad pública y fiscalidad

En cualquier caso, la apuesta por la sanidad pública es nítida, a tenor de los datos aportados por el Deustobarómetro. Por un lado, al fijar una escala del 0 al 10, en la que cero significa pensar que «es importante mejorar la sanidad pública, aunque eso implique pagar más impuestos», y diez equivale a opinar que «es importante pagar menos impuestos, aunque eso signifique reducir la calidad de la sanidad pública», la media de las respuestas es de 3,02. Es decir, los habitantes de la CAV priorizan tener una buena sanidad pública aunque implique mayor presión fiscal. De hecho, el grupo más numeroso es el que se sitúa en el 0 de la escala: 28,9%.

Por otra parte, a la pregunta de si en los próximos días los encuestados o personas allegadas que dependan de ellos tuvieran que utilizar determinados servicios médicos, acudirían a un centro público o a uno privado –o a ambos–, la opción pública es ampliamente mayoritaria en todas las opciones. Desde el 81,3% en el caso de consultas de médicos o médicas de atención primaria, al 65,3% para consultas de ginecología o urología, pasando por el 72,2% en pediatría y el 69,2% en traumatología.

Tardanza con las citas

En esta edición del Deustobarómetro, elaborado a partir de un millar de entrevistas realizadas entre el 6 y el 16 de junio, también se pregunta sobre la experiencia personal de los encuestados en su relación con Osakidetza.

Y la mayoría está más o menos de acuerdo en que «las instalaciones sanitarias estaban en buenas condiciones», en que fueron atendidos «de forma presencial cuando la situación lo requería», de que el personal médico de atención primaria les dedicó «tiempo suficiente», así como el personal médico especializado, pero la valoración cambia si se trata de acceder a una cita médica. Solo el 36,3% está muy (7%) o bastante (29,3%) de acuerdo en que logró «citas médicas de atención primaria con cierta rapidez», y se queda en el 18,8% quien dice lo mismo sobre las citas con especialistas.

Es un dato importante, porque «lograr una cita médica con cierta rapidez» es considerado «muy importante» para el 73,5% de los encuestados.