Un acuerdo a tres bandas da inicio a una nueva etapa en la selección española
21 futbolistas han accedido a jugar tras la intermediación del CSD, mientras Mapi León y Patri Guijarro han podido marcharse sin temor a represalias. Los cambios exigidos por las internacionales comenzarán de forma inmediata y una comisión mixta vigilará el cumplimiento de los acuerdos.
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Aunque la vergüenza por una situación a la que se debería haber dado solución mucho tiempo antes de que Luis Rubiales se luciese en la final del Mundial es ya inevitable, España corría el peligro de protagonizar un ridículo mundial en el inicio de la Liga de Naciones, que decidirá las selecciones europeas que participarán en los Juegos de París, y que para la selección rojigualda comienza el viernes con su visita a Suecia. La Federación Española y Montse Tomé habían empujado a sus internacionales a un callejón sin salida, obligándoles a formar parte de una convocatoria en la que la mayoría se negaba a participar, y que podía acabar incluso con un plante a ojos de todo el planeta en el mismo partido.
Una imagen que horrorizaba al Gobierno de España, que tampoco podía hacer oídos sordos al apoyo de buena parte de la sociedad a las futbolistas, lo que acabó forzando la intervención, por una vez decidida, de los dos órganos gubernamentales con autoridad para hacerlo, el Ministerio de Cultura y Deporte y, sobre todo, el Consejo Superior de Deportes. Como cuando se quiere, se puede, la intermediación del presidente del CSD Víctor Francos, ha acabado saldándose con un acuerdo a tres bandas entre las jugadoras, la Federación Española y el propio CSD, por el que la mayoría de las jugadoras que citó Tomé han deshecho las maletas y disputarán los próximos partidos ante Suecia y Suiza. A cambio, las que han preferido marcharse, como es el caso de Mapi León y Patri Guijarro, han podido hacerlo sin temor a represalias y los cambios profundos en la Federación Española que pedían las internacionales, que incluían a buena parte de la guardia pretoriana de Luis Rubiales, no se dilatarán más y, además, su cumplimiento, así como el del resto de compromisos, será vigilado por una comisión mixta integrada por las tres partes que alcanzaron el acuerdo.
Lo hicieron de madrugada. Eran ya las cuatro de la mañana cuando Francos compareció ante los numerosos periodistas que aguardaban junto al hotel de concentración de la selección española, visiblemente satisfecho. Agradeció la sinceridad de las futbolistas, tras volver a admitir que nunca antes había hablado con ellas, y explicó que dos jugadoras, cuyo nombre no desveló, habían mostrado su deseo de marcharse y, tras pedir «respeto» para todas al margen de su decisión, aseguró que «no habrá ninguna sanción» por este motivo. Es uno de los compromisos adquiridos por la Federación Española, que se recogerán por escrito y debidamente firmados. Acuerdos, explicó Francos, relacionados «con el desarrollo de la Ley del Deporte en todo lo que son las políticas de genero, igualdad salarial, mejora de las infraestructuras del deporte femenino… Las jugadoras también nos han transmitido la necesidad de hacer cambios profundos que se van a producir de forma inmediata». No entró en detalles pero tampoco hacía falta, teniendo en cuenta que en el comunicado que firmaron 39 internacionales el pasado viernes se recogía su exigencia de reestructurar el organigrama de fútbol femenino, el gabinete de la presidencia y Secretaría general, el área de comunicación y marketing y la dirección de integridad.
Rafa del Amo
El organigrama de fútbol femenino está encabezado por el presidente de la Federación de Nafarroa Rafa del Amo. Fue de los pocos que, lejos de aplaudir, se rebeló contra Luis Rubiales en la Asamblea de la «no dimisión» del ya expresidente de la RFEF. Pero no es menos cierto que ha sido uno de sus hombres de confianza y que, por eso mismo, ha sido una pieza clave en la estructura. Parece difícil pensar que Del Amo fuera ajeno a todos los problemas a los que han tenido que hacer frente las internacionales desde mucho antes del Mundial y que, de hecho, hace un año ya llevó a quince de ellas a plantarse. De ahí que sorprendan sus declaraciones de los últimos días, incluyendo las que ofreció tras la cumbre con Francos. Y es que según el dirigente navarro, las futbolistas confían plenamente en él.
Claro que también aseguró que Montse Tomé, que por el momento mantiene su cargo, se reunió con las jugadoras «y no ha habido palabras contra ella» ni se pidió su dimisión. Sin embargo, el medio digital «Relevo» asegura que la reunión entre la seleccionadora española y las futbolistas fue muy tenso y estuvo lleno de reproches hacia Tomé, sobre todo por la confección de una convocatoria repleta de futbolistas que habían mostrado su negativa previamente, poniéndoles contra la espada y la pared, y por la rueda de prensa que ofreció el lunes, en la que mintió claramente. La entrenadora estaría sentenciada y los partidos ante Suecia y Suiza podrían ser los primeros y los últimos en los que se sentase en el banquillo.
Puerta entreabierta
En esos partidos estarán Irene Paredes, Oihane Hernández y Amaiur Sarriegi, una de las futbolistas que se mantuvo firme ante la Federación Española aunque eso le dejara sin Mundial, y que regresa a una convocatoria por primera vez desde la Eurocopa del pasado verano. Una situación en la que también se encontraban Mapi León y Patri Guijarro que, al contrario que la donostiarra, han preferido abandonar la concentración.
No han cerrado la puerta a un futuro regreso porque, como admitía Guijarro, «se está trabajando». Coincidía la central en que «se están produciendo unos cambios y poco a poco se están haciendo», por lo que «estamos contentas». Pero recordaba que «la situación para Patri y para mi es diferente a la del resto de compañeras. No han sido las maneras ni las formas de volver. No estamos en condiciones de decir “ahora vuelves”, es un proceso». En cualquier caso, subrayó que «apoyamos en todo a nuestras compañeras». Corroboró la centrocampista del Barcelona que «estamos con nuestras compañeras», explicando que la suya «es una situación diferente. Es bastante difícil y bastante duro; mentalmente es bastante duro, no como para estar».
Un «inicio feliz»
Miquel Iceta, por su parte, se ha reconocido satisfecho con la resolución, momentánea, del caso. «No me atrevo a decir ”final feliz”, sino “inicio feliz” de un camino que ha de llevar a donde todos queremos, una Federación de fútbol renovada y que las jugadoras se sientan realmente motivadas, cómodas y felices para jugar y para ganar», ha indicado el ministro español de Cultura y deportes.
El político catalán ha confirmado la creación de una comisión mixta para monitorizar los cambios en la RFEF, que avanza «inmediatos» aunque también ha asegurado que «el camino no será fácil» porque el organismo «se encuentra en un momento de transición». «Nos han pedido adelantar la próxima asamblea, probablemente será en el primer trimestre del año que viene, y esperemos que eso sí ya sea el punto definitivo para la renovación de la Federación», ha añadido.
Iceta, por otro lado, ha reconocido que «se había quebrado un principio de confianza entre las jugadoras y el equipo directivo», tal y como constató Víctor Francos en su reunión con las internacionales.