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El primer barco italiano de migrantes llega a Albania con críticas de asociaciones humanitarias

El primer barco italiano de migrantes ha llegado a Albania entre críticas de las asociaciones humanitarias y de la oposición del país alpino al considerar que este modo de proceder «se traducirá en más abusos de los derechos humanos».

Algunos de los 16 primeros migrantes que Italia ha trasladado a Albania, en el momento de su llegada. (EUROPA PRESS)

Las críticas de asociaciones humanitarias han acompañado la llegada a Albania del primer barco italiano con migrantes. En el buque se encontraban los 16 primeros migrantes que Italia internará en los centros de identificación y retención que Roma levantó en este país balcánico, siguiendo adelante con su polémico sistema de externalización de la acogida migratoria fuera de la Unión Europea.

Los migrantes fueron interceptados en el mar tras abandonar Libia, mientras trataban de alcanzar suelo italiano a través del Mediterráneo central. Son diez ciudadanos de Bangladesh y otros seis de Egipto.

Está previsto que sean sometidos a controles sanitarios y de identificación en el mismo puerto, en la localidad de Shëngjin, donde está activo un centro para gestionar las llegadas. «La policía estatal ha tomado todas las medidas para la seguridad y para la aplicación de procedimientos fronterizos acelerados», ha asegurado este cuerpo a los medios de comunicación albaneses.

Esas dos instalaciones, gestionadas y controladas por las propias autoridades italianas, son resultado de un acuerdo entre Roma y Tirana que externaliza a territorio albanés la gestión de solicitud de asilo y la posible repatriación de personas rescatadas en aguas del Mediterráneo que busquen llegar a Italia. Las fuerzas de seguridad albanesas se limitarán a vigilar el perímetro exterior.

Se estima que los migrantes estarán un mes en Albania mientras se verifican sus solicitudes de asilo. Medios locales estiman que unos 36.000 migrantes podrían llegar a Albania cada año en aplicación de este acuerdo.

Más violaciones de derechos humanos

Este traslado ha sido denunciado por la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) al considerar que «se traducirá en más abusos y violaciones de los Derechos Humanos».

«Es probable que la última estrategia de Italia para eludir y externalizar sus responsabilidades respecto a las personas que buscan seguridad y protección se traduzca en más abusos y violaciones de Derechos Humanos. Esta medida impedirá a los supervivientes acceder a los procedimientos de asilo y a las evaluaciones de vulnerabilidad adecuadas, lo que contraviene las obligaciones de Italia en virtud del Derecho Internacional y europeo», reza un comunicado de la organización.

En ese sentido, ha mostrado su «profunda inquietud» por el impacto de esta medida en el «bienestar» de los migrantes trasladados, que además plantea «importantes problemas» respecto a los derechos de libertad, de acceso a la protección y a procedimientos de asilo adecuados.

Esa denuncia ha sido compartida por fuerzas de la oposición italiana como el Partido Demócrata o Más Europa. «Meloni, díganos cuánto costó este viaje», ha señalado Elly Schlein, líder del centro-izquierdista Partido Demócrata, principal fuerza opositora, en una entrevista al diario ‘Corriere della Sera’.

Schlein asegura que los 800 millones de euros que se aportan para este sistema «podrían haberse destinado a la sanidad pública», para cuestiones como «acortar las listas de espera, pero en lugar de esto, los tiran a la basura para deportar a migrantes pisoteando sus derechos».

Por su parte, el líder del partido Más Europa, Riccardo Magi, ha asegurado que Albania es «la nueva colonia penitenciaria de Italia», y que el traslado de los migrantes al país balcánico es «una procesión de barcos para deportar a 16 pobres almas».

Cuatro muertos frente a Grecia

Mientras esto sucedía en Albania, en el Mediterráneo continuaban las tragedias de la migración. Así, cuatro personas, dos mujeres y dos niños, han muerto al caer al mar desde una embarcación abarrotada de migrantes que fue interceptada y perseguida por los guardacostas griegos frente a la isla de Kos, en el Mar Egeo oriental, según ha informado la Guardia Costera.

Los guardacostas localizaron a última hora de ayer a una lancha inflable con motor con 31 migrantes a bordo navegando hacia Kos y utilizaron señales luminosas y sonoras para que esta se detuviera. Según la versión oficial, el operador de la lancha no obedeció, por lo que los guardacostas se lanzaron en su persecución.

«El conductor realizó maniobras bruscas y peligrosas a gran velocidad, por lo que perdió el control y muchos de sus pasajeros cayeron al mar, tras lo cual el barco se detuvo», ha informado la Guardia Costera en un comunicado.

Seis personas pudieron ser rescatadas con vida del mar y se recuperaron los cadáveres de dos mujeres y dos niños. En total, 27 personas fueron rescatadas (14 hombres, 4 mujeres, 8 menores y el operador de la lancha).

Cinco menores y un bebé fueron trasladados de forma preventiva al hospital de Kos, donde se ha comprobado que se encuentran bien, según el comunicado. Hasta el momento se desconoce la procedencia de los supervivientes.