Fieles al género musical del Botxo
En Aste Nagusia no pueden faltar las bilbainadas, un género musical popular propio del Botxo que tiene un público incondicional.
Si hay un género musical que se resiste a desaparecer ese es la bilbainada, que tiene su espacio en la programación de Aste Nagusia con un público fiel que se da cita todos los mediodías, de domingo a domingo, en la Pérgola del parque de Doña Casilda y en las kalejiras que recorren diferentes establecimientos hosteleros del Casco Viejo bilbaino.
Y es que las canciones ligadas a hábitos y costumbres del Botxo nacieron en las tabernas, entre txikito y txikito, una tradición que languidece como los conjuntos clásicos que empezaron a crearse en los años 20 del siglo pasado y que crecieron de la mano de las emisoras de radio en un mundo en blanco y negro sin televisión y, menos, internet.
De aquellos años y de la dura posguerra son formaciones que dejaron huella en la historia como Los Chimbo, Los Bocheros, Los Chimberos, Los ruiseñores del Norte y Los Txikis. Luego, llegaron otros como Indarra, Gaupasa, Bilbao Mapa Mundi e Irrintzi. Goyo Nadal, que fundó Los Chimberos en 1939, fue el autor del antiguo y popular himno del Athletic Club hasta que se compuso el actual en 1983.
Aseguran los entendidos que para fijar el origen de estas canciones, habría que remontarse a la propia fundación de la villa. Atribuyen cierta semejanza entre las bilbainadas y las notas y letras de las llamadas canciones de ciego, muestras populares entre las que se aireaban noticias y sucesos en las plazas. Los ritmos de las habaneras nutrieron siglos después esta tradición folclórica
Famosas bilbainadas como ‘’Desde Santurce a Bilbao’’, ''Beber, beber'', ‘’Bilbao y sus pueblos’’, ‘’Un inglés vino a Bilbao’’, ‘’De colores se visten los campos’’, ''Aupa el Erandio'', ''Ene qué risas isemos'', ''Maite'', ''Boga boga'' o ‘’Bizkaia es un bello jardin’’ siguen entonándose junto a otras como ‘’Ay Bilbao, botxo botxito’’, que encandilan a una veterana parroquia. A pesar del inexorable reloj biológico, gracias a relevos puntuales, formaciones históricas como Los Cinco Bilbainos y Los Chimberos continúan al pie del cañón.