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Un día especial

Joseba López, en el podio tras su primera victoria como profesional en la Classica Arrabida. (CLASSICA ARRABIDA/FEDERACIÓN PORTUGUESA)

El del jueves era un día que tenía marcado. Conseguí entrar en la escapada, ser protagonista, encontrar las buenas sensaciones que tengo estos meses y, tras quedarnos sin ambulancias, hubo un momento de incertidumbre, de muchos nervios y de saber gestionarlos. Me había planteado ser protagonista, dar visibilidad al equipo y jugar la baza de Orluis y, de repente, vas a jugarte tú la carrera.

Cambié el chip, pensaba que podía ser una oportunidad única para disputar una etapa de la Itzulia que no sé si la volveré a tener y decidí ir a por todo o nada, a intentar ganar o estar cerca. Sabía que había gastado muchas fuerzas cogiendo la fuga. En la bajada de Krutzeta aproveché que la conocía para abrir unos metros en solitario pensando que no iba a disputar y eso lo pagué en la última subida a Leintz Gatzaga. Hago muchas series ahí y lo di todo hasta meta. El puesto no fue significativo, pero me quedo con las sensaciones porque es un día que llegas al hotel y te entra el miedo. Había pasado por esa curva muy rápido porque la conocía, pero un compañero de fuga se salió de la carretera y luego se vio que a nada que pases más rápido te vas al suelo. Nos jugamos la vida.

El de ayer fue un día especial porque he visto la salida en Gasteiz muchas veces y ayer eran los demás los que me veían a mí. Ha sido increíble, te das cuenta de que para mucha gente eres un referente porque te han visto crecer y tú no tienes eso en mente. Viví la etapa emocionado, sabíamos que era otra oportunidad para Orluis en esta Itzulia, que le iban bien varias etapas, y ésta la teníamos marcada.

Orluis llevaba muchas piernas. Este año no hacemos la Vuelta, la Itzulia es junto con la Volta las dos únicas vueltas del World Tour y conseguir un segundo puesto para el equipo es muy importante. Se quedó a nada de la victoria y, de tener un compañero que le echara un cable, podía haber ganado, pero hemos tenido que meter más compañeros en los cortes porque podía llegar a meta alguno. Muchas veces no se puede jugar a estar en la fuga y en la llegada porque lo pagas. Salimos con la intención de estar en la fuga y ser protagonistas. No pudo ser porque se salió a tope. En la primera hora llevábamos 54 kilómetros y hasta Urkiola volamos. Al final esos esfuerzos, con los dos del día anterior, los pagué en Urkiola y no pude aportar más al equipo.