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Con la salvación en la fase regular, Replasa Beti Onak sigue dando pasos en su crecimiento

Replasa Beti Onak sigue con paso firme en su progresión deportiva dentro de la máxima categoría. En esta campaña ha subido un escalón más, al salvar la categoría a dos jornadas de finalizar la fase regular liguera.

Replasa Beti Onak ha sido eficaz en los duelos directos, llegando en un gran estado de forma al final de temporada regular. (Iñigo URIZ | FOKU)

La derrota de Rocasa Gran Canaria en la pista del Costa del Sol Málaga ha supuesto, de rebote, que Replasa Beti Onak conserve la categoría y pelee por el playoff por el título en su segundo curso consecutivo en la máxima categoría.

Un enorme logro para un club sin apenas experiencia a ese nivel, que sigue dando pasos para consolidarse entre los grandes y que tiene garantizado su futuro a corto plazo, tanto en el plano deportivo, como parece que también en lo económico.

Lograr la permanencia durante la fase regular liguera se trata de un salto importante, comparado con el gran sufrimiento del curso pasado, en el que el cuadro de Atarrabia materializó su objetivo en la última jornada.

Tampoco ha sido un camino de rosas la presente campaña. Para empezar, porque el equipo ha tenido que hacer frente a ausencias importantes por el cúmulo de graves lesiones que ha padecido.

Ainhoa García se lesionó en el playdown del año pasado y el técnico Miguel Etxeberria no ha podido contar con ella en toda la presente campaña, una circunstancia que se repitió con Aileen Ripa a partir de noviembre.

Para más inri, a principios del presente mes se conoció que Valeska Lovera se rompió el ligamenteo cruzado anterior de su rodilla izquierda en la cancha del Oviedo, donde el conjunto navarro logró un triunfo vital para sus aspiraciones de mantener la categoría.

Acierto en las incorporaciones

A lo que hay que sumar, aunque fuese un secreto a voces, que en el mercado veraniego Lyndie Tchaptchet, un puntal del equipo tanto en ataque como en defensa y una de las jugadores con mayor futuro en el balonmano estatal, hizo las maletas en dirección a Donostia.

Sin embargo, a la pérdida de todas esas individualidades la escuadra navarra ha contrapuesto una mayor solidaridad y solidez como bloque, ganando en prestaciones tanto en el juego ofensivo como seguridad atrás.

A ello ha contribuido, sin duda, la eficiente planificación deportiva, realizando un importante esfuerzo por mantener la columna vertebral, pese a los cantos de sirena de otros equipos, incluso extranjeros.

En este sentido, ha resultado fundamental conservar a las dos guardametas internacionales –Olaia Luzuriaga y Patricia Encinas–, amén de las seis incorporaciones que se llevaron a cabo, con importantes apuestas por jugadoras muy jóvenes.

Sin olvidarnos de la confianza en forma de renovación del cuerpo técnico encabezado por un Miguel Etxeberria que ha sabido sobreponerse a las contrariedades que le han ido surgiendo a lo largo del ejercicio, manteniendo el equilibrio en el vestuario y dando un salto de calidad en el juego del equipo.

Derrota por la mínima en Granollers (28-27)

Replasa Beti Onak ha salido derrotado por la mínima de su visita a Granollers, donde ha dispuesto de un lanzamiento en el último segundo para empatar la contienda, pero lo ha impedido la parada de Pamela Rodrigues.

Ha sido un partido extraño, con bastante igualdad durante la primera parte, pero que se ha roto por el arreón local de la segunda, disponiendo las catalanas de hasta ocho goles de diferencia, pero la reacción visitante final le ha permitido casi empatar.

Pese a no estar especialmente finas en el lanzamiento y las intervenciones de Marta Mera, las dirigidas por Miguel Etxeberria se han mantenido vivas durante toda la primera parte.

Un periodo en el que las anfitrionas, como mucho, han logrado marcharse de tres goles, gracias al acierto inicial de Capdevila y Polonio, al que ha puesto freno una defensa navarra que ha ido mejorando a medida que avanzaban los minutos.

Con un reparto coral del acierto ofensivo por parte del cuadro de Atarrabia, los guarismos se han apretado hasta un igualado 10-9 en el minuto 28, si bien tres tantos en apenas cinco minutos de la extremo Hombrado han colocado el 12-10 al descanso.

Las tornas han cambiado tras el receso. El Granollers se ha puesto las pilas y ha comenzado a abrir una brecha que parecía insalvable. Ni siquiera dos tiempos muertos casi consecutivos de Etxeberria han conseguido detener una sangría que se ha marchado hasta los ocho goles de diferencia (24-16, m.46).

Demasiada diferencia como para pensar en enjugarla con menos de un cuarto de hora por delante. Sin embargo, la relajación local, unido al orgullo de las jugadoras de Beti Onak, ha propiciado que la diferencia se fuese recortando de manera drástica.

Tan así, que entre Nerea Canas, Eider Hernández y Estitxu Rodríguez han ido recortando la distancia hasta poner en serios aprietos a las anfitrionas, que han necesitado de su guardameta Rodrigues para no ceder un empate.