El Amorebieta no encuentra la victoria pese al relevo en el banquillo (1-1)

Necesitaba los tres puntos, pero ha tenido que conformarse con uno. El relevo en el banquillo del Amorebieta no le ha servido para hacerse con la victoria frente al Zaragoza, pero al menos ha ofrecido una imagen bastante más positiva en su juego.

De hecho, la escuadra vizcaina ha tenido un inicio fulgurante, al aprovecharse de que su adversario ha entrado un tanto dormido al partido. Sin cumplirse todavía el segundo minuto de juego, los locales ya han dispuesto de un penalti para adelantarse en el marcador.

Dorrio no le ha perdido la fe a un balón largo y se lo ha peleado con Jair, de mucha mayor envergadura, hasta forzar la salida de Rebollo, quien ha intentado darle un puntapié al esférico y se ha encontrado con la espinilla del bilbotarra.

Pena máxima clara que Jauregi ha sido el encargado de lanzarla, pero ha buscado ajustar tanto el cuero, raso y al poste derecho del meta visitante, que se ha acabado por marchar fuera.

Muy necesitada de puntos, la escuadra vizcaina ha visto cómo se le ha marchado por la borda una oportunidad inmejorable para estrenar el electrónico, pese a lo cual no ha cejado en el empeño de poner coto a la portería maña.

Así, en el siguiente lance (m.9), de un corner ha llegado el 1-0. El envío ha sido adormecido de manera sobresaliente por Garreta con un control excelente y el central, sin dejar caer el esférico, se ha sacado un trallazo imparable.

El Amorebieta estaba exhibiendo una fase de buen fútbol combinativo y llegadas con cierto peligro que el público de Lezama ha agradecido y parecían ser un cambio de estilo con la llegada de Jandro Castro al banquillo vizcaino.

Sin embargo, y pese a que Dorrio ha sido protagonista en otros dos lances ofensivos, el Zaragoza ha comenzado a sentirse cómodo sobre el verde y Mollejo ha estado a punto de certificar en el 36 ese cambio de dinámica faltándole una uña para llegar a un centro por la derecha para empujar a la red.

Ha sido la antesala del segundo penalti de ese primer tiempo, este un tanto riguroso. El trencilla ha entendido que el brazo de Sibo sobre el hombro-cara de Mouriño merecía tal castigo y ha decretado la pena máxima.

El exrojillo Maikel Mesa sí que ha estado bastante más certero a la hora de ejecutar desde los once metros y ha subido el empate al marcador en el minuto 43. Ya en el descuento, Morcillo ha intentado devolver la ventaja a los anfitriones con un misil que no ha salido muy alejado de la meta aragonesa.

Sin miedo a buscar la meta contraria

Tras el paso por vestuarios, el duelo ha entrado en una fase de toma y daca, con el Zaragoza más mandón en un principio hasta que el Amorebieta se ha sacudido ese dominio para sucederse las llegadas a una y otra portería.

Jauregi, con un remate alto de un balón que no se esperaba (m.53), y un tiro enganchado por Sibo a la salida de un corner (m.58), pero que le ha salido centrado, han sido los dos primeros avisos locales.

Ha respondido el cuadro visitante con un empalme de Toni Moya (m.60) que era gol y ha sacado bajo palos Garreta con su brazo izquierdo, aunque ni el árbitro ni el VAR han decretado como penalti al entender que estaba pegado al cuerpo.

En ese ida y vuelta, la velocidad de Dorrio por el costado derecho le ha permitido entrar como un puñal en el área maña para recibir un envío en profundidad, pero su disparo se ha encontrado con el cuerpo de Rebollo (m.62).

Aunque no ha bajado el ritmo, sí que el número de ocasiones han cedido a medida que el desgaste físico de ambos onces se ha hecho patente, lo que ha dado lugar a los primeros movimientos de sendos banquillos.

Antes de eso, Morcillo ha vuelto a probar a Rebollo (m.74) con un chut duro y raso al que ha respondido, no sin ciertos problemas, el cancerbero de Lepe mandando a saque de esquina.

El Amorebieta ha dado la sensación de arriesgar más en el tramo final en busca de los tres puntos y ha insistido a balón parado, con una falta botada por Avilés que no se ha marchado excesivamente desviada (m.85).

Ya en el tramo final, se ha arriesgado poco, pues ambas escuadras han preferido sumar un punto que exponerse a marcharse de vacío y el encuentro ha concluido en tablas.