El Festival de Cannes se despide más «normal» y polarizado que nunca
En la parrilla del Festival de Cannes convivían George Lucas, el exiliado Rasoulof y el cuento sobre el Holocausto de Michel Hazanavicius. Esta última jornada ha ilustrado hasta qué punto la excepción es norma en el festival de cine más importante del mundo.
La Croisette parecía hoy el Paralelo un domingo a las siete de la mañana: público desgastado, menos gente acreditada que turistas invadiendo la alfombra y una traca final de química sorprendente, aunque no lo sea tanto. Como en cada edición, nada ha salido como esperábamos… La «amenaza» de la nueva ola del #MeToo en el Estado francés quedó en una acusación colectiva al productor Alain Sarde, horas antes de arrancar, y las medidas del festival contra las violencias sexistas se han reducido a unos papeles colgados en los servicios femeninos con un número oficial de emergencia. Sobre las reivindicaciones de Sous les Écrans la Dèche, organización de trabajadores que amenazaba con parar el certamen, sólo tuvimos noticia como rótulos en las secciones paralelas y en la inauguración (aunque eran una treintena y nunca pudieron acercarse a la alfombra). Eso sí, han continuado negociaciones con el Gobierno fuera, lejos del foco mediático. Cannes 2024 ha sido el festival de todo lo que no ha sucedido.
George Lucas: «‘Star Wars’ está dirigida a criaturas de doce años»
George Lucas es la segunda Palma de Honor de la 77ª edición, en tándem con Meryl Streep. El cineasta recogerá el trofeo hoy por la noche, en la ceremonia de clausura, pero antes daba la clase magistral de cortesía con público. Algo avergonzado ante las efusivas ovaciones del patio de butacas, vestido con su habitual look de leñador con bambas (si la estrella no fuera él, los protocolos de seguridad le habrían denegado el acceso al recinto), Lucas volvía a uno de sus festivales más recurridos desde que estrenara en 1971 su debut THX 1138 en la Quincena de Cineastas, una proyección a la que asegura que se coló, porque el festival no les dio invitaciones.
En la charla, el creador de ‘Star Wars’ e Indiana Jones, así como fundador de Lucasfilm, Lucas se ha mostrado algo disperso y poco ordenado en sus respuestas, pero naturalmente dado a batallas jugosas. Ha explicado el gran valor en falta desde el New Hollywood, con Cimino, Coppola o Spielberg: «Queríamos demostrar que podíamos hacer películas independientes fuera de los estudios y que podíamos ganar dinero», recuerda antes de añadir: «El secreto es que amábamos el cine y sólo queríamos hacer películas para la gente». Sobre ‘Star Wars’, dos secretos curiosos. Primero, que para la primera entrega «quería música como Pedro y el lobo con orquesta y banda de los años 30», y dudó sobre si escoger a John Williams, porque creía que sólo tocaba jazz. Y un apunte para fans: «La película está dirigida a niños de doce años. Es una historia para niños y así permanecerá».
‘La semilla del higo sagrado’ convoca al exiliado Mohammad Rasoulof
El duro y preciosista cuento sobre el Holocausto de Michel Hazanavicius, ‘La mercancía más preciosa’, será hoy difícilmente premiable por la financiación mayoritariamente israelí del proyecto. Mientras tanto las apuestas suben para Mohammad Rasoulof, que se encuentra en Cannes desde que hace días escapara de su condena en Irán a ocho años de prisión con latigazos. Raoulof competía ayer con ‘La semilla del higo sagrado’, una historia de estricta actualidad, gran carga política y galardón vistoso.
Se espera que la rueda de prensa que hoy dará sea más que memorable, de entrada, porque Rasoulof no asistió a Cannes como jurado en 2023 por el encierro político y porque toda su filmografía se ha enviado de espaldas al régimen. ‘La semilla…’ está ambientada durante las protestas que sacudieron Irán a finales de 2022, tras el asesinato de la joven Mahsa Amini por no llevar velo. La película acompaña a la degradación de la familia de un juez del régimen, que se enfrenta de la peor manera a su esposa (Soheila Golestani) y dos hijas cuando su pistola desaparece. Un drama crudo, con un halo de urgencia intuible en las imágenes mismas, y que justo por ello agradecería un mayor pulido en su escalada trágica.